Revista Cultura y Ocio

El Gran Oriente Argentino del Rito Azul

Por Mauriciojaviercampos @mauriciojcampos
El Gran Oriente Argentino del Rito Azul
La Masonería de las mil caras y la demolición del mito. Índice: Palabras previas; 1ª parte: Aspectos de una crisis; 2ª parte: El Gran Oriente Argentino del Rito Azul.

(...) "Hay que acortar distancias de Templo a Templo; hay que confederar a los diversos ritos en que se divide actualmente la gran familia Masónica de la Argentina, aunque conserven sus autoridades propias y su régimen peculiar, imprimiendo unidad y precisión al esfuerzo común" (...)
G. O. A. del Rito Azul, 1912.

(...) "Ha llegado el momento histórico para los destinos de la libertad de que nos agrupemos nuevamente, de que ante el enemigo común nos vinculemos, nos organicemos y presentemos la Francmasonería Argentina, desaparecido todo prejuicio, todo convencionalismo, toda idea personalista, como el único y poderoso baluarte en el que irremediablemente se estrellarán todas las tiranías, todas las explotaciones, repitiendo su obra civilizadora que en cada era de cultura ha impreso la grandiosa falange de la escuadra y el compás".
G. O. A. del Rito Azul, 1912.

Palabras previas

Estos textos, notas y apuntes pertenecen a la serie Documentos para el revisionismo histórico crítico de la Masonería Argentina de la primera mitad del siglo XX, 1902-1957. Este período abarca la etapa más convulsionada de la historia masónica nacional, con numerosas crisis y rupturas.

Luego de un período de gestación, en el transcurso del siglo XIX, y a partir del nacimiento del primer Gran Oriente y Supremo Consejo en el período 1857-1858 (no exento de problemas tampoco), el quehacer masónico gozó de notable influencia social, contando entre sus filas con personajes de relevancia y obteniendo notables triunfos en diversas áreas, como la secularización de los cementerios, la creación de los Registros Civiles, la ley de educación laica, obligatoria y gratuita y, a principios del siglo XX, con la casi aprobación de la ley de divorcio que patrocinaban los masones en su conjunto. Integraron los primeros partidos políticos y hasta llegaron a suplirlos en el interior de las provincias donde estos no existían. El sillón presidencial tampoco le fue esquivo a la Orden, y en forma muy asidua, en sus primeros 80 años de historia.

Un proceso de gestación, una etapa de apogeo en la segunda mitad del siglo XIX; luego una aparente declinación -o un accionar masónico opacado por las sucesivas pugnas por el poder y los conflictos ideológicos internos-, que culminó con el nacimiento del Gran Oriente Federal Argentino - G.O.F.A., en 1935, y la incorporación a sus filas de la mayoría de los destacados intelectuales masones de la Segunda República Española en el exilio. El G.O.F.A., en palabras de la Gran Logia Unida de Inglaterra, llegó a ser junto al Gran Oriente de Francia, la Obediencia adogmática y liberal más importante del mundo, y, sin duda, de Latinoamérica, en el período en que extendió sus actividades y hasta que desapareció, en 1957.

Otro punto culminante y que no puedo dejar de mencionar, se alcanzó con la creación, en 1916, de la Federación Argentina de la Masonería Mixta El Derecho Humano de Francia. Prueba de ello lo constituye la publicación de su Constitución y Reglamentos en 1917. Un documento, cuya edición original tuve la fortuna de recuperar, que revela la evolución de los valores humanos, laicos, de igualdad de género y progresismo social que la sustentan y que aún cuentan con plena vigencia, plasmados en los principios de esta Orden que fue la primera en instaurar la mixticidad en sus Logias.

Finalmente, el ocaso. A partir de la segunda mitad del siglo XX, el imperio contraataca y la Gran Logia Unida de Inglaterra destruye los avances obtenidos en la Conferencia de Montevideo de 1947, un acuerdo de 51 Potencias Latinoamericanas para conformar un bloque continental, pero que no convenía a los intereses ingleses. Le quita el reconocimiento a la Gran Logia del Uruguay, coacciona a la Gran Logia de Chile y socava al G.O.F.A. La Gran Logia inglesa remodela el panorama a su voluntad y al celebrarse la segunda conferencia, a principios de 1950, el G.O.F.A. ya queda excluido y, a la muerte de Fabián Onsari, el líder que extendió su influencia por más de dos décadas en la Gran Logia de la Masonería Argentina del R.E.A.A., quedan las puertas abiertas para la fusión de las dos Obediencias, de la cual nacerá, en 1957, la actual Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, que sigue los parámetros de regularidad impuestos por la G.L.U.I.

