Ando un poco apartado de mi blog, pero sigo cocinando a diario. Traigo estas croquetas frías, que me han parecido muy sugerentes y dignas de compartir. En el aspecto recuerdan a cualquier otra croqueta, en el sabor traen recuerdos de hummus, con un toque crujiente que le aportan las semillas de sésamo tostadas.
Sencillas de elaborar y dan mucho juego porque se pueden congelar y tener dispuestas para cuando las queramos degustar. No he probado a pasarlas por el horno y comerlas calientes, pero ese es mi intención. a ver que tal.
Ingredientes:
- 750 gr. de garbanzos cocidos.
- 100 gr. de cebolla.
- 3 dientes de ajo.
- El zumo de medio limón.
- Sal.
- 250 gr. de zanahoria.
- 3 cucharadas de pan rallado.
- Semillas de sésamo tostadas.
Elaboración:
- Pelar y trocear la cebolla y el ajo.
- Poner en vaso de la batidora o robot de cocina los garbanzos cocidos (bien escurridos), la cebolla y el ajo con un poco de sal y el zumo de limón. Triturar, dejando una masa donde se pueda detectar algún trozo de garbanzo. Colocar la masa en un cuenco.
- Pelar y rallar las zanahorias. Añadirlas a la masa de garbanzos junto con el pan rallado y mezclar hasta que quede homogéneo. Dejar reposar un
- Ir tomando porciones de masa con una cuchara, formar las croquetas y pasarlas por semillas de sésamo tostadas. ¡Dispuestas para disfrutarlas!