Adaptar tu discurso a un público mayoritario es lo que conlleva rodar un cine a gran escala y es también, precisamente, de lo que adolecen los "Intruders" de Juan Carlos Fresnadillo. Un relato de terror solido, muy bien rodado, muy bien conceptualizado pero que sin embargo, no evita que tras la proyección nos quedemos ante la sensación que podía habernos dado mucho más. Buena sí, inquietante también, ¿inolvidable? no. Es lo que tiene rodar una película de terror para todos los públicos.
¿De qué va?
Juan y Mia, dos niños que viven en países diferentes, reciben cada noche la visita de un intruso sin rostro, un ser aterrador que quiere apoderarse de ellos. Las presencias se van haciendo más poderosas y comienzan a dominar sus vidas y las de sus familias. La inquietud y la tensión crecen cuando sus padres también son testigos de estas apariciones
¿Quién está detrás?
Es, con el permiso de J.A Bayona, Nacho Vigalondo y Rodrigo Cortés, referente de un nuevo cine español curtido en el cortometraje. De una nueva generación joven, trangresora, iconoclasta, pero ante todo, cinéfila. Una generación cuyo arduo aprendizaje cinematográfico le ha permitido conjugar con absoluta eficacia el carácter autorial con el alcance comercial de su obra. Lo hace partiendo desde el género y hoy día, desde Hollywood. Hablamos de Juan Carlos Fresnadillo, responsable de la estimable "Intacto," la excelente "28 semanas después" y ahora, de "Intruders."
¿Quién sale?
Clive Owen, Carice Van Houten, Daniel Brühl y Pilar López de Ayala son quienes nos presentan a una familia española y otra inglesa hermanadas por la lucha ante un monstruo que amenaza con hacer daño a lo más preciado de cada una de ellas: sus hijos. A todos ellos cabe sumar a Héctor Alterio con un cameo que aporta el (ingenioso) toque de humor.
¿Qué es?
El Exorcista + Ghost
¿Qué ofrece?
No podemos negarlo, estamos ante un tipo que cada vez que agarra una cámara demuestra que se conoce los códigos del género como la palma de su mano, que no necesita de efectismos ni de sustos fáciles para dosificar el suspense en su justa medida y trasladárnoslo con un aterrador envoltorio formal cuidado con mimo hasta el último detalle. En este sentido, "Intruders" no es una excepción, aunque si resulta una decepción a la hora de concluir de forma excesivamente masticada un relato que evidencia su excesivo carácter comercial y su necesidad de llegar al público masivo. Lo que comienza como un estremecedor relato de terror infantil acaba difuminándose en una suerte de cuento de hadas que paraliza toda posible sensación de angustia suscitada a lo largo del film, al fin y al cabo, sensación que siempre buscamos en una película del género rey. Lástima, la tercera película de Fresnadillo resulta admirable aunque también olvidable. Otra vez será.