También influyó su volumen, 1097 páginas es como para pensárselo, de haberla cogido de inmediato hubiera tardado como un año entero en leerlo y estoy segura que no hubiera disfrutado ni la mitad, porque me sentiría frustrada de no poder leer cuando me apeteciera. Y por último las críticas que leía en la blogosfera, que por aquella época eran más bien malillas, dejando a la novela a la altura del betún en muchas ocasiones, de ahí que se la haya querido devolver en infinidad de ocasiones a su propietaria quién insistía que como ya la había leído no tenía prisa por recuperarla, pero que la leyera porque merecía la pena.
Pasaban los años y la novela continuaba en la estantería con la consiguiente vergüenza por mi parte, debo reconocer que su dueña jamás me preguntó por ella, ni si la había leído, ni siquiera si la había comenzado, para no meterme presión supongo. Así que un buen día me dije, este año tienes que empezar a sacar libros de la estantería, que los hay con más de diez años de antigüedad, ¡¡¡no te da vergüenza!!!, y así nació el reto 12 meses, 12 libros. Cómo bien pensaba, el verano iba a ser mi gran aliado, solo tengo Internet unas horas y luego toda la tarde libre, y cuando el calor aprieta lo mejor es buscar una buena sombra, una tumbona y un buen libro.
El tamaño de esta historia no invitaba a sacarla de casa, no quería convertir mis bíceps en algo escandaloso, ni cargar mi hombro con semejante peso. Así que después de comer, me sentaba en la mecedora y daba rienda suelta a la lectura, coincidió que me lastimé un pie y estuve una semana en reposo y por lo tanto las páginas se iban deslizando entre mis dedos sin que me diera casi cuenta, y en cinco días llegué al final, ni en mis sueños más optimistas había previsto tardar tan poco tiempo.
Sea porque había leído muchas reseñas, y unas ponían bien a la novela y otras a caldo, mis expectativas no estaban tan altas como cuando pedí que me la prestaran. Julia Navarro me enamoró con La Hermandad de la sabana blanca, se reafirmó con La biblia de barro y se convirtió en una de mis autoras de cabecera con La sangre de los inocentes, de ahí que me apeteciera tanto Dime quién soy, y después de disfrutar esta ya esté esperando como agua de mayo, Dispara, yo ya estoy muerto que supuestamente saldrá en septiembre bajo el sello de Plaza &Janés.
Cómo intuiréis de estas líneas la novela ha hecho mis delicias, he disfrutado cada línea, he empatizado con su protagonista Amelia Garayoa, aunque yo no hubiera actuado igual que ella, o eso creo, me lo he pasado como una enana con el recorrido que la autora hace por la historia del s XX y con las idas y venidas de Guillermo que bien podría ser mi alter ego en esta novela, porque me he sentido completamente identificada con muchas de sus reflexiones e incluso yo también hubiera aceptado la investigación y hubiera proseguido con ella cuando todo se me ponía cuesta arriba.
La autor@
Julia Navarro nació en Madrid en 1953, es periodista y ha trabajado a lo largo de su carrera en prensa escrita, radio y televisión. Es autora de los libros de actualidad política Nosotros, la transición; Entre Felipe y Aznar; La izquierda que viene, y Señora presidenta.
Con su primera novela La hermandad de la Sábana Santa, obtuvo un espectacular éxito y alcanzó los primeros puestos de ventas tanto en España como en el extranjero. Con las siguientes La Biblia de barro y La sangre de los inocentes, confirmó su éxito de público y crítica. Sus obras han vendido más de tres millones de ejemplares en todo el mundo y se han publicado en treinta países, entre ellos Italia, Alemania, Portugal, Rusia, Corea, Japón, China, Reino Unido o Estados Unidos.
Sus novelas han sido merecedoras de distintos galardones: Premio Qué Leer a la mejor novela española de 2004, VIII premio de los lectores de Crisol, premio Ciudad de Cartagena 2004, Premio Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao 2005, Premio Protagonistas de Literatura, Premio Más que Música de los Libros 2006.
Argumento
Guillermo, un periodista en paro recibe la propuesta de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, una mujer de la que sólo se sabe que huyó abandonando a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la guerra civil española. Para rescatarla del olvido debería reconstruir su historia desde los cimientos encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzle de su vida.
