Si tienes pensado comenzar una dieta saludable con buenos hábitos, es posible que te hayas planteado cuál es la diferencia entre pescado azul y pescado blanco.
Ambos tipos de pescado tienen un contenido de grasa diferente, que afecta a sus propiedades nutricionales.
Diferencias entre pescado azul y blanco
La primera de las diferencias es la localización de cada uno de los pescados. El pescado azul vive próximo a la superficie, mientras que el blanco se encuentra más cercano a las profundidades del fondo marino.
El resto de diferencias puedes deducirlas básicamente teniendo en cuenta los desplazamientos que sigue el animal. Los pescados azules viven próximos a la superficie y tienen que desplazarse largas distancias para poder conseguir alimento. Esto hace que su gasto energético sea mayor y, por tanto, tengan más grasa acumulada para ello. Así mismo, su cola suele tener una forma de flecha que les ayuda a desplazarse.
Por otra parte, los pescados blancos que viven en los fondos, tienen el alimento cerca. Es por ello que su necesidad de energía es menor y apenas tienen grasa. Además, la ausencia de desplazamiento hace que la mayoría de ellos tengan una cola plana, redondeada o recta.
El color de ambos tipos de pescado viene explicado por su contenido en grasa, pues esta aporta una coloración más azulada. Teniendo esto en cuenta, puede tomarse como referencia para recordar que los pescados azules son los que tienen mayor cantidad de grasa.
¿Es mejor el pescado blanco o el pescado azul?
En primer lugar, queremos destacar que el pescado es un alimento muy saludable y ambos tipos son recomendables. El pescado azul, a pesar de contener más grasa, es muy aconsejable. Eso significa que sus grasas son insaturadas, entre ellas omega 3. Estas grasas son imprescindibles para nuestro cuerpo e ingerirlas a través del pescado es una buena opción. Además, contiene gran cantidad de vitaminas liposolubles como son la A, D y E. Algunos de estos pescados son la caballa, el bonito, la sardina, el pez espada o las anguilas.
El pescado blanco, por otro lado, tiene un mayor contenido en proteínas y las vitaminas que contiene fundamentalmente son hidrosolubles. Estas vitaminas son las que forman parte del complejo B. Algunos de los pescados de este grupo son la merluza, el gallo, el bacalao, el rodaballo o el rape.
En definitiva, si quieres seguir una dieta saludable, no tienes por qué preocuparte del tipo de pescado que ingerir. La grasa presente en los pescados azules es saludable, pues se trata en su mayoría de grasas insaturadas. No obstante, si quieres reducir el contenido de grasa a través de los alimentos, te recomendamos que escojas preferiblemente pescados blancos, con menor contenido en grasa.
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