Hanks regresa a la juventud en una comedia para tu abuela
Nota: 2
Lo Mejor: La aparicion de Bryan Cranston.Lo Peor: Que la intervención de Bryan Cranston sea breve.
Existe en la vida de todo actor longevo un fenómeno curioso. Son los films PEDETE, Película Estúpida Dirigida y/o Encabezada por Talentos Estancados. Sucede cuando un intérprete de éxito comienza a percibir que Hollywood le olvida o le ofrece papeles basura en películas basura. Bien, pues Tom -cara de plastidecor color carne- Hanks, junto a la chica de la sonrisa Risi, Julia Roberts, ha hecho uno de esos PEDETES, uno muy gordo y sucio, dirigido y protagonizado por su ego, que supone una mancha que habrá que frotar, y mucho, para eliminarla de los calzones del actor. La oportunidad la tendrá en los dos próximos proyectos-detergentes en los que participará: Extremely Loud and Incredibly Close (Del director de Las Horas, Billy Elliot o El Lector, Stephen Daldry) y Cloud Atlas (Seis historias de los hermanos Wachowski y Tom Tykwer).
Cabe destacar que no es el primer intento truncado de Hanks en la dirección, antes ya había realizado otros pequeños trabajos esencialmente en series, como algún capítulo de Hermanos de Sangre o Historias de la Cripta. Larry Crowne es su segundo largometraje desde que en 1996 dirigiera y protagonizara The Wonders, sin demasiado éxito tampoco.
La sensación que me ha transmitido Larry Crowne, es la misma que hubiera experimentado viendo a ambos protagonistas sacándose un moco en la pantalla. Nada. La trama se centra en Larry, un hombre que a sus 50 tacos es despedido del supermercado en el que trabaja por no poseer estudios universitarios. El tipo, que no encuentra ningún otro empleo, es animado por su vecino a entrar en la universidad, porque se ve que eres el puto amo si has hecho una carrera -fíjate que yo pensaba que la titulacion en el currículum no existía y eran los padres-. Larry toma la determinación de matricularse en dos asignaturas, Lenguaje de las Frases Informales, que debe de tener las mismas salidas que un callejón, y Economía. La primera es impartida por el personaje de Roberts, encarnando a la mítica profe amargada cuya desagradable actitud se asocia de inmediato al supuesto de represión sexual, y la segunda la enseña un chino (George Takei) rollo Mao Zedong obsesionado por dominar el mundo con sus conocimientos sobre la asignatura. El protagonista experimentará una regresión a su adolescencia gracias a su nueva compañera de clase (Gugu Mbatha-Raw).
No es necesario mencionar que la cinta ha salido adelante gracias a unos intérpretes de considerable prestigio cinematográfico, pero a los que hoy en día les da por hacer chorradas como estas con el único objetivo de asquear al crítico de turno que, temiéndose ya la bazofia que le viene encima, la tiene que ver por cojones. Hubiera preferido tragarme un reality de hora y media sobre un asilo a esto (Espero que no lo lea Vasile). Se supone que la gilipollez existencial que Hanks nos plantea, es el regreso de Larry a la juventud y al tiempo perdido, el retorno a los años mozos de un hombre que lleva años trabajando y que empieza a vivir nuevamente, experimentando aventuras y romances. Vamos, que Tom Hanks está mayor y chochea y necesitaba realizarse con esta mierda senil, pensando que su creación es la hostia de reflexiva, emocionante y buena y que con sólo poner su jeto en la pantalla junto a la boca tragabolas del cine, ya lo tiene todo hecho.
El único punto a favor que se lleva Larry Crowne es la aparición en el tinglado de Bryan Cranston, quien da vida al marido de la Roberts y al percatarse del flirteo entre su mujer y Larry, se presenta con una AK-47 en medio de clase pegando tiros a diestro y siniestro. No, era coña, ése era el desenlace que empecé a imaginar cuando me aburría. En realidad, Cranston encarna a un escritor aficionado al ciber-porno que se pasa el día tocándose los huevos y humillando a su esposa. Sin embargo, la intervención del protagonista de Breaking Bad es escasa e intrascendente, por lo que la mierda sigue fluyendo sin que la profusa rabia que dedicas a la película se torne más leve.
No tengo mucho más que decir de Larry Crowne, sosa, aburrida y más simple que el traje de Bob Sponja. Un film donde Hanks se tira todo el metraje con expresión de paleto con banjo y en la que Julia Roberts padece un problema de malformación facial de glande estrujado. Espero que el Señor Hanks me permita seguir recordándole por los grandes papeles de Philadelphia o Camino a la Perdición, entre otras, y olvidemos Larry Crowne. Nunca es Tarde más bien pronto.