Una última etapa abarca desde 1957 hasta la actualidad y se caracteriza mayormente por la quietud, el anquilosamiento y un deísmo acentuado. Lejos habían quedado, por décadas, aquellos tiempos de principios de siglo en que los masones escribían panfletos y series del tipo folletín con títulos como Los crímenes de Dios, aunque en la última docena de años el panorama se renueva.

El Gran Oriente Argentino del Rito Azul
¿Cómo ves la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo? Mateo 7, 1-5

1ª parte: Aspectos de una crisis
1. Antecedentes

El original de este documento se titula Las mistificaciones en auge: "La Cadena de Unión" des(en)mascarada. Fue publicado en el Boletín Oficial del Supremo Consejo Grado 33 y Gran Oriente para la República Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Año LVII, Buenos Aires, julio de 1917 E.´. V.´., Nº 43.

La sede de esta Obediencia y del Supremo Consejo se hallaba en la calle Mitre 2520. En aquella época contaban con 75 Logias (1), 12 cuerpos de altos grados y 1600 hermanos. Mantenía relaciones oficiales con más de 40 Potencias Masónicas Europeas y Americanas. La ya mencionada revista "La Cadena de Unión" (2), por otro lado, era el órgano oficial de los masones de la calle Cangallo 1242 (actualmente Presidente Perón) que declaraban, en la misma fecha, 64 Logias. Hoy es la sede de una Potencia creada en 1957, la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

Cabe acotar que la historia masónica argentina de las primeras tres décadas del siglo XX estuvo signada por la multiplicidad de Obediencias, la desunión y las pugnas internas. Voy a disentir con Emilio Corbière cuando sostiene que estas divisiones institucionales no eran más que simples "desgajamientos" de una rama principal.

En 1859, dice Corbière (3), existían en el país 900 masones y, en 1906, 2500. Las cifras ya citadas lo explican todo, o por lo menos indican que estas crisis no fueron pequeñas. Entre 1902 y 1916-17 existió también el Gran Oriente Argentino del Rito Azul y en poco tiempo surgieron el Gran Oriente del Rito Confederado (4) y el Gran Oriente Nacional del Rito Argentino.

Señala Corbiére que en esa época la Gran Logia de la calle Cangallo (cuyo edificio fue inaugurado en 1872) tenía 103 Logias y, en 1910, los registros oscilan entre 146 y 156 Logias regulares y 21 extranjeras, sin contar las Logias consideradas irregulares, ya fueran independientes o jurisdiccionadas a otras Obediencias o que practicaban distintos Ritos.

También revistieron importancia la Gran Logia Provincial de Santa Fe (que aglutinaba distintos Ritos y hasta algunas mujeres) y, sobre todo, la Gran Logia Nacional Argentina, entre cuyos Talleres se contaban algunos muy importantes como Piedad y Unión de Córdoba, Confraternidad Argentina Nº 2 (5), Hijos del Trabajo y la siempre disidente 7 de Junio de 1891 que en pocos años será una de las animadoras del G.O.F.A. junto a uno de sus miembros más notables, el que fuera legislador socialista e intendente de Mar del Plata, Teodoro Bronzini. Esta última Gran Logia convocará, en 1926, una Asamblea Constituyente para dictar una nueva Constitución a la cual acudirán invitadas Logias del Gran Oriente Español en suelo nacional. (6)

Corbière menciona, con fecha de 1927, la existencia de un pacto de unión entre la Gran Logia Nacional Argentina y la Gran Logia de la calle Cangallo. Lo cierto es que la fusión entre las dos Potencias se produjo recién en 1932, sumándose las Logias españolas que funcionaban bajo el nombre de Gran Logia Filial Hispano Argentina del Gran Oriente Español. Quedaba así constituida la nueva Obediencia, llamada Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y se reformó la Carta Magna. La Masonería regular (denominada de esta manera por seguir los parámetros impuestos por la Gran Logia Unida de Inglaterra) quedaba conformada por 101 Logias, 7 cámaras superiores o de altos grados y un Supremo Consejo. Por su lado, la Masonería inglesa tenía 24 Logias.(7)

Como ya cité entre las notas de principio de este texto, la unidad durará muy poco, apenas para festejar las bodas de diamante y creación del primer Gran Oriente en 1857- 58, con carta patente otorgada por los hermanos uruguayos. En 1935 nacerá el Gran Oriente Federal Argentino - G.O.F.A. Pero esta es otra etapa y otra historia.

