Revista Cine

'El ejercicio del poder', hay políticos honrados y entregados

Publicado el 29 abril 2013 por Cinemalights @CinemaLights

No hay mejor momento para estrenar esta película. El país vive desde hace dos años enquistado en un descrédito político elevado, agudizado por la crisis económica y propulsado por la corrupción y el desafecto hacia todas las instituciones del Estado. Para arrojar un rayo de esperanza, llega el cine francés, el país donde al menos eligen periódicamente a su Jefe de Estado. Su cine es mucho mejor que el nuestro, en lo otro están mejor, pero tampoco es para tirar cohetes.
'El ejercicio del poder', hay políticos honrados y entregados
El ejercicio del poder desnuda (como en la escena onírica inicial) los entresijos de la política con el protagonismo de un Ministro de Transportes honesto, eficaz y entregado a la causa, a la responsabilidad de su cargo y su acuerdo social con los ciudadanos. Ahora bien, también hay lugar para sembrar las dudas con un sistema entregado a los lobbies, a los intereses del partido y al papel amistoso de los medios de comunicación.
Schöller rehuye del panfleto y prefiere narrar una historia sobre un hombre honrado, dedicado al mundo de la política, pero humanizado. Bertrand Saint-Jean no es el malnacido privatizador de redes de transportes públicos, sino un padre de familia superado por su vocación, cuyo matrimonio se resiente de ello y un hombre con poca vida social que no tendrá más remedio que encontrar a su mejor amigo en su nuevo chófer.
'El ejercicio del poder', hay políticos honrados y entregados
El relato funciona, aunque a veces renquea y acaba siendo un poco reiterativo tanto en sus intenciones como en el tratamiento psicológico del protagonista. Tiene un potentísimo prólogo, un sueño que induce al espectador a crear unas expectativas que luego no se cumplen: no hay incisión ni tantas sutilidades; simplemente, buen hacer y verosimilitud. El inicio es un espejismo, pero lo que viene es notable drama político con un loable guión y una puesta en escena notable (con cotas altas como el accidente de coche). Al final, me deja la misma sensación que la reciente Los idus de marzo, satisfacción a la vez que desconcierto.
El ejercicio del poder goza de un excelente reparto encabezado por las brillantes interpretaciones de Olivier Gourmet y Michel Blanc, la cara y la cruz de la vocación política. La introspección del protagonista es lo más interesante de un retrato poliédrico del mundo de la política destinado a complacer al espectador medio ante tanto descrédito de las instituciones. Muy necesaria en estos tiempos. 
Lo mejor: Olivier Gourmet y la escena inicial
Lo peor: Se repite más de lo que debería
Nota: 7
El contenido original de esta entrada pertenece a MySofa. Consúltalo aquí.

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