Que el cine mexicano goce de éxito en crítica y taquilla es algo difícil de creer, o al menos de imaginar, sobretodo si tenemos en cuenta la falta de talento, y de ganas, ante todo, de saber contar una historia de la forma adecuada. Tampoco es una mentira decir que el cine romántico, edificado por años en México a través de las telenovelas, sea un género que al público, en general, no solo al mexicano, le gusta, principalmente al apartado femenino, supongo que ellas eligen creer en cuentos de hadas. Por ello tampoco es de extrañar que una película cómo la que nos compete sea un éxito en taquilla.
¿Por qué un éxito? Es muy sencillo decirlo: es una película romántica prefabricada para el público que ve telenovelas en nuestro país. Éxito. Y es que la historia que El cielo en tu mirada nos presenta, es prácticamente la misma con la que Marc Webb nos sorprendiese allá por el 2009, me refiero a la maravillosa 500 días con ella, protagonizada por Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel, pero solo que en versión y en plan infantil y empalagoso. Mientras que la película de Webb era madura, refrescante, sincera, emotiva y muy divertida; la cinta dirigida por el debutante Pitipol Ybarra, quien hasta antes de esto había dirigido tres capítulos de la serie de HBO Capadocia, es todo menos emotiva.
Y no es emotiva por el simple echo de que nunca te crees a priori la historia de redención ni de destino absoluto del carismático protagonista, un Mane de la Parra en plan de galán, llamado José, quien por azares del propio destino, cómo Ybarra hace un énfasis nefasto y repetitivo en señalarnos, se enamora de la mujer de sus sueños, sin embargo es muy tarde ya que ella se va a casar, segundos después un camión atropella a nuestro protagonista y se va directo al cielo. Cómo se podrán imaginar, el trailer lo destripo todo, José tiene una segunda oportunidad y dos semanas para enamorar a Abril, interpretada por la hija de Eugenio Derbez, me refiero a la guapa Aislinn Derbez. Eso es todo. ¿Lo lograra?
Bueno, eso es lo que descubriremos en poco más de hora y media, que en realidad parecería mucho más tiempo, todo gracias a las melosas canciones que esta película se empeña en hacernos escuchar. Creo que quieren que salgamos del cine directo a comprar el soundtrack, lo juro. Mismo caso con la harta propaganda que se empeñan en vendernos, las galletas Oreo es la más descarada e insoportable. Supongo que los productores amenazaron a Ybarra para ciertas escenas, cómo la de las galletas, no hay otra explicación lógica. Pero fuera de esos puntos intrascendentes, vayamos a la película cómo tal. ¿En realidad funciona y cumple en su cometido?
Para mi mala fortuna, si, y digo mala porque esto es el cine mexicano y su lamentable futuro, lo que la gente consume y disfruta. Me entristece que sea tan poco y de tan lamentable calidad técnica y argumentativa. Diálogos bochornosos y cansinos, que harán que aquellos que odien el amor se terminen vomitando o quizás suicidando. Para los románticos y fans de La Parra y la bella Natalia Lafourcade, quien tiene un papel irrelevante, seguramente sus exigencias quedaran cumplidas, lo mismo que para los seguidores de Jaime Camil, responsable de los momentos más graciosos en la película, digo, tampoco es que sea tan complicado. Los actores si bien tienen química, no se esfuerzan ni mucho menos me conmueven con sus lágrimas fáciles, y el final que debiese ser conmovedor y de autoaprendizaje, me deja la sensación de que toda la película pudo ser mucho mejor, si al menos se hubiesen esforzado.
No me malinterpreten, no creo que El cielo en tu mirada sea una mala película ni mucho menos, sino que se fue por el camino fácil, ese que el público disfruta, y no se arriesgo con un material del cual podía haber sacado mucho mayor provecho. Es una cinta del montón que seguramente muchos disfrutaran y con la cual pasaran un rato agradable con su familia o novio(a). No pretende cambiar la mentalidad sobre el amor ni tampoco sobre el cine mexicano, es simplemente un producto digerible para masas que cumple con el único objetivo para el que fue concebida: entretener. A secas.
★★★☆☆
publicado el 07 enero a las 21:32
esta bn bonita me iso llora y refleccionar