Revista Cocina

El camarero: ese finísimo actor

Por Maestroansaldi

"Nuestro trabajo es complejo e ingratamente superficial, no lo compliques"

Un camarero finge todo el tiempo ante sus comensales. Actúa buscando la satisfacción de ese comensal.
Ese mismo camarero finge cuando habla con sus encargados. Seguramente tiene cosas para decirles, pero no las dice porque ellos responden a la voz de mando de los propietarios gastronómicos, quienes haciendo un juego de espejos ven al empleado como un posible delincuente. La mayoria nunca aceptaría el consejo de un camarero.
Y tal vez, ese camarero confecciona un personaje ante su familia. Otro más; diferente.

Solamente en dos lugares el camarero tiene prohibido fingir: en el patio de camareros y en la cocina.

Entre colegas no existen eufemismos. Pasamos muchas horas y las cosas deben decirse como son y con pasión. Sin atenuantes, sin ironías. La cruda verdad. Pues es ahí cuando la gastronomía de servicio comienza a moverse. Cuando los cocineros y los camareros no fingen entre ellos.


Así es como deberíamos tratarnos entre camareros y cocineros.


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