Hispania dio posiblemente el mejor Emperador que tuvo Roma, si bien Julio César fue el mejor militar en la República, Trajano lo fue en el Imperio. Lo curioso del caso es que se trataba el primer emperador nacido fuera del “Lacio”, es decir, un provinciano. Nacido en Hispalis (Sevilla) quizá sintió que tenía que trabajar el doble que los demás para llegar alto, y así fue.
Trajano fue el mejor soldado, centrando su reinado en la expansión del imperio, pero también en mejorar las infraestructuras. Atento a las necesidades del pueblo, construyó carreteras nuevas, puentes, mercados e incluso el “foro”.
Fue tan inteligente que, siendo consciente de su debilidad por el vino, decidió que las ordenes que diese después de los banquetes no se tuvieran en cuenta.
Vale, pues de Trajano hemos llegado a Carmena, a Kichi y a Colau. Si, suena gracioso hasta para los lectores de Podemos (confesadlo bribones), suena a coña marinera. Imaginemos los futuros chavales españoles en el siglo XXII estudiando a los clásicos en el tema 5 y luego a los movimientos sociales en el tema 6. Pasarían de estudiar a Trajano, a Napoleón y a Churchill, a Carmena, Kichi y Colau.
Es cierto que la comparación es odiosa porque no estamos en la misma época, pero si miramos unos pocos años atrás, veremos que Gallardón dejó para Madrid una obra gigantesca, la m-30. Se podría decir que fue un Alcalde cuyo legado trascenderá en lo ideológico por su obra civil. Estamos a escasos seis meses del gobierno de Carmena, Kichi o Colau, pero ya podemos entender que si por algo querrán trascender es justamente por lo contrario, por lo ideológico.
Unos cambiaban el entorno para que nuestras vidas mejoren y otros pretenden cambiarnos a nosotros para que el entorno cambie.
Carmena se parece a Trajano en una cosa, que después de una situación distendida, dice tonterías. Pero se diferencia del Emperador en que ella no ha dictaminado que no se le haga caso, mas bien al revés aparece una legión de fanáticos tuiteros que apoyan cualquier estupidez con la que nos desayunamos los madrileños a diario. Madres limpiando colegios, niños recogiendo colillas o reinas magas en las cabalgatas. Estupideces que harían temblar a un gobernante del Partido Popular, pero que al ser de izquierdas, al ser superior moralmente, no pasa nada. ¿Imagináis la que se liaría con Botella diciendo que las madres limpien colegios, o que los niños recojan colillas?, pensadlo diez segundos…
Por lo tanto, Hispania (España) ha ido degenerando en sus líderes, poco a poco, legislatura a legislatura, hasta llegar al límite de lo votable, las carmenas, los kichis y las colaus. Líderes que van a tratar de acabar con la historia en el poco tiempo que estén en los gobiernos, modificando los hechos y manipulando a los más jóvenes, los que aún no saben de que pié cojean. Nos dicen que las calles son “fachas” para que no hablemos de que están sucias, más sucias que cuando llegaron. Nos dicen que las cabalgatas son “machistas” para que no hablemos de que han ocultado toda la simbología cristiana, la que justamente provoca que estemos de “fiestas” como ellos dicen. Y nos hablan de dar de comer a los pobres cuando no han presentado ninguna medida, ninguna, que genere empleo, incluso han provocado la pérdida de las posibilidades de crecimiento, con declaraciones del tipo “ojalá nos bajen el rating” que dijo el Concejal de Hacienda de Madrid (el que viene de quebrar una empresa y dejar 4,5 millones de euros de deuda con Hacienda).
Y lo peor de todo esto no es que esos líderes de lo absurdo hagan y deshagan, lo peor es la legión de fanáticos que les aplauden la locura incluso cuando ven Roma arder. De Iglesias y Nerones hablaremos en el próximo artículo.