Revista Cocina

Crónica de un crudivegano

Por Yoisasi

CRÓNICA DE UN CRUDIVEGANO

29 septiembre, 2013 Yo Isasi A Favor de Toda Verdad, Libertad y Altruismo., Alimentos Básicos y Sanos, Alimentos y Emociones, Alimentos y Enfermedades

‘La introducción de la cocción de los alimentos bien podría haber sido el factor decisivo que sacó al hombre de su existencia primariamente animal y lo llevó a una más plenamente humana. La tribu más primitiva descubierta en nuestra época, los tasaday de Filipinas, no tenían rueda ni armas, pero sí tenían fuego, el cual encendían con palos de madera y sobre el cual asaban boniatos silvestres y otros alimentos’. Antropólogo Carleton Coon.

No creo en las casualidades pero si en las curiosidades y es curioso cómo últimamente estoy tropezando con muchos veganos, crudiveganos y vegetarianos desorientados. Brotan como las setas en otoño aunque ellos comen así todas las épocas del año. Hace un tiempo ya hablé sobre los vegetarianos (más info en ‘Handicap Vegano’) así que esta vez me centraré en veganos y sobre todo en crudiveganos.
Cada uno tiene sus razones morales, éticas, filosóficas, medioambientales o físicas que a alguno le ha llevado a ser muy extremista repercutiendo tanto en su alimentación como en su vida personal. Si, las cosas como son: Alimentación extremista es igual a mente extremista. Lo sé por experiencia propia llegando a ser muy duro e inflexible contigo mismo y con los que te rodean, pudiendo acabar en el egocentrismo y más solo que la una.
Muchos empiezan a comer solo crudo para así limpiar su cuerpo saturado después de años de exceso de proteínas, refinados y grasas saturadas y lo que en un principio sería lo idóneo y sano (se empiezan a sentir bien y ligeros), con el tiempo suele aparecer el declive empezando por simples resfriados, dolores de huesos, cansancio o mal humor. Además entran en un círculo vicioso llegando a obsesionarse por la ‘limpieza interna impoluta’. Está claro que nunca llegaremos a estar 100% ‘limpios’ y desintoxicados. Esto es inalcanzable y un imposible. Para personas saturadas de verdad sería recomendable hacer este tipo de alimentación-limpieza en verano porque el exceso de calor corporal es contrarrestado por la cantidad de alimento crudo y expansivo que se ingiere ayudando a una buena depuración pero yo recomendaría estar asesorado por un buen entendido en la materia cruda.
He decidido escribir sobre el tema porque empiezo a preocuparme ya que son pocos los veganos y crudiveganos que con los años estén sanos llevando una alimentación cruda y expansiva ya que les lleva a compensar sus carencias nutricionales de una manera muy nociva y que echa al traste toda su filosofía de lo natural. Si, buscan su falta de nutrientes a través del azúcar puro y duro (en todas sus versiones y hay muchas) que algunos no son conscientes de ello y otros, esconden esta realidad-debilidad. Que quede claro que no tengo ni sé la verdad absoluta y no es mi intención convencer a nadie pero es importante que si decidimos seguir por el camino del crudivorismo debemos estar bien informados y asesorados.
Hace poco conocí un crudivegano demasiado extremista que explica muy bien lo que quiero transmitir y me corrobora de nuevo, bajo mi punto de vista, que realmente no es la  alimentación idónea para llevar durante largo tiempo o indefinidamente. Soy consciente que no todo el mundo va a estar de acuerdo con lo que expongo a continuación pero ahí está lo bonito del asunto: Diversidad de opiniones y de experiencias.
Nuestro protagonista solamente se alimenta de crudos a excepción de arroz integral cocido; las algas sólo las pone a remojo un día y luego se las come tal cual; no come legumbres porque dice que no mezcla hidratos con proteínas como hacen los higienistas (éstos tampoco mezclan verduras con frutas ni frutas con almidones); coge hierbas del campo y se las come bien machacadas; usa levadura de cerveza a tutiplén (luego hablaré sobre ella); sus verduras son principalmente solanáceas (patatas, tomates, pimientos y berenjenas); sanoza su plato con muchas especias expansivas en polvo y salsa de soja; y hace solamente, en teoría, una comida principal al día. Durante el día bebe vinagre de manzana diluido en agua fría (directamente sacada de la nevera) y no toma infusiones así que no aporta nada de calor a su cuerpo. Ahora en verano podría ser pasable pero en invierno estoy segura de que su cuerpo se resentirá. Come de pie (todo en un bol y con palillos) así que nunca se sienta a la mesa.
Vayamos por partes y analicemos con nuestro personaje lo que puede acarrear llevar una alimentación supuestamente crudivegana extremista sin estar bien informado:

‘La alimentación cruda es aquella consistente en alimentos naturales, sin aditivos artificiales y no expuestos a una temperatura superior a la producida por el sol, es decir, alrededor de los 40ºC. (…) Excluye todo comestible de origen animal (carnes, pescados, huevos, lácteos), a excepción de la lactancia materna aunque incluye comestibles de origen mineral como la sal, o de origen biológico ni mineral ni animal ni vegetal como la levadura, los hongos o las algas’. Wikipedia.
Ahora espero que ya nos quede más o menos claro qué es el crudiveganismo. Según dicen algunos, el heredero de la alimentación vegana, la naturista o la higienista.

- Empecemos por el tema de consumir alimentos fríos, crudos, sin ningún tipo de cocción. Aquí Ane Marie Colbin lo explica muy bien:
‘Los alimentos fríos tienen un metabolismo más lento a la vez que contrarrestan el calor interior de nuestro cuerpo. Por tanto, los alimentos calientes, que nos proporcionan calor adicional, favorecen las actividades metabólicas, y el calor aumenta el grado de energía de los alimentos y también el nuestro. Tenemos un calor interior de 37ºC que permite la buena marcha de los procesos vitales. El calor produce energía y nuestro calor interior alimenta nuestra energía.
Si nuestro cuerpo desea alimentos fríos es porque en algún lugar debe de haber mucho calor y suele ser en la gente que se alimenta con exceso de proteína animal y grasas saturadas. Los alimentos y bebidas consumidos directamente de la nevera tienen un nivel muy bajo, de ahí que tiendan a reducir la energía, hasta el punto a veces de producir un sueño irresistible.’ 
Y el doctor Hiromi Shinya, últimamente por todos conocidos, nos explica algo interesante sobre la temperatura:
‘La temperatura corporal de una persona sana es de alrededor 37ºC pero cuando es menor por beber agua fría, el metabolismo baja en un 50%. La temperatura corporal a la cual las células cancerígenas se multiplican con mayor facilidad es alrededor de los 35ºC. Esto es porque la actividad de las enzimas se hace más lenta disminuyendo las funciones inmunológicas del cuerpo. A la gente le da fiebre porque sus cuerpos tratan de aumentar sus funciones inmunológicas. Por lo tanto, a menos que sea verano, es más seguro beber agua que esté a 20ºC.’
Y me encanta lo que dice la Medicina Tradicional China al respecto porque es realmente cierto, comprobado:
‘Un consumo excesivo de alimentos fríos y crudos deterioran la función de transformación y transporte del Bazo y origina problemas digestivos así como Humedad interna. Por tanto, su consumo excesivo produce Humedad que es almacenada en el Pulmón (…) El Bazo produce la Flema y el Pulmón la almacena. En esta caso podría haber esputos abundantes en el Pulmón. Así que también estos alimentos son desaconsejados en caso de asma debido a un cúmulo de Humedad-Flema en el Pulmón. Por otro lado un consumo excesivo de leche, queso y derivados tiene efectos parecidos sobre el Pulmón, dando origen a la Flema.’ Jose Luis Padilla.