2. La guerra de los Supremos Consejos

Dentro de este panorama muy confuso en la actividad masónica de la época, el documento que voy a presentar se encuadra en el contexto de una crisis acaecida a partir de 1912 y que se prolongó durante varios años. Un período en el que llegaron a coexistir tres Supremos Consejos, varios Grandes Orientes y una situación complicada para el contralor administrativo de estos cuerpos masónicos.

En 1912, en el seno del tronco histórico de la Masonería de Cangallo, Juan Angel Golfarini es elegido Gran Comendador del Supremo Consejo, quedando desplazados varios masones de relevancia como Agustín Alvarez, Juan Balestra, Pablo Barrenechea y Alejandro Sorondo, entre otros. Este grupo decide apartarse y crear un nuevo Consejo. En 1914 se produce otro quiebre y surge, en disidencia con los organismos que le precedieron, el Supremo Consejo Grado 33 y Gran Oriente para la República Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado apoyado por poco más de 40 Logias. Al terminar su mandato en la Gran Maestría (1914-1917) de este Gran Oriente, decía Francisco Gicca (8):

"Termino el período y declaro bien alto que nuestra Orden ha mantenido su lema y lo mantendrá; no ha unificado la Gran Comendaduría con la Gran Maestría, ni admite reelecciones".

"Este Oriente cuenta con el doble de Talleres de los titulados Oriente de Cangallo 1242, Chile 1038, y Rito Azul y Confederado juntos".

"Nuestro Supremo Consejo recibió (...) una invitación del Gran Oriente y de la Gran Logia de Francia, Rito Escocés Antiguo y Aceptado para concurrir al Congreso Masónico de las Potencias Aliadas y Neutrales a realizarse en París (...)".

"Asimismo nuestro Supremo Consejo recibió un pedido del Supremo Consejo de Suiza, solicitándole el envío de un juego completo de nuestros Rituales Simbólicos y Dogmáticos para ser estudiados y sometidos a la consideración del Convento de las Potencias Masónicas Confederadas que deberá realizarse (...) en Lausana".

"Me place dejar constancia que en el Congreso Internacional Masónico que se realiza en París (...), el único Supremo Consejo reconocido para la República Argentina y con tres representantes es el nuestro".

"En cuanto a Italia, obra en nuestro poder un precioso documento fechado en el Gran Oriente de Roma -15 de mayo próximo pasado- donde se nos dice que ese alto cuerpo no ha querido hasta ahora volver a tener relación con el Gran Oriente Argentino (Cangallo 1242), por la forma en que está constituido -vale decir, Supremo Consejo, Gran Oriente y Gran Logia- que es todo un solo cuerpo sustancialmente". "El Gran Oriente de aquella Nación -que aprecia mucho su independencia- no ha querido hasta ahora tener relaciones con el Gran Oriente Argentino por ser una sola cosa con el Supremo Consejo (...)".

"En cuanto a Portugal en el próximo Boletín aparecerán todos los documentos que el Supremo Consejo y Gran Oriente Lusitano Unido envía a todos los Supremos Consejos del mundo desmintiendo a Cangallo 1242 y a su órgano oficial "La Cadena de Unión"".

De la correspondencia recibida en el Gran Oriente de la calle Mitre, pueden citarse la enviada por el IL.´. y Pod.´. her.´. Sebastián de Magalhaes Lima que presidía el Supremo Consejo del Grande Oriente Lusitano Unido:
"El Supremo Consejo que tengo la honra de presidir, resolvió no mantener las más leves relaciones con el Supremo Consejo que preside el her.´. Dr. Juan Angel Golfarini de la calle Cangallo 1242, quedando así satisfecho vuestro pedido a este respecto".

