Nada por aquí, nada por allá.
Nota: 3
El Sumario
Lo mejor: que demuestra que los Kame Ha pueden quedar bien en pantalla. Lo peor: el calificativo "para toda la familia" engloba niños y sufridos padres y abuelos, no zombis sin cerebro.Para quién: para los que echen de menos el Disney más blanco, superificial e intrascendente.La suma: Merlín el encantador + Percy Jackson - El Truco Final = El Aprendiz de Brujo.Ficha: Imdb.Presupuesto/taquilla: 150 millones de dólares/ 165 mundial a día de hoy. Justito.El director: John Turteltaub conoció el éxito con la saga La Búsqueda y hasta ahora sólo se ha limitado a intentar repetir con una secuela infumable y este Aprendiz de Brujo, con idéntico enfoque, productor, protagonista y compañía.
El plan: Inaugurar una franquicia para no depender exclusivamente de los piratas de Johnny Depp, sobretodo tras la decepción general del Príncipe de Persia.
La curiosidad: una de las escenas más logradas de la película es un homenaje al clásico animado Fantasía. Aquí la tenéis. La duda: ¿De quién fue la idea de esa campaña promocional tan horrorosa?
Esta es una de esas películas que se ambientan en un universo alternativo. No me refiero a que los poderes de los protagonistas o las criaturas que aparecen por la cinta sean imposibles en nuestro mundo -que obviamente lo son-, sino que lo digo porque parece que en el empeño de la máquina hollywodiense por fabricar produtos aptos para todos los públicos han creado una realidad donde todo es tan blanco y simple que directamente insulta al espectador.
Eso es por culpa de las limitaciones por edades que existen en el cine estadounidense. Mientras aquí las películas se clasifican en "no recomendadas para menores de..." allí están directamente prohibidas para aquellos que no alcancen la edad y no vayan acompañados de un adulto. Un auténtico veneno para la taquilla que da como resultado productos con mucho potencial que acaban reducidos a la mera estupidez. Y eso que cintas como El Caballero Oscuro desmuestran que hay otras formas de hacerlo.
El Aprendiz de Brujo cae de lleno en ese foso y tira por tierra un planteamiento visual interesante y unos personajes potentes desde el primer momento. Tras presentarnos a los magos de una forma razonable -al estilo Harry Potter- la cinta no sale de un esqueleto básico para que los chavales que no conozcan a Merlín no se pierdan en lo que hubiera sido una interesa profundización. Lo que sigue es una historia de un hechicero que busca un aprendiz -que no necesita- para evitar que un brujo rival - que nunca presenta una amenaza real- destruya el mundo -que nunca llega a estar en peligro- . Así de simple y absurdo.
Todo es tan blanco porque es una de esas películas en las que nadie sangra, y en las que nadie está nunca realmente en peligro porque siempre llegará alguien en el último momento para salvarle. SPOILER De hecho a mitad de película el hechicero protagonista consigue retener al villano en un espejo, y lejos de lleváselo a su casa para encerrarlo en el sótano le deja ahí para que algún secuaz lo libere FIN SPOILER. No es que los actores no se tomen en serio la historia sino que los propios personajes se mueven por la inercia del esquema Disney sin pararse a pensar en la lógica de sus acciones.
El propio director John Turteltaub nos había demostrado que el tono infantil puede ir acompañado de una coherencia mínima en la entretenida La Búsqueda, pero aquí parece que tanto hechizo le ha nublado la poca visión de realizador que tenía. Lo que realmente da rabia es comprobar el potencial general que hubiera tenido el argumento si se lo hubieran tomado un poco más en serio.
Todo hubiera sido mucho más interesante si le hubieran quitado a Nicolas Cage las pintas de mendigo y se hubieran centrado en su historia de venganza personal en vez de en las desdichas de un adolescente con espinillas. Porque al que no hay por donde salvarle es al joven aprendiz Jay Baruchel (Tropic Thunder), que a sus casi 30 años da absoluta grima como el típico geek sin dimensiones que logra ligarse a la superchica. Ni eso tiene mérito cuando tienes un sistema de bobinas eléctricas gigante con el que compones la canción favorita de ella. Así se las gastan los frikis de este universo. Y encima alguno es mago y todo. El Aprendiz de Brujo es un fracaso merecido (datos en el sumario) y la prueba de que el público, ya tenga 10 años o 30, no está dispuesto a que le tomen por tonto más tiempo. La fórmula básica de la casa de Mickey hace años que dejó de funcionar no sólo en 2 dimensiones.