Marcada por cuatro hombres que la cambiarán para siempre; el empresario Santiago Carranza, el revolucionario francés Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el aristócrata, médico militar vinculado al nazismo Max Von Schuman; la historia de Amelia es la de una antiheroína presa de sus propias contradicciones que cometerá errores que no terminará nunca de pagar y que acabará sufriendo, en carne propia, el azote despiadado tanto del nazismo como de la dictadura soviética.
Burguesa y revolucionaria, esposa y amante, espía y asesina, protagonizará junto a una extensa galeria de personajes inolvidables la aventura de vivir intensamente todo un siglo, desde la España republicana hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra Mundial y los oscuros años de la Guerra Fría. Madrid, Barcelona, París, Moscú, Berlín, Londres, Varsovia, Buenos Aires, o México son algunos de los escenarios de esta gran obra vertebrada entorno a los totalitarismos de nuestra historia reciente.
Como podréis comprobar he ulilizado al sinopsis de la editorial, en este caso Circulo de lectores, una novela tan extensa, con tantos personajes y tantos escenarios es un poco complicado de resumir sin dar claves o pistas innecesarias, pocas veces las sinopsis que facilitan las editoriales me convencen pero esta, sinceramente me parece que resume bastante bien que podemos encontrar en este libro, sin exponer demasiado de la obra, aunque yo hubiera obviado alguna pista, eso sí supongo que es más un gancho que ganas de desvelar el contenido.
Impresiones
Como he confesado no esperaba que esta novela durara tan poco en mis manos, pero ha resultado ser muy adictiva, en algunos momentos incluso trepidante, por cuanto ha vivido Amelia, y en otros más reposada, porque la vida de esta mujer es de película, una vida llena de riesgos, de amores y traiciones, de culpa y de principios inquebrantables. Una mujer que siente que ha cometido un error y que lo ha pagado con creces, con una vida llena de dolor, de sufrimiento.
Ante todo nos encontramos con una novela muy difícil de encuadrar dentro de ningún género, podríamos calificarla de histórica y de hecho hace un recorrido por la historia del s. XX muy bien documentado a través de la investigación que Guillermo hace de la vida de su bisabuela, un recorrido que comienza con la II República española, pasa por la I Guerra Mundial, la revolución rusa, la II Guerra Mundial, la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín que supone la liberación de Amelia Garayoa.
Pero al mismo tiempo se podría considerar una novela negra, y si ese termino parece demasiado fuerte al menos criminal, por cuanto Amelia nos sorprenderá a cada paso que de Guillermo en esa investigación, su participación en las contiendas bélicas es de todo menos inocente. Amelia participa activamente como espía y cuando la situación lo requiere y siguiendo sus principios con la resistencia local a los nazis en el país en el que se encuentre. Amelía demostrará ser una agente muy valiosa, primero sin ella saberlo, luego teniendo conciencia de ello, la española fue una mujer singular, de apariencia frágil y etérea, pero con una fuerza de hierro y una voluntad inquebrantable que la llevaron a sufrir un dolor insoportable que ella siempre creyó merecer y que aguantó con valentía. En su cometido no dudó en apretar el gatillo e incluso detonadores convirtiéndose también en una asesina.
Y por si no tuviéramos bastante con dos géneros también encontramos diversas historias de amor, por que Amelia fue una mujer adelantada a su tiempo, una mujer que no llegó al matrimonio por amor, si no por salvar de la bancarrota a su familia, pero no dudó en ponerse el mundo por montera y seguir al que ella creía el amor de su vida, Pierre un comunista francés, para ello tuvo que abandonar a su marido y a su hijo, la historia que vivió con Pierre en un principio fue preciosa, pero no fue el único hombre de su vida, también Albert un periodista estadounidense con raíces inglesas, vivió un romance con la bella espía basado más en la necesidad de protección por parte de Amelia que en el enamoramiento. El último hombre de su vida sería un aristócrata médico militar del III Reich, a quién arruinó la vida, y a quién se dedicó en cuerpo y alma, a pesar de que la llama del amor ya se había apagado por parte de los dos. ¿La podríamos calificar de romántica? Sin duda, yo creo que sería excesivo, pero su que el amor es un gran acicate en la vida de Amelia y se mueve hacia un lado o hacia otro en aras a este gran sentimiento. Sin embargo el amor más grande lo siente por su hijo Javier, a quién abandonó de niño por no sentirse una buena madre y a quien nunca dejó de querer.
