Revista Opinión

El gran consumismo inconsciente

Por Yoisasi
¡Cuánto poder tienen estos simples papelitos!

¡Cuánto poder tienen estos simples papelitos!

En estas fechas me siento bastante indignada por muchas cosas. Supongo que vamos creciendo y con la edad nos hacemos más ‘gruñones’. Es época de Navidad, lo que significa que llega el ‘gran consumismo’, saliendo todos a la calle a gastar como si fuera venir la tercera guerra mundial. Vamos, a una se le pone los pelos de punta al ver cómo la cuenta bancaria cae en picado al comprar los típicos regalos ‘por compromiso’, multitud de cosas inútiles y exceso de comida a causa del engatusamiento de los grandes almacenes con las promociones engañosas de ‘llévate 5 y sólo pagas 2′.

Por eso digo en voz alta, ‘¡manda huevos!’:
- Ver cómo nos toman el pelo con lo que compramos, ya sea comida, toda ya adulterada de una forma u otra; ropa, carísima de mala calidad que no te dura ni dos lavadas; electrodomésticos para hacerte la ‘vida más fácil’: secadoras, lavavajillas, máquinas quitapelos, máquinas de café expresso (muy monas, caras y nada ecológicas), ipods, iphones, ipads, vamos, gasto, gasto y más gasto de dinero, de energía y de vida. ¿Qué seríamos nosotros sin la alta tecnología vanguardista? Y pensar que sólo hace unos años íbamos por la vida sin móvil y sin GPS y nadie se perdía…
- Al ser nutridora, donde más me ‘tocan los huevos’ es en el tema de la alimentación. Y pienso: ¿Qué huevos comemos ahora? Toda nuestra agricultura, pesca y ganadería maltratada; todos los productos más sintéticos y químicos; lo que nos ofrecen son sobres, polvos, batidos, pseudo comidas preparadas, en definitiva, mucha mucha porquería que es indignante que aún le llamen comida. Para que luego me digan que para curar un resfriado hay que tomar kiwis (traídos desde la otra parte del mundo) que tienen mucha vitamina C. Señores, cualquier fruta tropical tomada en invierno, en vez de calentarnos y curarnos, nos va a enfriar, así que mejor una sopita de verduras calentita. Éso sí que me da vitamina C. Pero como sigamos así pronto acabaremos como en las pelis de ficción tomando pastillitas de colores.

Actualmente es casi imposible llevar una alimentación sana viviendo en una gran ciudad. Somos muy afortunados los que vivimos en una isla o en algún pueblo, donde aún existe buena materia prima y huevos frescos de verdad , sea dicho de paso.
- Saber que todo, absolutamente todo, contiene azúcar blanco: té, café, tabaco, vino (vinos de calidad), cervezas, alcohol (desde el whisky hasta la ginebra), jamón ibérico, pan y por supuesto el adictivo chocolate…vamos, que nada se escapa, así nos tienen bien enganchados al ‘polvo blanco’ ya que nos crea adicción como cualquier otra droga.

Creando niños obesos desganados y aburridos. Por un futuro apático y lleno de enfermedades.

Creando niños obesos desganados y aburridos. Por un futuro apático y lleno de enfermedades.

- Ver a los más pequeños enganchados a las hamburguesas, colas y patatas fritas. Me dan pena, porque están siendo manipulados por grandes compañías que se hacen ricos a su costa, por su ignorancia e inocencia. Menús Sorpresa donde a los niños lo que realmente les atrae es lo que puedan llevar dentro pero menuda sorpresa para los padres cuando comienzan los mocos, los estreñimientos, la hiperactividad, la obesidad, la diabetes y el colesterol con menos de ocho años de edad. Echándoles muchas veces la culpa a los padres, por no saber alimentar a sus hijos. ¡Lo que hay que oir!
- Que lo ecológico se haya puesto de moda y los precios de los alimentos eco estén por las nubes; aprovechándose de los que nos interesamos por una alimentación sana y sostenible. Y para colmo, las grandes multinacionales sacan una versión ‘eco’ de su producto industrial. ¡Qué poca vergüenza!
- Que el día de Nochevieja tengamos que atragantarnos con 12 uvas (cuidado los diabéticos y niños pequeños), mientras vemos cómo el que cuenta las campanadas no tiene ni idea y nos hacen empezar a tomarlas con los cuartos (como todos los años). Para coger una indigestión después de habernos tomado las cigalas, gambas y los turrones que sobraron en Nochebuena, en definitiva, los restos. Una tradición muy muy equilibrada…, sin olvidarnos de la ropa interior roja (toda una tradición) comprada en los chinos que es obligatorio llevar esa noche para continuar con la tradición.
Estoy hasta las huevos de tanta tomadura de pelo, de que todo lo que nos venden dicen que es ‘natural’, sin grasas, bajo en colesterol, sin azúcar…Basta ya de mentir al personal, estamos hasta los huevos de tanta hipocresía, de tanto ‘business’, de tanto egoísmo por parte de las multinacionales, de tanta ‘comedura de olla’ por parte de publicidad engañosa y muchas veces subliminal.
Estamos siendo manipulados desde tantos aspectos que hay días que lo mandaría todo a ‘freir espárragos’.
Lo que desearía para este nuevo año que entra es:
- Un par de huevos de corral fritos con unas rebanadas de pan integral de levadura madre calentadas en la salamandra.
- Saber que no soy la única en esta Tierra que está dándose cuenta de nuestro declive, de cómo el más grande se está comiendo al pequeño e indefenso.
- Saber que no soy la única que está hasta los huevos de tanta ‘civilización’ y tanta agresión entre nosotros.
- Saber que tenemos los huevos suficientes de hacernos oir, de hacernos valorar, de no dejarnos engañar, manipular, ni adulterar nuestra Vida, nuestra Libertad, nuestro deseo de una sociedad Natural, Entera y en Paz.
Dejémonos de tanto mazapán y turrón caducado, de tanto vino y cava barato, de tanta comida saturada, de tanta cafetera expresso, de tanto perfume… y nos digamos en voz alta que ya está bien. ¡Que no nos toquen más los huevos!
Tienes el derecho y la libertad de comer sano, limpio, natural, es decir, sin manipular genéticamente, sin irradiar, sin adulterar; tienes derecho a que la comida que llegue a tu casa no esté cargada de metales pesados, de estabilizantes, conservantes y sustancias químicas de laboratorio.

Supermercado actual= Superlaboratorio. Mucho colorido pero nada nutritivo.

Supermercado actual= Superlaboratorio. Mucho colorido pero nada nutritivo.

Abre los ojos, en los supermercados ya no hay nada sano, todo es artificial, todo. Así que busca cooperativas, granjas , agricultores y ganaderos concienzados. Te sorprenderás de la cantidad que hay. Busca gente que esté ayudando a que la tierra no se sature, a hacer crecer de nuevo comida de calidad. Busca y cambia el contenido de tu cocina, elimina todo lo que te perjudica, limpiala, redecórala y verás como así ayudas a tu estómago e intestinos saturados, a tus pobres riñones y sobre todo a tu mente volviéndose cristalina como el agua de manantial y viendo las cosas más claras y desde otra perspectiva.
Reclama tu derecho a una Nutrición Sana; a unos huevos de gallinas criadas libremente; a un cordero o pollo criados al aire libre viendo el sol y comiendo hierbas e insectos; a unas verduras crecidas sin abonos químicos; a tu Libertad para escoger lo que te conviene.
¡Ponle un par!
Salud y Buenos Alimentos
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com



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