Revista Cine
Cine argentino ameno pero intrascendente
Días de Vinilo no es mala, pero tampoco cuenta con los elementos necesarios como para retenerla en la memoria y recordarla así como una muy buena cinta argentina. Cuatro amigos unidos desde chicos por el barrio y por su fanatismo hacia la música. El film da sus primeros pasos presentándonos, con la voz en off de Pauls, la historia de cada uno de ellos con sus peculiaridades. De trasfondo, personajes con miedos, estancados por su pasado y con ciertos tintes de inmadurez. Si bien algunos gags son graciosos, Días de Vinilo es más un drama que una comedia, con algunas dosis románticas y un transcurso apacible, manso, dando la sensación todo el tiempo de que al relato le falta “punch” y pisar de una buena vez el acelerador. Entretiene, de forma ajustadísima; de a ratos se respiran aires algo densos, pero el fallo principal de la película radica en las actuaciones. Fernan Mirás lo hace realmente muy bien, al igual que Gastón Pauls e Ignacio Toselli, pero cuando observamos las interpretaciones de Emilia Attias e Inés Efron nos resulta imposible tomarnos la cinta con la misma seriedad. Los tonos de voz y la expresividad que le imprimen estas dos muchachas a sus personajes son deplorables, y este tipo de detalles le restan claramente puntos y solvencia a cualquier film. Algún que otro pequeño pero al cabo buen giro y una grata asociación del mundo de la música con la historia en sí le dan un toque más interesante a este intrascendente rollo dirigido por Gabriel Nesci.
LO MEJOR: algunos toques de comedia. LO PEOR: la actuación de Emilia Attias y en menor medida la de Inés Efron. No entusiasma, falla cuando intenta conmover. PUNTAJE: 5