No hace falta ser un experto en gastronomía para saber quién es Ferrán Adriá y saber (al menos de oídas) de la revolución que su propuesta ha supuesto para el mundo de la cocina internacional. Una propuesta tan innovadora llegada a ser catalogada como arte.
El Bulli. Caja de postres
Este año me voy de vacaciones invitándote a recorrer conmigo una exposición en la que conocerás los la historia de este emblemático restaurante desde sus inicios hasta su cierre el año pasado.
La exposición empieza con un homenaje a todos los profesionales que hicieron realidad El Bulli, desde sus inicios, pasando por el año 2000 cuando Adriá empieza a transformar la forma de entender la comida, hasta su cierre.
Es increíble leer como algunos de los cocineros más importantes del mundo han pasado por su cocina.
A su lado un vídeo genial, que refleja la última cena servida en el restaurante. Allí estuvieron casi todas las personas que pasaron por el restaurante a lo largo de su historia, celebrando con Adriá el emotivo momento de llevar al comedor el último plato. Es genial y transmite tal emoción que te hace pensar que estuvieras allí.
Después una narración cronológica el restaurante desde su fundación, hasta la llegada a su cocina de Adriá en a través de fotos, cartas de menús, contratos y fotografías.
A partir de aquí… ¡comienza el espectáculo!
La segunda planta se centra en el trabajo de investigación de Adriá y su equipo. En 1987 y con 25 años logra el puesto de jefe de cocina y poco después, tras un encuentro con el prestigioso chef francés Jacques Maximin, comprende que debe de dejar de reinterpretar los platos de la cocina de toda la vida para empezar a crear.
Son geniales los libros de cocina, llenos de apuntes, dibujos, auténticos libros de apuntes.
Hay pantallas interactivas con detalladas explicaciones de cada nueva técnica creada, o plato inventado.
Un sin fin de maquetas de alimentos para jugar con la presentación de los platos, hornacinas con los utensilios de cocina creados expresamente para esta cocina, menaje… Todo de diseño, sin dejar nada al azar.
Para terminar, la relación de la cocina de El Bulli con la ciencia, con la búsqueda constante de nuevas maneras de hacer cocina, y para terminar una breve introducción al futuro, a la fundación a través de la que Adriá quiere continuar su investigación.
Somerset house. Londres. Hasta el 29 de septiembre
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