- Sigamos ahora con unas verduras que con este tipo de alimentación aumentan todavía más el desequilibrio nutricional bajo mi punto de vista. Las solanáceas (patatas, pimientos, berenjenas y tomates) contienen solanina, una sustancia que altera el metabolismo del calcio, lo retira de la sangre produciendo calambres y contracturas musculares (precaución los deportistas) y lo deposita en lugares erróneos como en los tejidos blandos, articulaciones, arterias o riñones. Si la solanina de estas verduras se almacena en nuestro cuerpo puede crear, con el tiempo, artritis, reuma, arteriosclerosis, hipertensión, cálculos renales… Se las conoce como nightshade (sombras de la noche). El fisiólogo y médico astrohúngaro Hans Selye llamó ‘síndrome calcifilático’ a estas dolencias comentadas además de otras como esclerosis múltiple, osteoporosis o bronquitis crónicas y, según Norman Childers y Gerard Russo, este síndrome puede mejorar e incluso desaparecer si se eliminan las solanáceas de la alimentación (más info en su libro ‘The Nightshades and Health’). Además, estas verduras son altas en potasio (igual que las frutas tropicales) en relación con el sodio y el magnesio produciendo un efecto dilatador en nuestras células. Si pensamos en recetas caseras vemos que las solanáceas están muy emparejadas con los lácteos y derivados como por ejemplo las patatas con bechamel o los tomates con mozzarella y sería como una manera de compensar con los lácteos esta pérdida de calcio a causa de las solanáceas pero es como poner una tirita y no curar la herida, a la larga, no es efectivo sino más bien contraproducente. ‘Si las solanáceas alteran el metabolismo del calcio, entonces se necesitarán los lácteos para proporcionar el calcio extra o a la inversa, el excesivo consumo de calcio (lácteos) crea una necesidad de alimentos como los tomates para disolver esta acumulación’. Así que es de lógica que si eliminamos las solanáceas hay que eliminar los lácteos y derivados (o a la inversa) como hace la Macrobiótica.
Sigamos con otras verduras (sobre todo si no se cocinan) que contienen ácido oxálico rodeando el calcio y haciéndolo difícil de asimilar: Espinacas, acelgas, remolacha, champiñones… y además también lo contienen el amaranto seco, las semillas de amapola, las de girasol, las nueces, las bayas… Y los germinados de alfalfa (muy consumidos por los crudiveganos) contienen un aminoácido tóxico llamado canavanina que se le ha relacionado con el desarrollo de lupus eritematoso.

- Continuemos porque aún hay más. En el caso de nuestro amigo crudivegano, al hacer una única comida al día a base de crudo parece ser que de madrugada se levanta porque el hambre no le deja dormir plácidamente y se ‘transforma’. En vez de meditar (quiere ser monje, según me comentó) se atiborra a chocolate (caen unas tres tabletas, eso sí, ecológicas 85% cacao y de su compañero) que lo remoja en sirope de arroz (se acaba el bote entero) y sigue con unos 500 gramos de pan de espelta integral de levadura madre untado en unos 200 gramos de mantequilla (también de su compañero). Todo esto en una sola noche y no exagero. Por lo menos, su conciencia me imagino que se quedará tranquila al haber sido un ataque bulímico ecológico… Aquí no tengo palabras… Información sacada de su compañero de casa harto de levantarse por las mañanas y ver que no tiene nada para desayunar e incluso su antojo chocolatero ha desaparecido como por arte de magia. Si hacemos cuentas, es un dineral para el compañero (a veces sale caro compartir casa) pero bueno, otros se marchan de fiesta nocturna y se gastan más en copas… Hay que ver la parte positiva del asunto. Otra opción es que se cambie de compañero.
Como anécdota comentar que le sugerí al ‘perjudicado’ que comprara tabletas de chocolate (con leche) de una marca industrial por todos conocida que empieza por ‘N’ y que escondiera las suyas en lugar seguro y a buena temperatura. Pues bien, le dejó una tableta en la cocina por la tarde y a la mañana siguiente estaba intacta. Fue a la tercera noche cuando se la tomó, así que se le cambiaron las eco por las industriales. Y cuál fue la sorpresa de mi confidente cuando vio que se las zampa sin ningún problema. Está claro que el azúcar es una gran droga muy adictiva y todo vale.

La doctora Kathleen DesMaisons, especialista en nutrición y adicciones, nos cuenta algo muy interesante: Tener suficiente cantidad de serotonina es la clave para sentirnos tranquilos y centrados. La serotonina se fabrica en el cerebro a partir del aminoácido triptófano, presente en las proteínas. Para que el triptófano entre en el torrente sanguíneo, el cuerpo necesita insulina, lo cual significa que es necesario comer hidratos de carbono también. Lo ideal sería hidratos de carbono complejos como los cereales integrales y así estimular la producción de serotonina hasta los niveles adecuados. Las tardes y las noches es cuando bajan los niveles de serotonina produciendo cansancio y un estado de ánimo más bajo. La dopamina nos da el impulso para el movimiento y la expresión emocional, se aumenta comiendo proteínas. Comer una cantidad adecuada de proteína en la comida va bien para estabilizar el nivel de azúcar en la sangre y no tener ansias de dulce.’

