JOAN MONFORT" />JOAN MONFORT">">JOAN MONFORT">">JOAN MONFORT">">
Se acabó el tan temido mes de febrero donde el Barça lo ha acabado en la Liga tal como lo empezó, con siete puntos de diferencia sobre el Madrid, pero con cuatro jornadas menos, donde ya sólo quedan trece para el final del campeonato.
Y eso gracias a que el Real Madrid, quien hoy tenía marcado en su calendario como uno de los días que el Barça podía perder puntos (totalmente absurdo si se miran las estadísticas culés en Mallorca en los últimos años), y a pesar de merecer la victoria, se ha dejado un empate en su visita a Riazor, un campo donde en los últimos años ha perdido muchísimos más puntos de los que ha ganado.
Y es que, además de la mala suerte, del calendario, de los árbitros, de los rivales que se esfuerzan, de la falta de fichajes, de los que acompañan al equipo en los viajes, de la prensa contraria que protege a los entrenadores contrarios y de no se sabe cuántas excusas más, tener que jugar con la presión psicológica de que no puedes tener ningún fallo más es una losa que hasta el momento, sólo el Barça de Pep es capaz de soportar.
Porque el Barça, dos horas antes había hecho su trabajo ganando en Mallorca 0-3, con medio equipo suplente y sin cuatro de sus titularísimos, pero sin ni una sola queja por este motivo desde la dirección del equipo, sólo con palabras de confianza y ánimo a los que debían jugar. Y estos no habituales corresponden con un excelente partido, en especial de Keita y Adriano. Y además, hoy ha debutado un nuevo jugador del B, Montoya, lo cual ni siquiera es ya noticia ni novedad, sino que entra dentro de la rutina de este equipo.
De nuevo, como sucedió tras la derrota blanca en Pamplona, el entorno puede pensar que la Liga está ya sentenciada. Y aunque es obvio que matemáticamente aún no lo está, hoy se ha dado otro pequeño gran paso hacia ese título, más aún si uno escucha la lamentable y penosa rueda de prensa de equipo segundón, pequeño, cobarde y llorón, que ha realizado José Mourinho tras el partido en Riazor. Un club con la Historia del Real Madrid no se merece que tal individuo esté sentado en su banquillo, pero ellos lo quisieron así, bajo el lema de que “ganaba títulos”. De momento, a estas alturas, ha conseguido un punto menos en Liga que su predecesor.
Pero todo esto cambia de una jornada para otra, y si el Barça no vence en Valencia este miércoles, el Madrid, con un partido fácil en casa ante el Málaga, volverá de nuevo a subirse al carro de la Liga. Seguro que tras lo de Gijón, Pep lo tendrá más fácil en su motivación al equipo, pero quizás no diga ninguna tontería si digo que el próximo partido de Mestalla es más de media Liga.
Pero pase lo que pase el Barça tiene margen de error, porque se lo ha ganado partido a partido, jugando como un equipo y sin necesidad de buscar continuas excusas para justificar u ocultar ciertas carencias.
Esa es la diferencia.
Foto: www.sport.es