Por ello pienso que es una novela que puede gustar a muchos públicos, porque toca tantos palos que puede ser atractiva para muchos lectores. A mi me ha atrapado por todas partes, pensaba que una novela tan larga podría hacerseme pesada, que seguro tendría muchas páginas de sobra, sin embargo una vez terminada, considero que tiene las que justas, porque una vida tan convulsa, e intensa no se puede narrar en menos espacio.
La novela se divide en seis partes, y cada una de ellas lleva un nombre de varón, Gillermo, Santiago, Pierre, Albert, Max y Friedrich.
Guillermo: Es el periodista que lleva a cabo la investigación, primero por encargo de su tía Marta, la hermana de su madre que mueve los hilos de la familia y a quien Guillermo le tiene poca estima. El encargo consiste en averiguar que fue de su bisabuela de la que nada saben en la familia salvo que abandonó a su hijo cuando era un bebé. Y el reto es complicado porque el abuelo cambió su segundo apellido. Guillermo comenzará a tirar hilos, y conseguirá averiguar el nombre de su bisabuela e incluso conocerá a parte de su familia, y eso sucede tan rápido que te lleva a pensar que para que la autora necesita más de mil páginas para contarte la vida de Amelia.
Que equivocada estaba, esos primeros pasos sobre ser complicados fueron los más fáciles de dar. Al localizar a parte de la familia de Amelia la historia da un vuelco. Las ancianas se avienen a colaborar pero con condiciones, ellas verán el resultado antes que nadie y decidirán si puede o no entregarlo a la familia, Guillermo sabe que las necesita así que acepta. Cuando tía Marta deja de financiar la investigación recogen el testigo las ancianas, pero tendrá que hacerse paso a paso, sin saltos en el tiempo y la vida de Guillermo se convertirá en un constante ir y venir.
Parte de la historia de Amelia la conoceremos a través de dos diarios, que guardaba su prima Laura, conoceremos el carácter despierto de la vasca, su ideología política, sus deseos, sus penas y sus glorias, comprendemos porque Amelia da el paso que da y que lo aboca a ello. También contribuirá a reconstruir esos primeros años Edurne el ama de cría de Amelia que sigue viviendo con la familia. Esos años son los más fáciles de reconstruir porque los conoce la familia y va guiando a Guillermo.
Santiago: Fue el marido de de Amelia, un hombre que la amó con la misma fuerza e intensidad que terminó odiándola. Un hombre que se casó con ella completamente enamorado y que por ella se avino a ayudar a su familia política que se encontraba en la ruina por un negocio fracasado en la Alemania nazi. Un hombre que no supo ni quiso poner freno a las inquietudes de Amelia y que no se dio cuenta de que la estaba perdiendo hasta que fue demasiado tarde. Santiago fue un empresario un tanto peculiar que solía desaparecer sin decirle nada a nadie, y Amelia no fue capaz de superarlo. En aquella época ambos se movían en el mismo ambiente eran partidarios de la República, pero Amelia fue virando hacia el socialismo primero y hacía el comunismo más tarde de la mano de Lola, una mujer que siempre la vio como una rival y nunca como una compañera.
La soledad de Amelia y las ideas revolucionarias, unidas a una maternidad que no sabía llevar por su extrema juventud le hicieron enamorarse de un revolucionario comunista francés, en unos años en que España vivía la República pero esta generaba oposiciones tan fuertes que poco a poco degenerarían en la Guerra Civil, pero Amelía ya no estaría en Madrid, y el hombre de su vida sería otro, Pierre.
Pierre: Un revolucionario comunista, atractivo y con un don de gentes espectacular. Más que enamorarse de Amelia vio las posibilidades que esta le ofrecía. Venció su reticencia a abandonar a su hijo, con la falsa promesa de que volverían a por él una vez hubiera triunfado la revolución comunista. Amelia se dejó engañar, aunque luego se arrepintió en muchas ocasiones. Con Pierre se trasladó a París donde le sirvió de tapadera para sus actividades, sin embargo cuando el papel de Amelía fue más importante fue cuando se trasladoron a Buenos Aires y posteriormente a México. Con se convirtió en agente ciego, y sufrió su primera traición, desilusión y desamor. Con el conoció un nuevo mundo, maduró se abrió paso a la vida, y supo venirse arriba por primera vez. Con Pierre viajó a Moscú y aprendió ruso, y también sufrió por su suerte, aunque fue más amable que la de Pierre.
