Julia Martínez Rubio y Julián Calviño encarnan a dos ex amantes que se toman una noche de verano para desandar el camino que transitaron juntos años atrás. Su desempeño actoral constituye una de las virtudes de Vapor, crónica de una despedida demorada -casi extemporánea- que mañana jueves desembarcará en el cine Gaumont y en el Centro Cultural Cotesma de San Martín de Los Andes.
Mariano Goldgrob es el autor de esta ficción que se pre-estrenó en abril pasado en la sugestiva sección Panorama/Pasiones del 18° BAFICI, y que por momentos parece inspirada en la memorable trilogía Antes del amanecer, atardecer, medianoche del estadounidense Richard Linklater. Con escasos recursos técnicos pero con una buena dosis de precisión y sensibilidad, el guionista y director argentino recrea uno de esos reencuentros que se revelan necesarios para cerrar las historias de amor, en especial aquéllas que quedaron truncas.
Mientras comparten recuerdos y se ponen al día, los protagonistas deambulan por calles solitarias de una Buenos Aires calurosa y “seca” al decir de ambos. Sin embargo, la directora de fotografía Soledad Rodríguez consigue mostrar el vapor que emana de la confesión de fantasías y de relatos protagonizados por algún fantasma del pasado.