Con esto queda claro que una carencia de proteína en nuestra alimentación va a traer un deseo imperioso de azúcar y esto a la industria alimentaria le encanta y, además, lo sabe. Si, sabe que muchos aunque decidan comer ecológico, ser vegetarianos, crudiveganos o hacer cualquier tipo de alimentación extremista no serán totalmente capaces de dejar la adicción al azúcar. Si te has decidido a dejar de lado la basura que te suministran los supermercados y decides comer mejor y saludable, te aconsejo que te informes con todo detalle para no caer de nuevo en las redes de esta industria que lo único que nos hace es enfermar tanto física como emocionalmente. Si ya de por si esta alimentación crudivegana era carente de nutrientes ahora lo es más por ingerir azúcar blanco (ladrón de nutrientes por excelencia) en todas sus formas.
Imaginad lo que debe suponer para el cuerpo y la mente hacer estos atracones nocturnos a diario por muy ecológicos que sean los de nuestro protagonista aunque actualmente ya no son tan ecológicos…
‘La adicción, en cualquiera de sus formas, es reflejo de necesidades infantiles no satisfechas. Y cuánto dinero, cuánta salud y cuánto placer nos estaríamos ahorrando si sencillamente nuestra madre nos hubiera llevado más tiempo en brazos y hubiese estado atenta a nuestros genuinos reclamos. Las sustancias adictivas (azúcar, chocolate, café, alcohol, tabaco…) nos aportan seguridad, es decir, nos aportan ‘mamá’. Laura Gutman.
Si, todos estamos muy necesitados de mamá, de teta, de mimos y de abrazos y nos aferramos a dietas extremistas y, de rebote, supuestamente compensadas por mierdas extremistas (industria alimentaria).
- Nuestro protagonista está bajo de peso pero lo que ya empieza a ser un serio problema es su dentadura que lo da por perdida. Sus dientes están totalmente grises y se han separado. Para la Medicina Tradicional China los dientes son considerados una prolongación de los huesos y eso es lo que visualicé al ver sus dientes: Unos huesos grises y en mal estado. Denise Minger en su libro ‘Dental Drama: Tooth Problems on the Raw Diet’ nos cuenta cómo los veganos y crudiveganos presentan problemas dentales como caries, adelgazamiento del esmalte dental, movilidad dental, retracción de las encías… además de lenta cicatrización de heridas, pensamiento nublado, amenorrea, disminución de la líbido, pérdida de cabello, uñas quebradizas… Síntomas claros de falta de nutrientes por todos los rincones de nuestro cuerpo.

- Los crudiveganos piensan que las proteínas las pueden conseguir, por ejemplo, de la levadura de cerveza y la vitamina B12 de las algas como la espirulina, la hierba de cebada o la soja fermentada. No soy partidaria de esa tradición (para mi ya obsoleta) de poner a todas nuestras comidas levadura de cerveza y además en cantidades exageradas. ‘Su materia nitrogenada está formada en parte por nucleoproteínas, base de las purinas. Dos gramos al día de nucleoproteínas proporcionan valores elevados de ácido úrico y provocan la formación de cálculos renales. Entre sus proteínas, hay una fosfoproteína, la zymocaseína, que contiene un 26% de ácido glutámico, un aminoácido que en dosis elevadas tiene un efecto tóxico sobre el sistema nervioso parasimpático, pudiendo conducir a una disminución de la capacidad intelectual y sobre todo, desequilibrio al andar.’ Olga Cuevas.
Parece ser que cada vez son más los que aconsejan, para ‘no pillarse los dedos’, suministrar un suplemento o alimentos enriquecidos con vitamina B12 si no se consumen huevos o lácteos. Algunos ya hablan de alimentos (espirulina, hierba de cebada…) que contienen la ‘falsa B12′, es decir, un nutriente similar pero que no tiene las mismas propiedades. Además, las deficiencias de esta vitamina suelen pasar desapercibidas en los análisis convencionales. Es importante también saber que los alimentos con alto contenido en cianuro bloquean la conversión de la cobalamina (cuatro formas parecidas de vitamina B12) presente en la mandioca, las castañas, raíz de yuca, nueces, almendras (con el tostado desaparece), tallos de bambú, semillas de los cítricos… Y decir que la toma de cualquier vitamina B sintética aumenta las necesidades de las otras B ya que actúan en sinergia. Una tema peliagudo el de esta vitamina.

