Tras haber recibido sido puntuado con una nota perfecta en Famitsu (40/40), siendo el primer juego para una portátil que consigue tamaña hazaña, unos cuantos meses después llega a nuestro país la novena entrega de la que posiblemente sea la saga de RPG más mítica del País del Sol Naciente -vamos, de JRPG-.
La historia de este DQ es como una versión un tanto freelance de la biblia, con algo de mitología nórdica y griega, mezclada con enfermedad mental japonesa; lo que desde el primer minuto se hace palpable al ver que nuestro protagonista es un celestial, ser alado con un halo que tiene como misión vital velar por los humanos, procurando que sean bonicos y recoger la gratitud que de sus corazones desprenden las buenas acciones del pseudo-ángel para que éste pueda ofrecerla a Yggdrasil, el gran árbol sagrado que está en el Observatorio (lo que viene a ser la casa de los celestiales), con el fin de que éste produzca frutos, momento en el que los celestiales volverán al lado de Zenus, el dios todopoderoso que creó el mundo, los hombres y supongo que los limos que por el mundo pululan. Pero no os creáis que el juego entero se basa en ir de aquí para allá volando cual pato salvaje, porque al poco de empezar el juego nuestro querido protagonista consigue recoger la benevolencia que restaba para que el árbol pariera su fruta, siendo entonces cuando de la tierra se elevan unos rayos la mar de poochies que se cargan el observatorio y empujan a nuestro encarnado directamente a la tierra, donde al despertar descubrirá que no tiene ni alas, ni halo ni nube Kinton.
Dejando un poco de lado la sinopsis que he hecho en un momento de hartazgo mental consecuencia del calor, el sueño y el studium; os comento que el juego desde el primer minuto enamora; y no me refiero al primer minuto de juego, sino antes incluso, con un vídeo poderosamente chanquete que sirve para ir haciendo la boca agua (y pensar que no hace mucho tenía que ir moviendo mi game boy porque dependiendo de cómo estuviera la luz no se veía la pantalla...).
La OST es del estilo de otros DQ, aunque había un par de melodías que no me sonaban un carallo y creo en consecuencia que son nuevas. La historia, a pesar de la mezcla extraña, me ha gustado y el modo online no lo he probado, por lo que no puedo decir más que lo que he leído por ahí: que tiene un modo cooperativo que según dicen está psché, pero lo que peta realmente es la posibilidad de pillar nuevas quest, comprar objetos chidos y poder dialogar con personajes de entregas anteriores, lo que sin duda sirve para alargar poderosamente la vida del juego. Y hablando de personajes de entregas anteriores, tras pasarnos el juego podremos acceder a cuevas del tesoro en las que nos encontraremos con los malotes de las mismas.
Sobre la duración de la historia principal, en mi caso sólo he podido jugar un poquito cada noche, salvando el fin de semana que pasé en Murcia que jugué un poco más; pero estimo que está en torno a las 6o horas (lo que está muy bien).
La jugabilidad es idéntica a la de cualquier otro JRPG por turnos, pero sin "enemigos sorpresa" -lo que significa que los monstruos los ves en el juego y si quieres liarte a palos con ellos sólo tienes que acercarte o moverte cerca de ellos para que te persigan más rápido que Flash-. La dificultad me ha parecido un poco más bajita que la de otros juegos de la saga a los que he jugado, aunque cierto es que tras haberlo pasado bastante mal en anteriores ocasiones, las primeras horas de juego me dediqué a levear como una rata humana. Otra cosica que mola bastante es ver los cambios en la apariencia que provocas en tus personajes al cambiarle el equipo.
Tras la lectura de los bartechos que acabo de escribir, es factible que más de uno piense que el juego no tiene ninguna pega, lo que en ningún caso sería acerado. Y es que los centinelas del firmamento tiene un par de cosillas apreciables que me han tocado la moral:
- Los personajes secundarios no tienen fondo, ni historia. Son personajes aleatorios que no pintan nada en la historia, que eliges al poco de empezar el juego y que puedes cambiar en cualquier momento (triste pero cierto)
- Es relativamente fácil hacerse con una cantidad poderosa de oro en poco tiempo, lo que facilita petar a los personajes con armas y armaduras -y eso no mola-
- Había otra cosilla que me había vilipendiado, pero ahora mismo no me viene a la mente (posiblemente este post se lleve el premio al más cutre que haya escrito)
P.D.: se me había olvidado comentar que la traducción es la pasada xD