Musée d'Orsay
Aunque desde la página web del propio Musée d'Orsay ya indican que los martes es el día de mayor afluencia de público (principalmente porque es el día de cierre del Louvre), decidí acercarme el martes, después de las aglomeraciones del Louvre, cualquier aglomeración me parecería escasa...
Escultura ubicada en la entrada del museo, del grupo "Los seis continentes".
Orsay, fue el museo que más me recomendaron todas las personas de mi entorno que habían visitado París. Y sin duda, para mi también lo es tras su visita, tiene el tamaño perfecto de museo, es decir, puedes verlo en una mañana tranquilamente, es difícil perderte dentro de él y la colección que tiene es excelente.
Es recomendable visitarlo con la tarjeta "Paris Museum Pass" ya que evitarás la enorme cola que se crea para comprar la entrada.
El edificio, antigua estación ferroviaria hasta 1939, se ha adaptado muy bien a las necesidades de un museo, reservando una gran calle central que da acceso a las diferentes salas ubicadas en los dos pisos.
La colección que acoge abarca desde la segunda mitad del XIX a principios del siglo XX, en ella destacan las obras de Millet, Corot, Courbet, Rodin y por supuesto Degas, Gauguin, Daumier o Manet, entre otros.
Las espigadoras, Millet.
Los Parlamentarios, Daumier.
El almuerzo en la hierba, Manet.
Composición en gris y negro nº1 (La madre del artista),
James Abbott McNeill Whistler.
El baile del Moulin de la Galette, Renoir.
Tras visitar Orsay, visité la iglesia más antigua de París, superviviente de la Edad Media, Saint-Germain-des-Prés, cuyos orígenes se remontan al siglo VI.
Y muy cerca se encuentra la Iglesia de Saint-Sulpice, la segunda iglesia más alta de la ciudad.
En su interior hay dos obras murales de Delacroix: Jacob luchando con el ángel y Heliodoro expulsado del templo. Se encuentran ubicadas en la primera capilla lateral de la nave derecha, pero se encuentran en un estado de conservación pésimo.
Ésta fue una de mis grandes decepciones de París, el poco mantenimiento que prestan a estas iglesias (a excepción de Notre Dame, claro!), podéis ver las dos imágenes anteriores como ejemplo.
Foundation Cartier
Y ahora sí, turno de la Fundación Cartier. Me encanta la programación expositiva de esta Fundación y al saber que acogían una muestra de Ron Mueck, la visita era más que obligada.
Desde el 16 de Abril que fue inaugurada y hasta el cierre el 27 de octubre, la muestra tuvo más de 300.000 visitantes, todo un éxito según han indicado desde la fundación. Si podéis, no dejéis de visitar la muestra, en estos momentos está en la Fundación PROA de Buenos Aires (con una gran acogida indican desde su página de Facebook) y a partir de marzo se podrá disfrutar en el Museo de Arte Moderno de Rio de Janeiro.
En total nueve obras, tres de las cuales se exhibían por primera vez, os dejo con algunas imágenes:
Aspectos a destacar:
- Espacio. No es un espacio muy grande, apenas tiene un par de salas, pero la distribución de las obras en ellas era perfecta, permitía contemplar todas las esculturas en 360º, cómodamente, incluso algunas se podían ver desde su patio interior y desde la entrada a la fundación.
- Rigor. La muestra era rigurosa, pocas piezas, bien seleccionadas y que permitían al espectador DISFRUTAR de la visita. No se podían hacer fotografías, ello permitía que la experiencia frente a las obras fuera aún mayor.
- Contenido audiovisual. Se habilitó un espacio para la proyección del documental "Still Life: Ron Mueck at work" donde se podía ver al artista en su estudio, en su proceso íntimo de creación, se pueden ver también a las personas que le ayudaban en el taller, cómo la pieza más grande de la muestra en realidad se monta como un rompecabezas, etc. Creo que lo han sacado a la venta, os lo recomiendo, yo me quedé a verlo tres veces para capturar el máximo de detalles de su personal proceso creativo!
Y hasta aquí mi cuarto día en París, el próximo domingo continúa la sección #6diasenParis :-) Si queréis recordar los días previos: primer día, segundo día y tercer día.