vladimir putin gobierna con mano de hierro desde hace más de una década en rusia, aunque durante un tiempo tuviera que ocupar el cargo de primer ministro por cuestiones burocráticas, su liderazgo no se cuestiona. sobre todo porque cuando eso sucede aparecen la represión y la violencia gubernamental. ejemplo de ello en los últimos meses ha sido la sonada entrada en la cárcel de las integrantes del grupo pop 'pussy riot'. putin castiga la homosexualidad mediante una ley que prohíbe cualquier tipo de manifestación pública de la misma. lo que ha motivado entre otras cosas un aumento desproporcionado de acciones violentas hacia personas homosexuales por una parte de la ciudadanía, con trágicas consecuencias.
protesta contra la ley anti-gay de vladimir putin
pero el dinero llama al dinero y nadie se ha planteado que aceptar las condiciones de putin implican muchos pasos hacia atrás en la sociedad por la que trabajamos. no lo ha cuestionado ninguno de los países participantes en los juegos olímpicos como se hizo por ejemplo ante la barbarie de las olimpiadas nazis de 1936. con adolf hitler en el poder muchos decidieron boicotear una celebración que se convertiría en uno de los mayores actos de propaganda fascista jamás creados. hoy el mundo del deporte utiliza ese mismo escaparate para decirle a los homosexuales que se escondan.
y no sólo se aceptan las leyes homófobas de putin, sino que hay quien las defiende como por ejemplo el patinador español y abanderado de nuestra delegación, javier fernández, que anima a los deportistas a cerrar la boca.
por el momento sólo dos muestras importantes y frontales de rechazo se han divulgado a través de internet. la primera la del 'instituto canadiense de diversidad' con este vídeo, aunque por supuesto su país participará en los juegos. la segunda y más significativa la hemos visto todos esta mañana en google. el buscador estadounidense, ha utilizado el doodle de hoy para recordar (salvo donde permite la censura como en china), que todos somos iguales. para ello ha utilizado los colores de la bandera arcoiris y una parte del texto de la carta olímpica, esa misma de la que presume tanto el coi.