Cómo cada 28 mayo hoy es el día nacional de la nutrición y este año la FESNAD ha propuesto como tema “Comer sano es divertido, la obesidad infantil no”.
Según el estudio ALADINO, de cada 10 niños 1 padece obesidad y 2 sobrepeso. Exponer a nuestro niños a una dieta no saludable es exponerles a un riesgo para su salud que es mucho mayor de lo que en ocasiones pensamos.
En realidad 8 de cada 10 enfermedades que padecemos están ligadas con una mala alimentación y entre ellas hay enfermedades en las que pensamos rápidamente como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares pero también hay otras que relacionamos menos como el cáncer o enfermedades digestivas que también están determinadas por lo que comemos. Pero ¿qué está causando esto y que cuáles son mis consejos para mejorar esta situación?
Comemos mal
Ingerimos calorías en exceso y además no nos aportan lo que nuestro cuerpo necesita. Cada vez se abusa más de refrescos, dulces, comida precocinada, bollería industrial, etc. En definitiva, alimentos altamente procesados que nos aportan un exceso de azúcares y grasas de mala calidad pero que no están aportando a tus hijos las vitaminas y minerales que necesitan.
Si cubrimos gran parte de las calorías que necesita un niño con este tipo de alimentos estamos dejando de aportarle otras calorías en formas de verduras, frutas, legumbres o cereales integrales y, por tanto, le faltan vitaminas y minerales o, nos estamos pasando de las calorías que necesita y por tanto, le estamos causando sobrepeso u obesidad.
Mi consejo para que comer sano sea divertido
- Come bien: eres el modelo para tus hijos. Si les dices “¡niño, cómete la verdura!” mientras tu te comes unas salchichas lo siento, pero yo tampoco te creería.
- La hora de la comida es para disfrutar: sé que a veces es complicado pero siempre os lo recomiendo, no convirtamos la hora de la comida en una batalla campal.
- En una época en la que disponemos de poco tiempo, intenta disfrutar de uno de los pocos momentos que podemos pasar en familia. Te recomiendo que comáis junto y apagues la televisión. Utiliza este momento para hablar con tus hijos y si no quieren comer algo no desesperes y generes un conflicto pero tampoco le des su plato preferido a cambio.
- No les preguntes que quieren para cenar: tu eres la persona que decide como es la alimentación de tus hijos. Una cosa es que les preguntes que quieres para comer un día puntual y otra es que eso sea la norma. Si siempre les dejas escoger es difícil que el día que quieras que se coman lo que tu decidas no se quejen. Habrán aprendido que lo que comen no es tu decisión sino que es decisión suya.
- Mantén tu nevera sana: la mejor manera para que tanto tus hijos como tu comáis sano es no tener en casa alimentos como bollería, refrescos, zumos industriales, etc. y en cambio que tengan a su alcance alimentos saludables. Así tus hijos entenderán que lo normal es comer ese tipo de alimentos y que el resto es algo que pueden tomar algún día puntual.
- Cocina con ellos. ¡No sólo galletas!: es importantísimo que los niños se metan en la cocina. Que toquen los alimentos, que experimenten sabores, texturas, olores…
En muchas ocasiones que ellos cocinen algo hace que ese plato les sea más atractivo por lo que te recomiendo que no sólo cocines galletas o pasteles con ellos, cocina también unas verduras o una tortilla.
Las galletas, pasteles, el chocolate….nos gustan por su sabor pero también porque nos traen a la mente esos recuerdos agradables de cuando los cocinábamos o comíamos en familia. Por tanto, simplemente, intenta crearles esos mismos sentimientos pero con otros platos.
A veces les propongo a los padres escoger 1 día a la semana o 1 día al mes en el que cocinen en familia un plato nuevo. Lo puedes utilizar para introducir nuevos alimentos a tus hijos o para preparar platos de otros países y explicarles de donde vienen. Recuerda no se trata sólo de educar sino de crear buenos momentos junto a ellos.
Nos movemos poco
Cada vez más los niños pasan el tiempo delante del a televisión o jugando a videojuegos y se nos está olvidando la importancia del deporte, no sólo en la salud física, sino en la educación de nuestros hijos. Un niño educado a no moverse difícilmente hará deporte cuando sea más mayor. Además, también perderá la oportunidad de aprender ciertos valores que nos puede transmitir el deporte como puede ser el compañerismo, el trabajo en equipo o la cultura del esfuerzo.
Mi consejo para que movernos sea divertido
- Habla con ellos: pregunta a tus hijos que deporte prefiere practicar. Puede que nos empeñemos en que el niño haga futbol pero a lo mejor a él le encanta la natación. Igual que os digo a los adultos, el ejercicio tiene que ser algo positivo así que si buscas algo te guste será más fácil que los mantengas y lo disfrutes.
- Deporte en familia: empuja a tus hijos a hacer deporte o actividad física desde que son pequeños. Sácalos al parque, juega con ellos, llévalos a pasear. Y, cuando son más mayores, ¿porqué no incluir actividades en familia?. Es importante que prueben nuevos deporten y que experimenten. Recuerdo en mi infancia cómo salíamos a patinar, a esquiar, en bici, de excursión, montar a caballo, hacer canoa, rapel, tirolina…. Realizando actividades deportivas con tus hijos no sólo proporcionas salud sino también momentos increíbles a tu lado que no olvidarán.
En resumen, disfruta dando salud a tus hijos y no les pongas a dieta o les obligues a hacer ejercicio, mi consejo es, simplemente:
“Regálales un estilo de vida”