Y desde el Supremo Consejo del Gr.´. 33 de Suiza:
"Or.´. de Lausana, 28 de octubre de 1916.
Al IL.´. y Pod.´. her.´. Vicente Biagini:
Aconsejándonos remitir todos los antecedentes del proceso incoado contra los expulsados de Cangallo 1242, al Supremo Consejo Madre de la Jurisdicción Sur de los EE. UU. (Boston), a fin de que pueda ser oficialmente estudiado en el próximo Congreso Internacional Masónico que probablemente se realizará en Lausana en 1918.
Firmado: Doctor A. Wellauer, 33 .´. Gr.´. Canc.´. Secret.´. Gen.´."

El trasfondo estaba dado por acusaciones en casos de corrupción y de algunos hechos puntuales como el expresado en el siguiente documento.

3. Manifiesto. A todos los masones Regulares del Universo (9)

"La revista "La Cadena de Unión" de la República Argentina, en su Nº del 15 de noviembre de 1916, acordose de envolver mi humilde nombre en sus cuestiones, lo que lamento, como lamento ver la forma como aquella revista, -que se dice masónica-, se permite apreciar el carácter de los masones que no conoce, no trepidando en descender hasta el insulto y al alevoso ataque de práctica entre criminales.

Si vengo a refutar las diatribas allí contenidas, es para no dejar el campo libre a la calumnia, y no para responder a un articulista que a más de salirse del campo trazado por los deberes de la cortesía, se encubre también con la máscara del anonimato.

En estas condiciones necesito hacer una reseña de los hechos:
El Supremo Consejo del Rito Escocés de la República Argentina, dividióse en dos grupos, uno de los cuales, el presidido por el IL.´. h.´. Gicca, participó el hecho al Gr.´. Or.´. Lusitano Unido, prometiendo enviar un relato detallado de las acusaciones que hacía al grupo adversario y pedía a nuestro Sap.´. Gr.´. Maestre Doctor Sebastián de Magalhaes Lima, no solo abogar por su causa ante algunas Potencias que indicaba, sino que también suspender relaciones con el grupo presidido por el IL.´. her.´. Golfarini.

El Sap.´. Gr.´. Maestre Doctor Magalhaes Lima respondió que aguardaba el recibo del relato detallado de todas las acusaciones formuladas que de cierto le habilitarían a una defensa concienzuda de la causa, y que, hasta el recibimiento del relato, el Sup.´. Consejo de su presidencia no entablaría las más leves relaciones con el otro grupo.

Como se ve, nuestro Sap.´. Gr.´. Maestre, haciendo la promesa condicional de solo intervenir cuando conociese la cuestión a fondo y proponiendo al Sup.´. Cons.´. no entablar relaciones con el otro grupo, en cuanto no recibiese el prometido relato, procedió con la corrección y prudencia que le son peculiares y que no necesito enaltecer.

El grupo Golfarini entonces, tomando ello a la tremenda y juzgándose lastimado por aquel nuestro balaustre, juró tomarse feroz venganza, y como no se atreviese a embestir contra nuestro Sap.´. Gran Maestre, cuyo nombre constituye rígido broquel, recordose de arrojar sobre mí las aceradas saetas de su carjac, que son unas atrevidas conclusiones a que se permitió llegar y que pueden, por su orden, resumirse así:

1º Que la firma del Doctor Magalhaes Lima en el citado balaustre de 14 de diciembre de 1914, es apócrifa.

2º Que la dicha firma no es manuscrita, sino hecha con facsímil (sello), lo que el autor de la local constató por los estudios analíticos y análisis caligráficos a que procedió (!).

3º Que habiendo en el grupo de Gicca un Her.´. de apellido Ribeiro de nacionalidad lusitano, era posible fuese él mi pariente y de ahí cabe suponer que por amabilidad para con aquel mi pariente, escribí el balaustre en nombre del Dr. Magalhaes Lima, sin su conocimiento, abusando a más de su sello, aposándolo allí, para darle valor; y

4º Finalmente, que no pudiendo haber duda sobre la legitimidad del mismo balaustre, por ser expedido por la Gr.´. Secret.´. Gen.´. de la Orden, tenía que concluirse ser falsa la firma del Doctor Magalhaes Lima, estampada al final.
Sobre este cúmulo de dislates y viperinas acusaciones, apenas responderé:

-Que la firma del Doctor Magalhaes Lima es hecha de su propio puño, y que solo él tiene el derecho a impugnarla, lo que torna irritantes e impertinentes las consideraciones de la revista "La Cadena de Unión".

