Dicen que llueve

Il Quarto Stato de Giusseppe Pellizza da Volpedo

Mientras la Generalitat carga contra los manipulados protestantes de las acampadas - que pasan de querer la democracia real a proclamar su superioridad izquierdista o votar la prohibición de la tauromaquia - con una táctica sórdida, tras las elecciones, utilizando el fútbol y, obsérvese, hablando siempre en castellano (imagino que para acabar culpando al "Estado").Mientras la Feria del Libro abre sus stands entre la lluvia con poquísimas visitas para lo que es Madrid y números anuales desastrosos y anuncia, además, que lo que más se va a vender este año son libros de autoayuda.Mientras Alemania nos echa un "cable" manipulando una información dudosa sobre una supuesta intoxicación por pepinos que sólo intoxican allí, dando el golpe definitivo a la única industria que nos queda después de que ellos mismos nos hayan obligado a cerrar todo lo demás.Mientras el país navega sin dinero, sin estructura, sin educación y lo que es peor, sin fibra moral, permitiendo enésimas conversaciones y concesiones con terroristas sin consecuencias para los que las practican.Mientras eso pasa, la crisis, esa crisis que los bancos y los políticos crearon, crece.Y como intentan mearnos y decir que llueve, como siempre, nos han convencido de que la culpa es nuestra, de nuestros días libres, vacaciones, pagas extras, sueldos que ellos nos pagaron, convenios, sanidad pública, seguridad social, indemnizaciones por despido y días de baja. Así, en pocos días, con la connivencia de los sindicatos traidores será aprobada una nueva reforma laboral, la segunda en un año. Si en la época de Felipe González se creó el empleo basura y los 3 millones de parados, con Zapatero se creó la primera bajada de la historia de los sueldos de funcionarios, el fin del Pacto de Toledo y los 5 millones de parados.Ahora, a la reforma que abarató el despido o, mejor dicho, lo fomentó y solo recibió respuesta en comunidades gestionadas por la oposición, se suma la reforma que aboga por el fin del convenio colectivo (eliminando días de asuntos propios), la posibilidad de bajar el sueldo o cambiar las funciones del trabajador sin modificar el contrato, o que la mutua, si el trabajador no se somete a las pruebas que dicte el médico de la misma, da el alta. Conociendo a los "compañeros" que trabajan para mutuas, os aseguro que ese es el fin del estado social.Nos han robado, nadie habla del dinero que se inyectó en los bancos porque ZP dijo "que España lo tenía". Los bancos han repartido bonus en sus direcciones (no dividendos), pero el dinero no volvió. La deuda pública creció para pagar la privada, insaciable. Para pagar los créditos de los trabajadores que los pedían y a los que se culpa ahora de la situación por haberlos pedido y no a los banqueros, que deben haber pasado los últimos veinte años inconscientes, por haberlos concedido.Preveo que vuelve la apretura, el racionamiento, la escasez, el toser sangre, las dieciséis horas diarias, el trabajo de sol a sol, trabajar por comida... Volveremos a ser lo que muchos siempre han querido que fuesemos mientras se respetase su privilegio. Quizá sea hora de traer un sistema que retire todos los privilegios que no procedan del mérito y que castigue a quien apuesta contra la propia economía de su país.Nos mean. Volvemos a ser los del cuadro. Yo os lo digo.