Hace unos días hablaba de la fidelidad de muchas aves a sus áreas de invernada, lo cual es un hecho comprobado principalmente por los datos de anillamiento. Un ejemplo de ello es esta hembra de gaviota argéntea europea Larus argentatus 7CJ5, que prácticamente cada año desde que fue anillada en 2011, como ave adulta ya, se registra en el centro de Asturias. Los últimos inviernos sus avistamientos caen en la zona entre Luanco y Bañugues, donde la volví a encontrar esta Nochebuena.
Las gaviotas argénteas europeas son sedentarias o migratorias de corta distancia, y el litoral norte de la Península Ibérica constituye el límite de su área de invernada, llegando cada año una cantidad indeterminada entre unos cientos y unos pocos miles de aves.
Por eso tienen valor estos registros de aves anilladas de esta especie de gaviota, ya que nos permiten conocer la naturaleza de sus desplazamientos. De su escasez da idea el hecho de que del lugar de procedencia de esta gaviota, la isla de Guernsey, de más de 7.000 registros en 2014 sólo 4 se produjeron en la Península Ibérica.
La isla de Guernsey está ubicada en el Mar del Norte, cerca de Francia, aunque pertenece al Reino Unido; un trayecto de algo más de 600 km en línea recta hasta Gozón que nuestra gaviota seguramente no tiene problema en realizar en pocas jornadas. Aquí dejo un par de fotos de su lugar de origen.