CROQUETAS DE QUESO AZUL (sencillas y deliciosas)

Cuando escribes un blog a veces, a fuerza de publicar,escribir, reflexionar, te das cuenta de que olvidas lo más importante: que no todos tus platos tienen que ser súper originales y que hay gente por el ciberespacio que busca una receta sencilla y diferente para poder hacer en un par de minutos y que, por supuesto, esté deliciosa.

Los bloggers relacionados con la gastronomía olvidamos uno de los puntos más importantes a medida de que nuestro blog crece y tiene más público y es que las cosas sencillas y deliciosas son tan agradables de compartir como las súper originales con presencia de la más alta gastronomía e hipercomplicadas de hacer y con ingredientes de lo más exóticos (y complicados de encontrar en el mercado).

A veces un simple toque diferente en una tortilla o una pequeña ensalada puede ser suficiente como para que a la gente le interese.
Por eso hoy voy a compartir con vosotros la receta de las croquetas de queso azul que triunfan en mi casa desde hace años y que ahora quiero que vosotros tengáis para que podáis disfrutar tanto como yo de esta maravillosa receta. (La receta la saqué del blog de directo al paladar y le he dado unos pequeños toques personales para mejorarla, si cabe, aún más).

INGREDIENTES:

75 gr de harina
75 gr de mantequilla
65 gr de queso azul
750 ml de leche
Sal
Perejil
Ajo triturado
2 huevos
Pan rallado
Aceite de girasol para freír.

ELABORACIÓN:

Comenzamos vertiendo la leche en un cazo junto con el queso azul y dejamos que se caliente a fuego medio hasta que se deshaga todo el queso en la leche.

Por otra parte ponemos en una sartén la harina con la mantequilla. Ponemos la sartén a fuego lento y dejamos que la harina adquiera una tonalidad marronacea tipo crema de avellana. Una vez que la harina ha adquirido esa tonalidad añadimos la mezcla de leche con queso y ponemos a fuego medio-fuerte revolviendo con una cuchara de palo para evitar que se pegue la mezcla a la sartén. En este punto añadimos la sal, ajo y perejil.

Revolvemos hasta que la bechamel haya conseguido una consistencia bastante cremosa. Vertemos en una fuente y dejamos enfriar una hora. Cubrimos con papel film para que la masa no coja costra.

Una vez que la pasta está fría procedemos a realizar las croquetas. Para ello ponemos el huevo en un plato, el pan rallado en otro y con la masa comenzamos a cortar pequeños trocitos, hacemos bolitas en forma de croqueta y rebozamos en huevo y pan rallado.

Truquito: a mi me gustan muy crujientes así que hago un segundo rebozado para que la corteza este más espesa y luego cruja más.
Una vez rebozadas todas las croquetas ponemos una sartén con abundante aceite a fuego fuerte, ya que las croquetas deben hacerse con la sartén muy caliente. Veréis que las vais introduciendo en la sartén una a una y en 3 minutos ya están doradas y fritas y por supuesto ¡¡¡listas para comer!!!!.