Revista Cine
José Israel Carranza (@azotecarranza en twitter) escribió un lúcido textosobre el canon literario y el papel que juega en él figuras como el "cascarrabias" e "ideático" Harold Bloom. La idea de Israel es simple: teniendo uno tan poco tiempo para leer, elegir entre la nueva novela de vampiros de Carlos Fuentes y las Meditaciones, de Marco Aurelio, no debería ser un problema (por cierto, este ejemplo de Israel me hizo el día: he leído las Meditaciones por lo menos unas tres veces y es hora que no me animo a leer otro libro reciente de Fuentes). Entonces, para no "jerrarle" -como dirían en el rancho- habría que refugiarse en los clásicos: después de todo hay cinco mil años de literatura para elegir bien y dejar de ser esclavos de las mesas de novedades. Sin embargo, como dice bien Israel, el asunto no es tan sencillo: ¿y si por estar leyendo sólo a los clásicos se nos pasa conocer al nuevo Kafka, al sucesor de Plutarco?Pasemos al cine: para fortuna de los cinéfilos, el llamado séptimo arte no tiene 5 mil años de antigüedad sino poco más de un siglo. Sin embargo, la tensión es la misma: si uno es cinéfilo y más, aún, si uno se dedica a la crítica de cine, hay que estar con un ojo al gato (la cartelera de la semana) sin descuidar el garabato (los clásicos que hay descubrir, los filmes que son obligados a revisar y, además, la infinidad de cintas que es necesario volver a ver de vez en cuando). Y para ello, ni modo, hay que leer, por más "cascarrabias" e "ideáticos" que puedan parecernos, a los equivalentes de Harold Bloom en el cine: Andrew Sarris, David Thomson, David Bordwell, los cinecríticos de Sight and Sound, las listas de Kinema Jumpo o las de Cahiers du Cinema... O sea, hay que volver al canon, por más que a algunos les saque roña -total, cada quien sus traumas.Pero, ¿cuál canon?, ¿el de quién?, ¿de cuál revista? En el espléndido blog The Shoot Pictures, Don't They? han hecho un espléndido ejercicido de análisis fílmico-canónico. Tomando en cuenta varias listas publicadas en medios y revistas especializadas, en el blog se ha publicado una lista de listas: las mejores mil películas en la historia del cine -hasta enero de 2011- con los votos de más de 2 mil críticos, directores, historiadores, maestros y programadores de cine.No es mal ejercicio: sin descuidar la cartelera -en mi caso, tengo que hacerlo: para eso me pagan-, cualquiera que se interese en el cine como algo más que una forma de pasar el tiempo, tendría que hacerse a la idea de ir conociendo, por lo menos, estas mil películas. Para luego, conocer otras más y otras más y otras más... Claro: es el cuento de nunca acabar. Bueno, sí se acaba. Cuando las luces se apaguen... en el peor sentido del término.La lista de las mil películas canónicas, aquí.