Tras 16 años sin alcanzar el éxito mundialísta, EE.UU. vuelve a lo más alto.
Tras llegar a Turquía con la etiqueta de "equipo B", de selección de prueba y tras ganarse críticas de todos y por todos lados, finalmente, dicha selección, liderada por Kevin Durant pero comandada por la veteranía de Chauncey Billups y Lamar Odom ha terminado por lograr lo que Estados Unidos no lograba desde 1994, ser campeones del mundo. Nunca se le ha dado mucha importancia allí al mencionado acontecimiento. Mismamente, este pasado domingo se jugaba, sino me equivoco, el torneo nacional juvenil de "football" americano y la mayoría de la población estadounidense optó por ello en vez de animar a su selección en su última travesía por Turquía.La final no tuvo color. La selección anfitriona, Turquía, se presentó en el estadio satisfecha por haber logrado una medalla y parece que optó por tirar la toalla y conformarse con la plata aún antes de la finalización del segundo cuarto. La segunda parte del partido mostró una superioridad americana total. Kevin Durant no necesitó tan siquiera sudar y en el último cuarto se permitió el lujo de descansar. La buena racha de Odom en los compases finales y la gran defensa mostrada durante todo el campeonato por el combinado estadounidense fueron más que suficiente para mantener la distancia e incluso, alargar más la distancia en el marcador.
Kevin Durant, por si había dudas de su liderazgo, este año se ha encargado de disiparlas.
A destacar sin duda el gran rendimiento ofrecido por Kevin Durant, pero también por Russell Westbrook, Lamar Odom, Chauncey Billups, Andre Iguodala o Stephen Curry en los minutos que tuvo. Por contra, resaltar el penoso mundial que se marcó Derrick Rose, curiosamente, a quien se prefirió en lugar de Rajon Rondo.El sabor de boca dejado por la final no fue del todo bueno. Seamos sinceros, nadie se esperaba esa diferencia, menos en la final, y contra el anfitrión, pero los turcos no supieron amoldarse a las exigencias del encuentro, a pesar de los apoyos del público, quienes acabaron incluso aplaudiendo algunas de la acciones finales de los de la USA Basketball.
La selección B ahora resulta que ha rendido mejor que el "redream team". Tras bajarse todos del carro este año, parece que muchos de ellos volverán para la siguiente fecha. Algo que quizás haga desestabilizar de nuevo lo más parecido a un equipo que los norteamericanos han sabido combinar en esta década.
Por el bien del baloncesto, esperemos no ver más en competiciones oficiales a LeBron James y cía. No pido poco ni nada. Lo cierto es que tras este gran equipo, al menos defensivamente hablando, lo más posible es que volvamos a ver la peor cara de los norteamericanos. Como casi siempre, engreídos, chulos, arrogantes... algo que sin duda Kevin Durant parece no tener, esperemos que así sea y podamos por fin admirar a una verdadera estrella.
Muchos lo han escrito ya, yo me reafirmó, una nueva era a comenzado en la liga. El legado de Kevin Durant.
Por el lado turco, como corresponde, me gustaría destacar el gran mundial de Hedo Turkoglu, además del paso al frente de Semih Erden. Nuestra ronda del draft, aún sin debutar en NBA, ha sabido cumplir su papel de un modo más que aceptable. Movimientos al poste, defensa, rápidez, agilidad, salto y dureza son las características sobre las que se basa, algunas más perfeccionadas que otras. No obstante, aún dista mucho de ser un jugador fiable para la rotación, con lo que será segura su participación en la D-League. Esperemos que Doc le conceda algunos minutos, para así poder ver el verdadero potencial de Erden en la liga. Sin duda, de la mano de Garnett, Pierce, Shaquille.... que aprenderá bastantes fundamentos.