Por Yinett Polanco, tomado de La Jiribilla
Fotos: Kaloian, Bill Hackwell y La Jiribilla
Cierra 2011 con la conmemoración en Cuba del medio siglo de lo que probablemente haya sido el logro cultural más importante de la Revolución: la Campaña de Alfabetización. Sin aquel esfuerzo gigantesco que hizo el país por declararse “territorio libre de analfabetismo” es poco probable que estuviéramos celebrando de un modo tan amplio también los 50 años de la fundación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), los 25 de la fundación de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), los 45 del nacimiento de El Caimán Barbudo…
Sin aquel esfuerzo por hacer de Cuba un pueblo culto, tal vez no fueran tantos los que persiguieran los resultados del Premio Casa de las Américas o asistieran multitudinariamente a los espacios de la Feria Internacional del Libro —que desde hace unos años se extiende por todo el país y que en esta ocasión estuvo dedicada a los Países del Alba— o intentaran no perderse los mejores títulos que cada año propone el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
La UNESCO declaró el 2011 como el Año Internacional de los Afrodescendientes, y eso significó para Cuba la oportunidad de reforzar, y, sobre todo, visibilizar el trabajo de repensar los aportes de las raíces africanas a nuestra cultura y continuar eliminando las desigualdades que, por índole subjetiva, se le atribuyen al color de la piel en nuestro país.
Los barrios de La Habana se vieron invadidos este año de una tropa de músicos, escritores, artistas, quienes, liderados por Silvio Rodríguez fueron a acercar la trova y el pensamiento hasta los espacios más humildes de la ciudad, tal y como, el año anterior, lo habían hecho por las prisiones.
Silvio Rodríguez en el barrio de Jesús María
Otra gira de trascendental importancia fue la que realizó la Compañía de Teatro infantil La Colmenita por los EE.UU. Su recorrido contribuyó a afianzar los puentes de amistad entre los pequeños de nuestros pueblos y a difundir la causa de los Cinco cubanos antiterroristas presos en ese país.
La Colmenita en la ONU
Entre los reconocimientos internacionales recibidos por exponentes de la cultura cubana este año estuvieron el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana para Fina García Marruz, el doctorado Honoris Causa de la Berklee College of Music para Chucho Valdés, el Premio Internacional de Ensayo Mariano Picón Salas para Roberto Méndez, las nominaciones al Grammy de Omara Portuondo, el Septeto Santiaguero y Adalberto Álvarez y su Son; el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Alicante y la Orden Civil Alfonso X el Sabio en la categoría de Gran Cruz, que otorga el gobierno español, para el Historiador de la Ciudad de La Habana Eusebio Leal.
El Festival Jazz Plaza y las exposiciones de obras donadas por Gilbert Browstone, Mi amor al arte, mi amor a Cuba y Caravaggio y sus amigos… en Cuba, exhibidas en el Museo Nacional de Bellas Artes, acercaron a nuestro público a la labor de reconocidos exponentes del arte universal. La literatura cubana conmemoró los cien años del nacimiento de José Lezama Lima y nuestra música celebró los centenarios de Arsenio Rodríguez e Ignacio Villa (Bola de Nieve) y los jóvenes creadores del audiovisual cubano pudieron exponer sus obras, una vez más, en la Muestra de Nuevos Realizadores.
Festival Jazz Plaza
Este 2011 La Jiribilla celebró sus diez años de bregar por Internet. El programa de acciones culturales realizadas para festejar este aniversario incluyó la convocatoria en febrero, de conjunto con La Ventana —portal informativo de la Casa de las Américas—, al II Taller Internacional Medios digitales y contexto social: desafíos ante el cambio, realizado durante los días de la Feria del Libro, donde se le entregó el Ángel de la jiribilla a los fundadores del sitio web español Rebelión Pascual Serrano, Santiago Alba y Belén Gopegui; un concurso de Carteles y otro de Reportajes Multimedia. En mayo de 2011 tuvieron lugar una exposición de Alexis Leiva Machado (Kcho) y la entrega de sendos Ángeles de la jiribilla a Fernando Martínez Heredia y Ambrosio Fornet; y finalizando el año se realizó la premiación, de conjunto con el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, de un Concurso de Carteles por La Diversidad; así como la entrega de otro Ángel de la jiribilla a la AHS por sus 25 años de fundada.
Año de intenso trabajo y múltiples desafíos, así podría definirse este 2011 en el que la cultura cubana ha sido partícipe y pilar del proceso de transformaciones del país porque, como diría José Martí: “El talento viene hecho, y trae consigo la obligación de servir con él al mundo, y no a nosotros, que no nos lo dimos [...] la cultura, por la que el talento brilla, tampoco es nuestra por entero, ni podemos disponer de ella para nuestro bien, sino es principalmente de nuestra patria, que nos la dio, y de la humanidad, a quien heredamos”.