En esta entrada, nuestro profesor Jose Antonio Rosado, especialista en enología y restauración, hace un repaso de las claves para realizar una cata de los diferentes tipos de vino. Descubre algunos secretos de los enólogos profesionales.
CATA DE LOS VINOS ESPUMOSOS
Estos vinos espumosos siempre nos rodean en las celebraciones y fiestas sin poder apreciar lo que verdaderamente esconden, vinos de alta gama con buenas notas de cata y de percepción.
En la vista tendremos que fijarnos en su color sin perder a sus burbujas, pasa igual que en los vinos blancos tonos claros para los más jóvenes y tonos evolucionado para aquellos que tengan guarda, sus tonos variaran desde el a amarillo pálido, limón, paja, dorado, oro y dorado viejo, sus ribetes serán o amarillos verdosos o dorados. El perlaje será muy significativo, estas burbujas son producidas por el carbónico que contienen, en la parte superior se nos formara la corona o anillo teniendo una acumulación de burbujas, estas burbujas subirán a la superficie formando el rosario, este rosario variara según su juventud así siendo más grueso para vinos jóvenes y más fino para vinos con más crianza.
CATA DE LOS VINOS BLANCOS
Los vinos blancos son ligeros, frescos y con toques ácidos, estos vinos han pasado de ser los grandes olvidados a estar más presente que nunca en la actualidad, si estos blancos son jóvenes se deben tomar en el año hasta llegar al año y medio para que no pierdan ninguna propiedad, solo algunos blancos serán de guarda y estos tendrán otras tonalidades y aromas de cata.
En el gusto podremos apreciar ese paso en boca fresco y con tono ácidos que no molestan gracias a sus sistemas de elaboración cada vez más eficaces y modernos hacer al vino blanco un vino muy apetecible y agradable de beber, el sabor dulce lo dará la graduación alcohólica mientras que el acido se lo dará los azucare residuales producto de la fermentación y elaboración, estos dos sabores son los predominantes en el vino blanco.
LA CATA DE LOS VINOS ROSADOS
Los vinos rosados cada vez son más apreciados y solicitados, teniendo a dos grandes competidores el tinto y el blanco han pasado a un segundo plano, ahora con las nuevas elaboraciones se consiguen vino rosado esplendido y poco a poco se va haciendo hueco en ese primer lugar de vinos apetecibles.
En la boca notamos sedosidad y frescura rápidamente, el posgusto será más largo que en los blanco, los rosados jóvenes serán más frescos y suaves en comparación con los rosados evolucionados serán más táctiles y ácidos en boca, teniendo también mas estructura y equilibrio estos rosados no se refieren a los evolucionados por el tiempo si no a los evolucionados en calidad de elaboración. La vida del rosado será del año, al año y medio después pasara a una evolución negativa y en declive perdiendo color, aromas y matices.
LA CATA DE LOS VINOS TINTOS
El vino tinto es el grande entre los grandes, el más catado y bebido, sus posibilidades nos dejan poder probar estos vinos en diferentes periodos de madurez o crianza así teniendo desde un vino del año joven hasta llegar a grandes reservas donde el paso de los años le dará ese carácter y tonos peculiares de la crianza.
En la fase visual observaremos su capa, los vinos más jóvenes presentan colores violetas, morados y purpuras siendo más brillantes y ligeros, el paso del tiempo afectara a la capa del vino tomando colores anaranjados y tonos teja al igual que las precipitaciones o pozos encontraremos mas posos en vinos más viejos, pero hoy en día ya no se ve un defecto el dejar sedimento sólidos en la botella puesto que se hace aposta de dejar estos posos al no pasar tantos controles de filtración, siempre se podrá remediar esos pozos mediante la decantación.
LA CATA DE LOS VINOS GENEROSOS
Los vinos generosos son los grandes olvidados de España, son grandes vinos se miren por dónde se miren, en su elaboración, su crianza, su sabor, tienen todo para ser los más grandes, pero las modas los hacen estar a un segundo plano, son vino elegantes y sorprendente a la hora de su cata.
En la vista tendremos vinos desde el amarillo pálido de la manzanilla con sus ribete amarillo verdoso y el fino de jerez siendo en tonos más dorados, el amontillado con su color ya evolucionado e intenso con tonalidades ámbar y anaranjados oscuros, pasaremos a los caobas de los olorosos y tonos caramelo así llegaremos a los más dulces teniendo tonos oscuros, estas tonalidades van en concordancia con su azúcar, a mas azúcar más intenso será el color.
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