Aloha cocinillas,
Seguimos con los ricos alimentos que nos proporciona la estación de otoño y, como no puede ser de otra manera, uno de los más ricos y completos es el boniato ( batata, en México se conoce como camote y en otros países de Latinoamérica como papa dulce).
Esta receta está riquísima y es realmente rápida y sencilla.
Yo la conocí en Astrid Tapería Orgánica ( Málaga) y desde ese momento me quedé enamorado de ella. Por cierto, si pasáis por Málaga y queréis comer sano no podéis dejar pasar la oportunidad de visitar este establecimiento.
Yo lo he presentado en un vasito de yogur con yogur griego natural y un poco de fruta de la pasión pero esta elaboración puede servir para multitud de recetas más elaboradas como pasteles, brazos de gitano o tartas, entre otras. Es muy versátil y está tan rica que pega con todo.
Así que sin más rollos, ¡vamos al lío!
- INGREDIENTES
-3 o 4 boniatos ( según lo grandes y la cantidad que queremos obtener)
-miel de caña ( o en su defecto miel normal o siropes: ágave, maíz, arroz… o melaza o el endulzante que más os guste)
-yogur griego natural
-el zumo de uno o dos limones
-1 o 2 piezas de fruta de la pasión
-hierbabuena para decorar
- ELABORACIÓN
1. Lavamos los boniatos y bien o los asamos en el horno o los cocemos en una olla que les cubra bien el agua. Si los asamos al horno saldrán más los azúcares del boniato y tendrá un color más dorado nuestro dulce de leche. A mí me gusta más al horno, pero de las dos formas sale rico. Una vez estén blandos por el centro los dejamos atemperar.
2. En un procesador, batidora o similar los echamos sin pieles ni impurezas y añadimos un chorro generoso de miel y el zumo del limón. Batimos a máxima potencia unos 2 o 3 minutos, hasta conseguir una textura tersa y suave, si vemos que está demasiado pastosa añadimos un poco de agua, muy poco a poco, para que no nos quede líquida. En thermomix ( u otro robot) programamos unos 4 o 5 minutos más a 70 grados y en cuanto llegue a esa temperatura ya está lista ( esto nos dará una mejor textura y nos ayudará a conservarla más tiempo). Si no tenemos robot podemos hacerlo en un cazo a fuego medio, cuando empiece a burbujear retiramos.
3. Ponemos en los vasitos hasta la mitad o algo más. Añadimos el yogur griego y la pulpa de la fruta de la pasión. Decoramos con alguna ramita de menta o hierbabuena antes de presentarlos.
Y listo, una combinación sencilla pero muy resultona y de sabor y textura increíble.
La mezcla con el yogur griego va genial pero también podríamos omitirlo.
Queda una textura y sabor igual a algunos yogures de caramelo industriales, muy rico.
Espero que lo hagáis y lo disfrutéis.
Un saludo,
Jorge Ruiz