-Que las firmas de toda la correspondencia y documentos expedidos por el Gr.´. Or.´. Lusitano Unido y sus Cámaras Superiores del Rito son escritas por la propia persona que debe hacerlo, no haciéndose nunca ni en caso alguno, uso de sellos o facsímiles de firmas, lo que prueba que fue del todo nulo el tiempo gastado en el laborioso estudio analítico y en los análisis caligráficos hechos sobre la firma del Doctor Magalhaes Lima.

-Finalmente, que no tengo, por lo menos que yo sepa, ningún pariente en la República Argentina; más, aún cuando lo tuviese y fuese él mi padre o mi hermano, nada me llevaría a practicar un abuso de confianza o una acción indecorosa para serle agradable o para beneficiarle, hecho que de cierto si no da con el autor de la local que, como buen juzgador, trató de evaluar mi carácter y mis sentimientos por los suyos, y de ahí las conclusiones a que llegó, lo que le devuelvo en su integridad".
Firmado: Antonio Joaquín Ribeiro 33, Gr.´. Secr.´. del Sup.´. Cons.´. del Gr.´. 33 del Gr.´. Or.´. Lusitano Unido, Sup.´. Consejo de la Masonería Portuguesa.

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Bibliografía, notas y fuentes citadas

(1) Entre ellas, Unión del Plata Nº 1 y Lealtad, dos de las 7 Logias fundadoras del primer Gran Oriente de 1857.

(2) La revista fue editada entre 1905 y 1932, año este último en el que varias Potencias acuerdan fusionarse y hasta se incorporan Logias del Gran Oriente Español que existían en suelo nacional. La unidad durará muy poco, apenas para festejar las bodas de diamante y creación del primer Gran Oriente en 1857, con carta patente otorgada por los hermanos uruguayos. En 1935 nacerá el Gran Oriente Federal Argentino - GOFA.
La Cadena de Unión fue adquirida por Santiago Greco. Antes de esa fecha se llamó Revista Masónica, creada y dirigida por Salvador Ingenieros, padre del psiquiatra, sociólogo y también masón, José Ingenieros.
A La Cadena de Unión le sucedieron, con el transcurrir del tiempo, otras publicaciones encuadradas dentro de la llamada regularidad, como El Nivel o Símbolo, esta última actualmente en vigencia. Por su parte, el GOFA editó la notable Verbum y otras revistas como Liberalis.

(3) Corbière, Emilio J., La Masonería. Política y sociedades secretas en la Argentina, Editorial Sudamericana, 1998.

(4) Verbum la menciona como el Gran Oriente del Rito Argentino de Logias Confederadas.

(5) Otra de las Logias fundadoras del primer Gran Oriente en el siglo XIX. Las otras fueron: Consuelo del Infortunio, Tolerancia, Regeneración, Constancia y las ya mencionadas Unión del Plata y Lealtad.

(6) Constitución para la Gran Logia Nacional Argentina de Antiguos Masones Libres y Aceptados - Rito Escocés Antiguo y Aceptado y Actas de la Honorable Asamblea Constituyente, año 1926, Buenos Aires.

(7) Masonería Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado; Conmemoración de las Bodas de Diamante 1858 -1º de septiembre- 1933; Gran Secretaría de Cangallo 1242, Buenos Aires. De los archivos del historiador antimasónico Patricio J. Maguire.

(8) Francisco Gicca (1870-1935). Fue un notable periodista y escritor; fundó más de 40 Logias y fue miembro honorario de, por lo menos, otras 64.
Agustín Enrique Alvarez (1857-1914). Fue militar, abogado, periodista, escritor y legislador. Fue Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo). Su hijo, Agustín Jorge Alvarez (1894-1958) fue el último Gran Maestre del Gran Oriente Federal Argentino - GOFA (1956-57) y el primer Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones tras su creación en 1957.
Juan Angel Golfarini (1838-1925). Fue militar, docente, escritor, médico y legislador. Fue Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo) y Gran Comendador del Supremo Consejo.
Pablo Barrenechea (1871-1915). Fue abogado, docente y político. Militó en la Unión Cívica Radical y fue uno de los fundadores del Partido Liberal. Llegó a la Gran Maestría de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo) con apenas 31 años.
Juan Balestra (1860-1938). Fue abogado, docente, legislador y notable político que ocupó, entre otros puestos, el de ministro y gobernador. Fue Gran Maestre de la Gran Logia de la Argentina (Cangallo).
Alejandro Sorondo (1855-1934). Notable docente en diversas materias, militar y periodista. Ocupo distintos puestos en la Gran Logia de la Argentina (Cangallo) y fue Gran Comendador del Supremo Consejo.
Referencia básica: Lappas, Alcibíades, La Masonería Argentina a través de sus hombres, Buenos Aires, 2000.