‘Existe una investigación que indica que un exceso de suplementos puede tener un efecto negativo en el sistema inmunológico, aumentar los radicales libres y provocar cambios en la grasa que se encuentra en el hígado, el corazón y los riñones.’ Dr. Hiromi Shinya.
Algunos dicen que tomar vinagre de manzana (recordemos que nuestro crudivegano lo toma a diario con agua) elimina el apetito, hace perder grasa y alcaliniza la sangre y otros dicen, mejor dicho decimos, que su ácido acético al combinarse con el calcio se convierte en acetato de calcio que no se absorbe y se elimina sin asimilar el calcio, además de que en exceso daña la flora intestinal y ni loca lo recomiendaría a personas propensas a sufrir gastritis o úlcera ya que irrita la mucosa gástrica.

De todas maneras el crudiveganismo se sigue defendiendo a capa y espada cuando es bien planificado y suplementado a base de vitamina B12 sintética y otros suplementos de laboratorio. Pero entonces, realmente no es tan natural como la vida misma y pienso que hay algo que se me escapa…: ‘Las vitaminas sintéticas son sintetizadas en laboratorio mediante complejos químicos a partir básicamente de petroquímicos.’
Además hubo un gran personaje que fue crudivegano, Gandhi, aunque él la mayoría de veces tomaba productos lácteos, cuajada, mantequilla y ghee. Aunque decía que estaba convencido de que en el reino vegetal debería haber algo que suplantara las sustancias necesarias que se extraen de los animales.

Aquí mi mensaje para cualquiera que desea ser crudivegano o vegano: Por favor, infórmate al máximo y sigue aprendiendo y conociéndote día a día. Si percibes o sientes que algo no funciona, no lo dejes pasar, haz caso a tu cuerpo, reconoce qué es lo que necesita. No es tan difícil. Solamente necesitas alejarte del bullicio para poder escuchar tu interior.
Ahora que cada cual se sienta libre de elegir lo que mejor le convenga.

‘La cocción ablanda la celulosa y la fibra de los alimentos feculentos con lo cual se hacen más digeribles sus componentes nutritivos. La cocción es una especie de predigestión. Se hace cargo de parte del trabajo que corresponde al estómago, páncreas y al hígado, con el fin de que al cuerpo le resulte más fácil absorber los nutrientes que necesita. La cantidad de elementos nutritivos que supuestamente se pierde al cocerlos es insignificante si consideramos el hecho de que los elementos que quedan son mejor digeridos. La mayor cantidad de elementos nutritivos de los alimentos crudos es inútil si no se absorbe. Si los alimentos crudos provocan trastornos, como ocurre cuando hay problemas digestivos, pueden llegar al punto de ser nocivos. La ebullición ha cobrado una inmerecida mala fama durante estos treinta o cuarenta años. La realidad es que muchas veces la ebullición hace comestible un alimento no comestible, aún cuando lo haga a expensas de alguna aparente pérdida de elementos nutritivos.’ A.M. Colbin

El antropólogo Richard Wrangham (alumno de Jane Goodall) dice: ‘Yo pensaba que los orígenes del hombre se explicaban porque empezó a comer carne. Sin embargo lo que creo ahora es que cocinar fue el avance fundamental que convirtió al mono en hombre. La preparación de los alimentos es el rasgo característico y distintivo de la dieta alimenticia del hombre. Al cocinarlos, no sólo se consigue que los alimentos dejen de ser peligrosos y resulten más fáciles de comer sino que también nos garantizamos grandes cantidades de energía en comparación con un régimen de alimentos crudos, lo que hace innecesaria la ingestión de grandes volúmenes de comida.’
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com


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