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El gato desaparece (Carlos Sorín, 2.011)

Publicado el 20 noviembre 2012 por Rugoleor @rugoleor
Póster: El gato desaparece (Carlos Sorín, 2.011)

Ficha:
Título Original: El gato desaparece.
Director: Carlos Sorín.
Guionista: Carlos Sorín.
Intérpretes: Beatriz Spelzini, Luis Luque, Norma Argentina, María Abadi, Gisela Aringoli, Alejandro Javier Bures.
Productores: Patricia Bustamante, Juan Pablo Galli, Juan Vera, Alejandro Cacetta.
Fotografía: Julián Apezteguía.
Música: Nicolás Sorín.
Montaje: Mohamed Rajid.
Países: Argentina, España.
Año: 2.011.
Duración: 88 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Drama, Suspense.
Distribuidora: Wanda Visión, S. A.
Estreno: 25-11-2.011.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 3.352.
Recaudación: 18.444,60 €.
Calificación: 5,893.
Sinopsis:
Es un día muy especial para Beatriz. Esa mañana va a buscar a Luis, su marido, a la clínica neuropsiquiátrica donde ha estado internado durante los últimos meses desde aquel fatídico brote psicótico inesperado y violento. Ahora que va a buscarlo descubre sentimientos encontrados: por un lado la alegría de recuperar a quien ha sido su pareja durante 25 años, con el que ha tenido tantos proyectos compartidos y por otro lado la inquietud por saber si él sigue siendo el mismo, si aquel oscuro episodio puede volver a repetirse.
Comentario:
Golpe de efecto de Carlos Sorín, estandarte de costumbrismo argentino gracias a la película que lo dio a conocer, "Historias mínimas". Film de suspense, "El gato desaparece" arranca con el reencuentro entre Beatriz y Luis, su marido, un profesor que ha pasado los últimos meses en un hospital psiquiátrico tras un encontronazo con un compañero. Beatriz lo recibe con mucha ilusión. El gato de ambos, sin embargo, le da una curiosa bienvenida: tras bufarle, el animal desaparece. Beatriz contemplará esta reacción con no poca sospecha.
Crítica:
01-12-2.011 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
Felino sin botas
Con "El gato desaparece", el inquieto cineasta argentino Carlos Sorín da un giro de 180 grados en su filmografía, al cambiar los espacios abiertos de "Historias mínimas" y "Bombón el perro" por los ambientes oscuros de un filme de intriga enmarcado en claustróbicos interiores. La trama se articula en torno a un hombre psicótico que regresa a casa tras el oportuno tratamiento psiquiátrico. También hay un gato negro que hace mutis por el foro, en un filme de suspense tan truquista como descafeinado, filmado con cierto desinterés por Sorín que, a diferencia de Hitchcock -por poner el máximo ejemplo de suspense clásico- no logra trascender la pobre anécdota.
Tampoco desde un punto de vista estrictamente psicológico 'El gato negro' explica con el exigible rigor y temor las motivaciones, acciones y reacciones de los dos personajes protagonistas, el marido y su atemorizada esposa. Nada nuevo, porque la trama en su desarrollo tampoco denota intensidad, limitándose a hilvanar personajes y situaciones con el vano propósito de hacer comprensible el opaco argumento. Objetivo que no se logra por las razones previamente indicadas.
Para más 'inri', la película carece de la penetración intimista y la capacidad de crear atmósferas enrarecidas propias de obras maestras al estilo de "Marnie, la ladrona" (Alfred Hitchcock), "La semilla del diablo" (Roman Polanski) o "El secreto de sus ojos" (Juan José Campanella). En fin, ya se sabe que la falta de talento enturbia la mirada y el otras veces sensible Carlos Sorín, en la presente ocasión, ha padecido este síndrome. Por otra parte, el filme carece de los nuevos aires que corren a lo largo y ancho del género -liderado por cineastas tan variopintos como David Fincher ("Zodiac"), Rodrigo Cortés ("Buried") o Jaume Balagueró ("REC"). En resumidas cuentas, a este felino sin botas le falta el peligroso aroma, el palpar eléctrico propio de los gatos cantados en su día por el poeta francés Charles Baudelaire.
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