(9) Boletín Oficial del Supremo Consejo Grado 33 y Gran Oriente para la República Argentina del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Año LVII, Buenos Aires, julio de 1917 E.´. V.´., Nº 43.

El Gran Oriente Argentino del Rito Azul
2ª parte: El Gran Oriente Argentino del Rito Azul

"Podrá no ser, y deseo que la Masonería Argentina no sea, un partido político en la acepción actual de estos términos; pero debe ser, es necesario, diré, que sea una fuerza social disciplinada que, entre sus altos y múltiples fines, inscriba y persiga algunos que son verdaderos fines de política trascendental".
Manuel Elicabe.

Descubrí la existencia del Gran Oriente Argentino del Rito Azul en 1998, leyendo los volúmenes de Emilio Corbière. Poco después, investigando para documentarme sobre la Logia Luz del Sud, encontré referencias a otra Logia del pueblo de Tandil, prácticamente desconocida, excepto por la descripción vertida en un libro de medallística editado por el investigador Jorge Ferrari en un volumen datado en la década de 1970.

La Logia en cuestión se llamaba General Martín Rodríguez Nº 152 (10), siendo fundada el 31 de mayo de 1909 con la autorización del Gran Maestre Pedro Esnaola. Sin embargo, para los festejos del 10º aniversario de la Obediencia, en 1912, no se la menciona. Es posible que haya surgido como una escisión de la otrora poderosa Luz del Sud (1872 - 1915 aproximadamente), jurisdiccionada al tronco histórico de Cangallo, y cuya decadencia se acentuó luego de la desaparición de su órgano de difusión oficial, el Semanario Luz y Verdad (1900 - 1903). Luz del Sud apoya las huelgas de los canteristas a fines del primer decenio del siglo XX, y hacia 1913-1915 se pierden también sus huellas.

El G. O. A. del Rito Azul nació en 1902 y, en 1917, todavía se lo mencionaba. Se caracterizaba por excluir el sistema de altos grados escocistas (del 4 al 33) y trabajaba con los tres primeros (los grados azules). Su primer Gran Maestre fue el almirante Enrique Guillermo Howard (1852-1913), ocupando el cargo hasta 1906. Otros miembros fueron (11): Julio y Augusto Belín Sarmiento, Pedro Consoli, Antonio Reinaldo, Lorenzo Benetti, Pedro Grande, Narciso Terrón, Guillermo Tatlok, Eleodoro Suárez, Jacinto Z. Caminos, Antonio Galmes, etc. Las Logias fundadoras fueron: Libertad Nº 48, Unión Italiana 1ra., Caridad, Primera Argentina, San Martín (de Quilmes) y Unión y Constancia (de Arroyo Seco). Luego se sumaron: Lautaro (de Rosario), San Juan de la Frontera (de San Juan), Domingo Faustino Sarmiento (de Bella Vista) y Cosmopolita (de Paraná). Problemas internos producen nuevas rupturas y en poco tiempo surgen el Gran Oriente del Rito Confederado y el Gran Oriente Nacional del Rito Argentino (12).

Al cumplirse el 10º aniversario de su fundación, en 1912, este Gran Oriente editó el siguiente folleto (13), cuya edición original actualmente descansa en mis archivos, y que resulta de notable valor por la propuesta volcada en sus páginas, donde se avizoran, con una visión casi profética, los actuales bloques de colaboración interobedenciales:

"El Gr.´. Or.´. Arg.´. del Rito Azul se complace en hacer conocer a los QQ.´. HH.´. el resultado de la Magna Tenida Blanca que en homenaje y conmemoración del 10º aniversario de la fundación del Rito, se celebró el día 18 de agosto pasado en el amplio salón de fiestas del Centro Republicano Español, calle San Juan 782 en esta ciudad.

