Estas son unas croquetas que se hacen mucho dado que siempre sobran carnes del cocido. Se hacen otros platos, pero estas croquetas salen muy ricas y jugosas.
-sobras de carnes del cocido
-dos huevos, uno para cocer y otro para rebozar
-pan rallado
-salsa bechamel espesa ( si no sabes hacerla bien mira el paso a paso en el apartado salsas)
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
La clave para preparar unas exquisitas croquetas está en la bechamel. No tiene que quedar más líquida de la cuenta porque entonces no se podrán liar, ni demasiado espesas que se haga una bola en la boca. Si no sabéis prepararla bien seguid mi paso a paso y os quedarán de cine.
Lo primero que haremos será limpiar bien de grasa y tocino todas las carnes sobrantes desmenuzándolas.
Ahora ponemos un huevo a cocer mientras hacemos la bechamel. Para ello en un cazo mediano ponemos el huevo, lo cubrimos de agua y lo ponemos al fuego. Cuando empiece a hervir contamos trece minutos y nuestro huevo estará cocido. Así de fácil. Lo sacaremos del agua y lo reservaremos hasta su utilización. Ponemos a hacer la bechamel. Lo de las cantidades depende un poco de la cantidad de restos de carne que quede. Yo prefiero hacer más cantidad porque las croquetas se pueden congelar y tenerlas listas para freír en cualquier momento. Para esta cantidad de carne he hecho tres cucharadas de harina. Y han salido 28. Cuando la bechamel esté lista, ponemos la sal con cuidado porque las carnes ya tienen su sal y las incorporamos a la bechamel juntando todo muy bien. Ahora es el momento de añadir el huevo cocido muy picadito integrándolo muy bien a la pasta.
Vertemos la crema en una fuente amplia y la ponemos a enfriar. Esto hay que hacerlo a primera hora para que esté totalmente fría a la hora de manipular la pasta. si no está fría se manejará mal.
cuando se enfríe su aspecto será este,
Se forma como una costrita pero no importa nada pues con una cuchara de postre la vamos aplastando y desaparece. Cojemos porciones no muy grandes con una cuchara de postre y las pasamos por huevo y pan rallado colocándolas en un plato o bandeja hasta terminar con la pasta.
Ponemos ahora aceite a calentar en una sartén no grande pero honda y cuando esté bien caliente las vamos echando por tandas sacándolas cuando estén doraditas. Cuidado que se doran enseguida.
Las vamos sacando a una fuente con papel absorbente.