10 de Febrero del 2013 | etiquetas: Festival de Berlín, Festivales 2013
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Llamada a ser la gran protagonista germana y la principal favorita a barrer premios para casa, la búsqueda del oro de Thomas Arslan apunta, dispara, pero no mata.
¿De qué va?
Canadá, verano de 1898. Un grupo de colonos alemanes viajan hacia el norte en carros cubiertos, con caballos de carga y sus pocas pertenencias a cuestas para enfrentarse a un viaje de 2,500 kilómetros cuya meta final es encontrar una fortuna bañada en oro.
¿Quién está detrás?
Thomas Arslan, uno de los nombres más estimulantes y perosnales del cine alemán contemporáneo, vuelve a primera plana.
¿Quién sale?
Una de las principales protagonistas de la última Berlinale y una de las actrices más en forma (y más bellas) del cine europeo. Ella es Nina Hoss, vampira en "Somos la noche", antiheroína en la excelente "Bárbara". como era de esperar, también luce quilates en "Gold".
¿Qué es?
Una víctima de "Meek's Cutoff"
¿Qué ofrece?
Un western correcto, sí, pero en el peor de los sentidos. Thomas Arslan empieza tan arriesgado trayecto partiendo desde la prometedora misma premisa de Kelly Reichardt y su maravillosa "Meek's Cutoff". Una difícil misión, cuyo éxito, se antoja más complicado aún al carcer de esa perturbadora atmósfera que tanto y tan bien empapaba el western de la directora de "Wendy and Lucy". Cierto es que puede resultar tan cruda, desnuda y desoladora como su antecesora, sin embargo, su demoladora capacidad de impregnar a los personajes en un halo de relevancia tan filosófica como existencial o su don para convertir la belleza en hostilidad, no ha estado al alcance de "Gold", cuyo salvaje y agresivo itinerario acaba por darme la sensación que anteriormente ya ha sido mil veces recorrido. Excesivamente plana, decepcionantemente lineal, resulta tan improbable que su protagonistas acaben bañándose en oro como que "Gold" acabe por calar hondo. Lástima.
Nota: 5.5 / 10