05 de Octubre del 2014 | etiquetas: Festival de Sitges, Festivales 2014
Twittear"Young Ones" llega a nuestros ojos con la sugerente vitola que se le puede presuponer a un western indie de ciencia ficción protagonizado por el gran Michael Shannon. No nos hace falta saber más para seguir creyendo. Tras competir en el pasado Festival de Sundance, la ambiciosa y personal película de Jack Paltrow desembarca en Sección Oficial de Sitges.
¿De qué va?
En un futuro cercano, la escasez ha convertido el agua en un bien de lo más preciado. En este ambiente árido, Ernest Holm vive con sus hijos Jerome y Mary, defendiendo su tierra de los bandidos. Sin embargo, el novio de Mary tiene sus propios planes: hacer lo que sea necesario para quedarse con las tierrs de los Holm.
¿Quién está detrás?
Su nombre probablemente os suene a quienes seguís "Boardwalk Empire". Director asíduo de la serie de Terence Winter, Jack Paltrow rueda sus segunda y ambiciosa película tras irrumpir en escena con la comedia "The Goog Night".
¿Quién sale?
Si un nombre debemos destacar del reparto, ese evidentemente es el de un valor seguro como lo es Michael Shannon. Sin embargo, el protagonismo en este caso se lo cede al joven y emergente Kodi Smit-McPhee, precoz estrella que se ha hecho un nombre co-protagonizando el remake de "Déjame entrar" o "La Carretera", mismamente. Su atractivo casting lo completan la siempre pomposa y sedante presencia de Elle Fanning y Nicholas Hoult, quien directamente evoca la vil y maliciosa presencia que le hizo grande a todo un Lee van Cleef.
¿Qué es?
Un ecléctico cocktail entre cuyas inspiraciones bien podríamos incluir títulos que van desde "Pozos de Ambición" a "La Carretera" pasando por "Almas de Metal", "Mad Max" o "Sin Perdón", entre cuyos referentes bien podríamos señalar Jeff Nichols, Ramin Bahrani o Terrence Malick, y entre sus homenajeados a todo un Sergio Leone (el primerísimo primer plano con el que "Young Ones" abre fuego lo deja claro).
¿Qué ofrece?
"Young Ones" es intrínseca ciencia ficción, es un western peculiar, y es ante todo un poderoso drama existencial. Una sugerente muestra de cine indie que rehuye el manido cliché para darse de bruces con lo arrojado, complejo y novedoso, en el que la robótica sci-fi abraza un vasto y árido paisaje postapocalíptico digno del más crepuscular western. Partiendo de una narrativa que directamente evoca la tragedia griega, sustentándose en una visceral aplicación de la taquigrafía cinemática y teatral, estamos ante una obra laudable que huele a futuro culto, que se siente trascendente y distintiva, y lo hace sin pararse a reflexionar sobre su propia materia tanto como lo hacen sus personajes sobre su propia existencia. Es decir, en de "Young Ones" no hay atisbo de posible metáfora ni discurso político. Lo suyo no es deshumanizar al ser humano ni debatir acerca de aquellos condicionantes que pueden llevarnos al fin del mundo y tal. Su objetivo no es otro que cocerse a fuego lento y levitar de forma envolvente sobre un aura lángida y desoladoramente espacial, sobre una esencia mucho más espiritual que social, que le permitan incidir en el alma así como hurgar en el corazón de sus hastiados personajes, sin dejarse meramente llevar por lo temperamental, violento y opulento. Y es precisamente en este sentido por lo que la segunda peli de Jack Paltrow podemos emparentarla mucho más con el cine de Jeff Nichols, Ramin Bahrani o Terrence Malick, que con el de un George Miller o Ridley Scott, por ejemplo. Tiene lo suyo.