Durante estas vacaciones he leído un libro que me ha emocionado. Me ha abierto el alma de Cerdeña con sabiduría, con delicadeza, con conocimiento profundo de cómo son las cosas allí. L'acabadora de Michela Murgia es su título (Proa, Barcelona, 2011. La acabadora, La Salamandra, Barcelona, 2011, en castellano. L'accabadora, en el original italiano, Einaudi, Torino, 2009) y me ha recordado tanto a Mallorca en alguna de sus cosas (sobre todo en esa parte del alma, la agrícola, tan presente en las islas del Mediterráneo, sobre todo en las grandes), que no me resisto a terminar el cuaderno de 2011 sin proponeros la lectura de un fragmento. He leído la versión catalana de Mercè Ubach (extraordinaria, elegante, impregnada de espíritu sardo, incluso en su sintaxis. Una maravilla) y, puesto que no tengo la castellana a mano, ofrezco mi traducción (pp.39-40). ¡Es tiempo de vendimia en el Mediterráneo!
"Nunca se sabía con certeza cuándo empezaría la vendimia, porque era el viejo ciego Chicchinu Bastíu quien decidía cual era el momento adecuado, a saber, exactamente el día antes de que el aire oliera a uva a punto de convertirse en mosto. Los nietos le llevaban cada día al viñedo y él, con los ojos cerrados, olfateaba solemne el viento ligero que llegaba del mar y acariciaba las cepas. El viejo afirmaba que percibía, en el paso del aire que agitaba pámpanos y correteaba entre prietos racimos, la voz del vino que estaba por nacer, como una partera experta. María nunca se cansaba de escuchar esa leyenda." Qué bonita historia, en tiempos de refractómetros...
Acabamos de marchar de Mallorca, con la vendimia en marcha, y ya estamos pensando en volver. Esto no tiene remedio, lo sé, y si los dioses nos son favorables, el año que viene seguiremos con esta exploración del alma mediterránea. Vivir unos días al año en la isla (sucedería algo parecido con Cerdeña y con Sicilia, por lo menos...) es, ni más ni menos, que conocer un poco mejor cómo somos. Con eso me conformo...para el tema de "hacia donde vamos", necesito una nueva selección de vinos y espumosos en la que ya ando...¡Gracias por haber seguido un año más este Cuaderno de Mallorca!