El proceso de cambio climático se produce como consecuencia del calentamiento global y el efecto invernadero. Estos términos no hay que confundirlos. El calentamiento global es el proceso de aumento de temperatura en todo el planeta. Sin embargo, el efecto invernadero es un proceso más complejo.
La radiación que llega del exterior de la atmósfera terrestre no puede volver a escapar al exterior por la capa de gases de efecto invernadero, por lo que esta radiación se queda atrapada en la superficie produciendo el temido calentamiento de la Tierra.
Esquema del proceso de efecto invernadero. Créditos: escuelapedia
Gracias a este proceso, la temperatura en la superficie es la ideal para que pueda existir vida en la Tierra. Sin embargo, un aumento excesivo de gases en la atmósfera produce un excesivo aumento de la temperatura global media de la Tierra.
Gases de efecto invernadero
Los gases de efecto invernadero son aquellos que impiden que la radiación solar reflejada en la superficie de la tierra pueda escapar al exterior. Estos gases son en su mayoría dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y clorofluorocarburos (CFCs).
Porcentaje de emisión de gases de efecto invernadero en la actualidad. En cada uno de ellos se observa la procedencia y el porcentaje en la atmósfera. Créditos: Biblioteca digital del ILCE
Estos gases se liberan como consecuencia de procesos naturales, como por ejemplo en erupciones volcánicas o por gases de desecho producidos en el metabolismo de animales rumiantes.
Desde que comenzó la revolución industrial en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII, estos gases comenzaron a emitirse en mayor cantidad, debido a la quema de combustibles como por ejemplo el carbón para generar energía. En la actualidad, la industria en las grandes ciudades, los medios de transporte, la deforestación, el uso de aerosoles con CFCs, y en general la contaminación del medio ambiente agravan este problema.
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Consecuencias
Por supuesto que un aumento de la temperatura global tiene efectos negativos. Estos son algunos de ellos.
– Disminución de los glaciares y de la capa de hielo de zonas polares. Está más que claro que este cambio produce un aumento del nivel del mar.
– Aumento del nivel del mar. Es evidente que si la tierra aumenta su temperatura, se produce el deshielo en las zonas polares. Este deshielo hace que el nivel del mar aumente en las zonas de costa. El aumento del nivel del mar este último siglo ha sido de entre 10 y 20 cm, un aumento considerable en tan poco tiempo.
– Cambio a climas más extremos. No tenemos que indagar mucho para darnos cuenta que está cambiando el clima, los inviernos son más templados y las temperaturas en verano son más altas y extremas. Las tormentas son cada vez más fuertes arrasando con pueblos enteros.
– Pérdida de hábitats. La pérdida de zonas habitadas por muchísimas especies provoca migraciones de éstos buscando nuevas zonas donde vivir. Esto provoca cambios en sus interacciones y desaparición de especies. La biodiversidad se empobrece.
¿Cómo frenarlo?
Créditos: Flikr/ jacinta lluch valero
Seguro que ya habéis oído hablar de él, el Protocolo de Kioto, un acuerdo establecido en el año 1997 entre los países para frenar el proceso del cambio climático tan acelerado en el último siglo y que con excepción de los Estados Unidos, todas las partes que son países altamente industrializados han ratificado dicho Protocolo. Éste se ha modificado posteriormente y algunos países han conseguido reducir las emisiones de gases de efecto invernadero considerablemente con respecto a los niveles de emisión de los años 90. En la actualidad existe un segundo periodo del protocolo de Kioto, desde 2013 hasta 2020, periodo en el cual las naciones implicadas tendrán que seguir reduciendo los niveles de emisión de gases a la atmósfera. Por un momento tendríamos que pararnos y reflexionar sobre lo que hacemos en nuestro día a día y poder colaborar. Ahora que estás más informado sobre el cambio climático, ¿qué te propones hacer? Estos son algunas propuestas al alcance de todos para mejorar día a día nuestro planeta y cuidar el medio ambiente.
– Apaga la luz. El simple gesto de apagar la luz para consumir menos energía no renovable, sería el primer paso. El uso de bombillas de bajo consumo por ejemplo, reduciría bastante tanto la energía consumida como nuestra factura de la luz.
– Recicla. El reciclaje de la basura que producimos cada día contribuye a cuidar el medio ambiente. El vidrio, papel y plásticos generan deforestación y contaminación de las zonas con mayor biodiversidad, empobreciendo los océanos y con ellos, las millones de especies que viven en ellos.
– Deja el coche y camina. Porque además de que caminar es saludable, si dejas el coche aparcado estarás reduciendo las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes a la atmósfera, contribuyendo a mejorar la calidad del aire en tu ciudad y frenando el efecto invernadero.
Si además estás interesado en conocer lo que se está haciendo en la actualidad para frenar el cambio climático, no dudes en consultar la bibliografía.
Bibliografía consultada
Janneke Hille Ris Lambers (2015) Extinction risks from climate change. Science, Vol. 348 no. 6234 pp. 501-502.
Fuentes consultadas
www.ipcc.ch
cambioclimaticoglobal.com
www.wwf.es
www.greenpeace.org
Licenciada en Biología.
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