Albert: A pesar del desamor y la traición sufrida, Amelia se mantuvo al lado de Pierre hasta el final, y Albert vino a recoger lo que quedaba de ella, le unió al norteamericano la necesidad de sentirse protegida y amada, pero en ella se había secado la llama del amor, o al menos eso creía. Con él se estableció en Londres, con Hitler en el poder se convirtió en espía de los aliados a pesar de la oposición de Albert un periodista cuya objetividad le hacía mantenerse neutral.
Al final la guerra separó a la pareja, eso y la imposibilidad de Amelia de amarle como él se merecía aunque sus caminos se cruzarían en infinidad de ocasiones.
Max: Aristócrata alemán, médico del éjercito del III Reich, opositor a Hitler pero incapaz de traicionar a su patria. Amelía conoció a Max en México, y se enamoró de él, pero la integridad del barón que estaba prometido impidió que disfrutaran del su amor, hasta que se reencontraron en Alemania años más tarde y el matrimonio de Max se había convertido en una farsa. Max confió plenamente en Amelia y esta aunque seguía siendo una espía jamás sintió que estuviera traicionandola. A su lado vivió episodios amargos en Varsovia y posteriormente en Dachau, sin embargo en ambas ocasiones Max consiguió sacarla del infierno para volver a él durante años, al cuidado de un hombre amargado, y acabado.
Con Max la vida de Amelia dio vuelcos en muchas ocasiones, tuvo tiempo de echar de menos a su hijo y de volcar todo su cariño en el de Max, vivió episodios convulsos, amó con desesperación a un hombre que debería haber odiado por cuanto representaba, se arriesgó y sufrió, se radicalizó y se convirtió en asesina para proteger a los suyos y una vez más sucumbió al espionaje, para hacer frente a una causa que ella creía justa, en aquel entonces fue la necesidad y el hambre de un niño que no era suyo, pero que ella sentía como tal la que la aboco de nuevo a jugar con fuego y ponerse de nuevo en la boca del lobo.
La vida la llevó a Egipto, donde de nuevo demostró sus dotes de espía dejando al lector con la boca abierta y Guillermo con el veneno de la investigación en la sangre. De vuelta a Alemania no pudo parar, sin embargo lo mantenía en secreto y siempre intentó mantener a salvo a Max y a Friedrich.
Friedrich: es el hijo de Max. La adoró tanto como llegó un día a odiarla, motivos no le faltaban, pero tendrás que averiguarlo tú. Se acerca el final del libro cuando Fiedrich toma las riendas de la narración. La Guerra ha terminado, la situación en Alemania no es la más idónea, se pasa hambre, comienza la Guerra Fria, hay agentes dobles por todas partes, reaparecen en la vida de Amelia personajes del pasado, algunos que no querría recordar pero que le serán útiles. Se levanta el Muro de Berlin a escasos metros de su casa y Amelia vuelve a arriesgarse, Albert de nuevo es el artífice. La narración se hace más emotiva, Fiedrich la recuerda con mucha emoción contenida y lamenta no saber donde esta su tumba para poder visitarla.
La vida de Max extinta desde hace años, expira la misma noche de la caída del muro de Berlín, me ha gustado la metáfora que utiliza la autora, puesto que supone la liberación de Amelia y también el final de los hilos que tirar. La pista de Amelia se pierde en 1989 cuando ayuda a derribar el muro y desparece entre las brumas de la ciudad.
Guillermo siente que ha fracasado, al no poder seguir más su pista, los papeles todavía estan clasificados, sin embargo todavía le aguardan sorpresas. Un final redondo para una novela que te deja sin aliento en muchas ocasiones, que es tierna y dura a la vez, que supone un pedazo de historia a través de la vida de una mujer adelantada para su tiempo, que supo asumir riesgos, que se equivocó en infinidad de ocasiones y lo sufrió en sus carnes, a la que la culpa le corroió las entrañas en más de una ocasiones, y que sin embargo siempre actuó movida por unos principios que siempre creyó validos.
