Revista Cultura y Ocio

De lobos y moralejas

Publicado el 08 febrero 2013 por Otroscuentos

De lobos y moralejas

En mi tarea de mandar a fregar platos a la máquina de turno, me asaltó uno de estos megaresúmenes de nuevas temporadas que tanto les gusta hacer a las tv para rellenar y que tanto daño hacen-bye, emoción! hola, ansiado spoiler ¬¬ Y sin pensarlo, mis oídos me sorprendieron con mi voz exterior gritando en euforia desmedida y con el paño en alto: “¡Los lobos, que vuelven los lobos! ¡Mamá, mamá, que no se había acabado, que la echan de nuevo!” y demás versiones de los mismos alaridos… Mi progenitora, sin sorpresa en los ojos, tan acostumbrada ya a mis… cosas, me atajó con un “Ah…” y yo, con mi felicidad hasta los topes, volví a la cocina murmurando las beldades de la historia es cuestión y seguí con mi tarea de manos frías. Ni que decir tiene que, a los dos minutos exactos, tras sacar mi infusión del microondas, mi alegría volvió a los límites normales , es decir… ¿Alegría?

A lo que iba, que durante esos dos minutos, mi cerebro recibió un chute de adrenalina serística impresionante y, sinceramente, sin una explicación racional. Sí, verás, “El misterio de Calenda” está… bien, pero, vamos… que ni por asomo para tanto. Y entendí, sí, lo hice. Porque después me subí a mi cuarto con mi infusión de rutina y murmurando las maldades ajenas como de costumbre y empezó mi otro momento del día, mis minutillos serísticos de después de comer. Y, de nuevo, a reír, llorar, preocuparme, cotillear modelitos, insultar a la pantalla, criticar, maldecir la historia… Lo que es la evasión pura y dura antes de volver al trabajo de nuevo.Y, una vez más, comprendí que para uno serán los coches; para otro, los videojuegos, pasear al perro o el ir a comprar zapatos. Pero, para mí, son estos pequeños episodios en movimiento los que me aportan el relax personal del día que necesito.

Es cierto que tengo mis rachas, y por eso escribo esto hoy aquí, para dejar por escrito que vuelvo a querer las series más que nunca porque vuelvo a tener, también, algunos momentos más de tranquilidad al día. Las series van fluyendo mejor y mi ánimo general se ve influido por ellas. La que escribe no deja de ser una gruñona irremediable, pero, al menos, intenta subir los decibelios de carcajadas diarias y disminuir – en lo posible- los enfados por minuto.

Mi cerebro, en constante ebullición, el otro día me reveló mis 5 pasiones+1 en la vida… Esta es una de ellas, el resto… pues, bueno, a lo mejor me arranco en alguna ocasión a relatar… depende del ánimo, de si me queda de mi infusión rutinaria o de si, simplemente, quieres leerme.

Como cada cuento, me imagino que este también tendrá moraleja…

si la encuentras, va a ser que, mejor,  te la regalo.


De lobos y moralejas

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