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Crónica Cannes 2012: "No" con buen humor se derroca a Pinochet

Publicado el 23 septiembre 2012 por Fimin

23 de Septiembre del 2012 | etiquetas: Festival de San Sebastián, Festivales 2012, Crítica Twittear cronica-cannes-2012-no-con-buen-humor-se-derroca-a-pinochet

El chileno Pablo Larrain vuelve a reflexionar sobre el régimen de Augusto Pinochet y en este caso, también sobre la victoria de la democracia, desde el prisma publicitario en "No". ¿El resultado de su estreno en Cannes? 15 minutos de ovaciones ininterrumpidas y el Premio a la Mejor Película de la Quincena. ¿Y en Donosti?.

¿De qué va?

Cuando el dictador chileno Augusto Pinochet convocó elecciones bajo demanda internacional en 1988, los líderes de la oposición persuaden un joven publicista, René Saavedra, para dirigir su campaña. Con escasos recursos y el ojo de la dictadura bien cerca, Saavedra y su equipo idean un ingenioso plan para ganar las elecciones y liberar su país de la opresión.

¿Quién está detrás?

A su sugerente título añadimos el nombre de su director, Pablo Larrain, quien vuelve a la carga tras dejarnos consternado, abrumados, noqueados (llámenlo como quieran aunque siempre en el mejor de los sentidos) con su anterior y austera "Post Mortem".

¿Quién sale?

El "No lo abandera el también aplaudido en Cannes, Gael García Bernal. No es para menos tratándose de su mejor interpretación desde...ya ni me acuerdo. ¿Quizá "Amores Perros"?. El "Sí", en cambio, es cosa de 'su jefe', Alfredo Castro, cuya mejor interpretación ya pudimos disfrutarla (y sufrirla) en "Post Mortem".

Crónica Cannes 2012:

¿Qué es?

El Que no se acabe el Mundo vs. Pinochet

¿Qué ofrece?

La inmejorable representación posible de unos años 80 marcados por la dictadura y también  por el poder de un lenguaje, el publicitario, que  a través de la historia chilena nos demuestra que es un monstruo capaz de insaturar, o incluso, derrocar, y con humor, las dictaduras. Y en este caso lo hace con un dispositivo formal deudor de aquellos (no tan) maravillosos 80, con una imagen opaca, sucia, desgastada, digna del peor VHS, pero que en este singular caso se erige en el mejor vehículo posible (con premiso de la mano de Larrain y el trabajo de Gael) para trasladarnos el devenir de una campaña y el proceso personal que vivió cada uno de los involucrados en ambos bandos. Y lo hace con mesura, sin grandes alardes, con estimulantes pinceladas de humor y con un riguroso poderío evocador que tampoco necesita abusar de la nostalgia kitsch con formalismos innecesarios. En "No" todo es un "Sí" para Pablo Larrain y su cine.

Nota: 8.0/10

Crónica Cannes 2012:


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