Amelia Garayoa fue una mujer valiente, aunque en un principio algo ingenua, una mujer que siempre creyó tener un lugar en la vida, que sacrificó a su hijo por amor y un ideal, aunque siempre intentó recuperarlo topándose con el muro de la incomprensión de Santiago. Cuando se dio cuenta que jamás recuperaría a su hijo Amelía se dedicó a vivir peligrosamente a combatir todo aquello con lo que había soñado. Combatió a Franco, a Hitler, a Mussolini y a Stalin, su apariencia la de una mujer frágil a la que todos infravaloraban y que era capaz de matar para sobrevivir. Su vida fue una autentica tragedia, desde principio a fin, una vida sin duda apasionante que la llevo por medio mundo, y también la obligó a sufrir vejaciones, maltratos y torturas, que ella soportó sin delatar a nadie.
En ese recorrido por la historia del siglo XX encontraremos personajes reales que le dan mayor veracidad a la historia, como pueden ser Franco, Hitler, Stalin, Mussolini, Carla Alessandrini, Churchill, Paul James, y otros de ficción para dar cobertura a la historia.
Son muchos los personajes que desfilan por esta novela, todos ellos dibujados con cariño y guante blanco, la mayoría con un peso especifico que ayudan a retratar la realidad política y social del momento y del espacio en el que se desarrolla la acción. Guillermo sigue la pista de su bisabuela desde Madrid a Barcelona, de allí a Francia, Argentina, Rusia, Polonia, Londres, Roma, Jerusalén, y a cada paso que da la vida de su abuela le parece más una caja de sorpresas.
Una vida tan intensa contada por varios personajes que estuvieron presentes en su devenir presenta lagunas, que la autora ha sabido sortear de forma hábil recurriendo a figuras como es fácil imaginar lo que allí sucedió, o de lo que hablaron aquella noche... papeles desclasificados que se ponen al servicio del investigador a través de la narración de un archivero... En ningún momento sentimos que nadie esta rellenando vacíos, aparece alguna carta, algún papel o alguien que la conoció y coincidió con ella, o alguna investigación que de soslayo la trata.
La novela me ha apasionado tanto en la forma en que esta contada porque hay trabajo de investigación por parte de la autora impresionante que apenas se nota a lo largo de la narración porque se ha mimetizado en la historia, como los personajes que ha creado, la mezcla entre novela histórica, de espías y romance. Y como no la forma de abordar esta novela, dándole el protagonismo a un periodista, profesión que ella conoce con profundidad por ser la suya, y también la forma en la que le hace abordar la investigación, sin dar saltos en el tiempo, para no obligarle a reconstruir nada después, obligándole a ser objetivo.
De todas las novelas de Julia Navarro, esta me parece la más madura y también la más arriesgada por cuanto es una novela de muy largo recorrido y mantener la atención y la expectación del lector en todo momento era complicado, sin embargo me parece que ha superado su reto y ahora le viene otro mucho más ingente, mantener el listón en su próxima novela que verá la luz en septiembre.
Conclusión
Quizás el verano a pesar de que el tiempo invite a la vida social, sea el mejor periodo para adentrarse en esta novela, por cuanto las horas centrales del día en el que el calor aprieta aconsejan mantenerse a la sombra y nada mejor que un libro y una buena bebida refrescante para combatir los rigores veraniegos. Esta novela a pesar de su extensión se va diluyendose ante nuestros ojos, avanza rápidamente gracias a la forma de narrar de la autora y a los acontecimientos.
Si te apetece un recorrido por la historia del s. XX ameno y lleno de acción sin duda esta es tu novela, no te asuste por su extensión y dale una oportunidad y ya me contarás tus impresiones, seguro que no te es indiferente, además te invita a viajar por medio mundo, tanto en el pasado como en el presente y con tanto recorte muchos no dispondremos de más oportunidades para viajar.
Retos
12 meses, 12 libros
De la A a la Z: N
25 libros de misterio y suspense
reto de caminos: negra y criminal, 10/10 . Circulo de lectores, 2010
25 españoles