Hace cinco años fui a una partida de póker con mi pareja de entonces. Me aburrí como una ostra. Nadie se molestó de explicarme las reglas, y abundaban los comentarios superfluos cada vez que hacia algún error. Desde entonces sabía que los juegos de cartas no eran para mi. O eso pensaba.
Conocimientos a medias, experiencias incompletas
El resultado de esa noche fracasada fue una aversión casi completa a cualquier tipo de juego de cartas. Evitaba las reuniones de familia o de amigos donde se solían jugar. Me quedaba en casa, cuando mi pareja se reunía con sus amigos para jugar, siempre con la excusa de que no me gustaba. Hasta que conocí a alguien que se gana la vida en este mundo.
Este amigo tiene un software para seguir tu juego en las salas de póker on-line. Permite analizar tu propio juego y el de tus adversarios para refinar tus estrategias y detectar opciones de mejora (si te mueves en este mundillo y utilizas un Mac, PokerCopilot te va encantar). Me quedé intrigada: parece que se necesita algo más que solo suerte en este juego.
Cambiando de perspectiva… ahora con fundamento
Poco a poco, aprendí las reglas. Pronto descubrí más gente de mi entorno que jugaba. De espectador pasé a discutir estrategias y matemáticas, y experimenté con diferentes estilos de juego. Comentando el nuevo hobby con amigas, me di cuenta de que no era la única que había subestimado las exigencias de la lógica del poker. Se formaron las primeras clases de iniciación (gracias al Espai021) y nació el proyecto Pokerinas.
Así que yo “sabía” que el póker “no me iba”. Y a día el hoy el hobby se ha vuelto tan serio, que doy clases de poker en Barcelona y alrededores. Es un buen recordatorio de que de vez en cuando hay que revisar los prejuicios que tengo frente a mi misma.
¿Qué te dicta tu yo del pasado?
Quizás “sabes” que no te gusta ir a bailar. Tal vez “sabes” que no te gusta el deporte. O puede que “sepas” que no sirves para aprender idiomas. Pero también es posible que simplemente haga falta que lo pruebes otra vez, a ser posible con alguien a quien le fascine el tema. A lo mejor te sorprendes a ti mismo y se te abre un nuevo horizonte.
Y si quieres probarlo con el póker, te invito a que visites mi nuevo proyecto Pokerinas.