Revista Cultura y Ocio

Desagravio al homo videns

Publicado el 17 marzo 2016 por María Bertoni
Desde el 4 de marzo, Generación artificial se proyecta todos los viernes en el Malba.

Desde el 4 de marzo, ‘Generación artificial’ se proyecta todos los viernes a las 22 en el Malba.

Hasta el 1° de abril hay tiempo para ver Generación artificial -atención- sólo los viernes a las 22 en el Malba. A fuerza de originalidad y de un fino sentido del humor, la película de Federico Pintos conquistó a más de un espectador en el BAFICI del año pasado. En aquella oportunidad fue premiada por la Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales y la Asociación Argentina de Editores Audiovisuales.

Reconstrucción del fenómeno cultural que los video-jockeys o VJs protagonizaron en la noche porteña de los años ochenta y noventa, parodia de documental (o mockumentary en la jerga anglosajona), desarrollo de una historia de suspenso con pinceladas de ciencia ficción. Así de polifacético es este ocurrente largometraje.

Pintos recurre a la primera persona del singular para reforzar la apariencia testimonial de este ejercicio lúdico cuyo protagonista es un precursor del videoarte en nuestra ciudad. Acaso inspirado en la técnica de veejing o veejaying, el realizador crea -narra- a partir de la mezcla, en este caso, de géneros y estilos además de imágenes.

A medida que avanza la película, se abren como mamushkas las entrevistas a video-jockeys retirados y en actividad, las consultas a especialistas en artes visuales, programación informática, neurociencias (por ejemplo Graciela Taquini, Mariano Sigman, Marcelo Urresti), fragmentos de ediciones digitales y en VHS, la ficción en torno a un excéntrico ex-colega de nombre Julián Lascano. Al término del largometraje, adquiere especial importancia este personaje obsesionado con la posibilidad de que los seres humanos aprendamos a proyectar con nuestro cerebro imágenes propias en una pantalla.

A priori cuesta encontrarle antecedentes cinematográficos a Generación artificial. Quizás uno muy remoto (pero antecedente al fin) sea El artista de Mariano Cohn y Gastón Duprat. De hecho, como la película protagonizada por el escritor Alberto Laiseca, ésta también invita a reflexionar sobre los límites entre arte, ciencia y charlatanería.

Al igual que sus colegas, Pintos filma con sentido del humor. La diferencia es que se permite una ligerísima dosis de sentimentalismo que convierte al suyo en un divertimento entrañable, sobre todo para los espectadores cuarentones.

En su libro Homo videns. La sociedad teledirigida, el politólogo italiano Giovanni Sartori acusó a la televisión y al video de haber contribuido al empobrecimiento intelectual del hombre, y por lo tanto a la extinción del homo sapiens. Ante el recuerdo de esa hipótesis académica de fines del siglo XX, Generación artificial se revela como posible desagravio.


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