Crónica Donosti 2012: "Rhino Season" a rinoceronte flaco todo son pulgas

26 de Septiembre del 2012 | etiquetas: Festival de San Sebastián, Festivales 2012, Crítica Twittear

Un día de huelga, una programación limitada y comprimida, una película estrella con imágenes y sonidos supuestamente llenos de poesía...en una copia defectuosa (por causas ajenas al festival). A Bahman Ghobadi se le cae el mundo encima. Ha pasado la noche en vela tratando de arreglar el percal. La copia buena ya vuela pero no llega, y no hay otra, la película se proyecta. Por suerte, parece que cala hondo entre el público, y a juzgar por los aplausos, de que manera. Alegría para su director, decepción para mi, ya que a pesar de acudir a una nueva sesión posterior reprogramada con la copia buena, "Rhino Season" tampoco me llega.

¿De qué va?

"Rhino Season" se atreve esta vez con la historia de Sahel, un poeta kurdo-iraní que es liberado tras pasar treinta años en prisión y que trata de reunirse con su esposa, quien lo cree muerto.

¿Quién está detrás?

Bahman Ghobadi aspira a su tercera Concha de Oro tras llevársela por partida doble con "Las Tortugas También Vuelan" y "Media Luna". Y encima, esta vez lo hace de la mano de Martin Scorsese, quien produce. Ahí es nada.

¿Quién sale?

Su esplendor irradia con diferente (que no menos potente) luz con el paso de los años. Y sí, Monica Bellucci sigue teniendo la virtud de provocar espasmos cervicales a su paso. Algo que Bahman Ghobadi seguro, no ha pasado por alto a la hora de trabajar con una estrella internacional de su categoría. La poesía es cosa de Behrouz Vossoughi.

¿Qué es?

El "Antes que anochezca" de Bahman Ghobadi

¿Qué ofrece?

Un exceso poético de exacerbado lirismo y abrumadoras imagenes que apunta alto pero apenas despega. La denuncia de la represión artística y la ausencia de libertades políticas vuelven a ser protagonistas de "Rhino Season", una propuesta superficialmente tan bella y supuestamente metafórica, como profundamente tan errática y pretenciosamente poética. Lástima, la jugada no acaba de salirle al drector de "Media Luna", y todo el amor que pone en la película acaba evaporado en fracturadas imágenes rebosantes de hermosura pero carentes de potencia que son construídas con sentimiento y pasión pero proyectadas sin alma ni cohesión. No hay escapatoria. Ni el carisma de la trágica belleza de Mónica Bellucci, ni la ambición de la dolorosa poesía de Bahman Ghobadi, ni el brutal trasfondo de esta desgarradora tragedia romántica (y social), logran salvar los rinocerontes de la penitencia.

Nota: 5 / 10