Este Gran Consejo se congratula en manifestar que el éxito, a pesar del mal tiempo que hizo, fue completo, teniendo el placer de ver representadas en el acto a las AAug.´. LLog.´. que en seguida se indican, y un núcleo selecto de HH.´. de diferentes Ritos, que con su presencia dieron mayor realce a nuestro festival. Y nuestra satisfacción es mucho mayor porque en esta fiesta de fraternidad masónica, prestaron su concurso eficaz respetables elementos que figuran en el cuadro de PPod.´. OOr.´., con los que nos ligan la igualdad de miras, de ideales y de anhelos. Sea, pues, QQuer.´. HH.´., esta fiesta magna de nuestra Institución, la aurora sonriente que nos muestre la realización en un futuro próximo de los altos ideales que animan a los HH.´. que se honran en dirigir el Rito Azul: de llegar a la unificación de miras y de rumbos en la Masonería de la República, para que se pueda así, prácticamente, llevar nuestros principios a la esfera positiva, para bien general de la generosa tierra en que habitamos.

Se hicieron representar las siguientes AAug.´. LLog.´.: Teutonia, del Or.´. de Hamburgo; Francisco Bilbao, del Rito Escocés; y de nuestro Rito: 19 de Noviembre, del Vall.´. de La Plata; Nueva Roma; Bernardo de Monteagudo; República; General Francisco Miranda, del Vall.´. de la Capital; Armonía Fraternal, del Vall.´. de Talleres; Libertad II, del Vall.´. de Libertad; Bernardo de Monteagudo II, del Valle de Punta Alta; y otras más que sentimos no recordar.

Nos complacemos en hacer público el agradecimiento a los QQuer.´. HH.´. Doctor J. L. Grimme, Ven.´. Maestro de la Aug.´. Log.´. Teutonia; Doctor Manuel M. Elicabe, de la Aug.´. Log.´. 19 de Noviembre; Vicente P. Cacuri, de la Aug.´. Log.´. Emilio Zola, que con su palabra conceptuosa y de elocuente verba llevaron a la magna asamblea el sentido vigoroso y de excepcional importancia que la Francmasonería debe llenar en la civilización universal. Igualmente, y como un acto de estricta justicia, no podemos silenciar nuestro imborrable agradecimiento al concurso real y eficaz de la Aug.´. Log.´. 19 de Noviembre, que con tanto acierto dirige el distinguido y Quer.´. H.´. Cándido Herce, la que aportó no solo el concurso oratorio del distinguido y Quer.´. H.´. doctor Elicabe, sino que estuvo representada por un grupo selecto de distinguidos hermanos de su cuadro.

En este acto, como digna coronación a los trabajos realizados, el muy Quer.´. H.´. Herce, que es a la vez Gr.´. Insp.´. de LLog.´. en la provincia de Buenos Aires, comunicó haberse fundado e instalado la Aug.´. Log.´. Ruiz Zorrilla, en el Vall.´. de Berisso, con 30 HH.´. fundadores, lo que fue festejado con entusiastas aplausos y aclamaciones por los presentes, mereciendo calurosas felicitaciones por el éxito de sus trabajos, tan inteligente y acertadamente encaminados, para mayor gloria y esplendor de la Institución.

Por inconvenientes de familia, que hoy felizmente se alejan, el muy querido Gr.´. Maest.´., distinguido Hermano Coronel Angel V. Sastre, no pudo asistir para presidir los trabajos, contra sus firmes deseos, y el muy querido y distinguido H.´. Vice Gr.´. Maest.´. Martín Osés, por asuntos profesionales de ineludible cumplimiento, no pudo asistir, como eran sus anhelos, por lo que nos vimos privados en aquel momento del eficiente concurso de sus luces.

El Gr.´. Or.´. se vio representado por los queridos HH.´. Juan Sidoli, Secr.´. del Interior; Celso Vázquez, Secr.´. de Relaciones Exteriores; Juan Sordetti, Secr.´. de Beneficencia; Joaquín S. Cheli, Secr.´. de Hacienda, y suplentes: Luis P. Warcziewski y Willy Andrich. Presidió los trabajos el muy querido H.´. Cheli.

He aquí el programa:

1º Sinfonía.
2º Apertura de los trabajos, por el H.´. Joaquín S. Cheli.
3º Coro, por el Orfeón del Centro Republicano Español.
4º Conferencia por el H.´. Doctor Manuel M. Elicabe.
5º Canto, acompañado al piano, por el tenor señor Solivella y Pérez.
6º Discurso del H.´. Doctor J. L. Grimme.
7º Coro, por el Orfeón del Centro Republicano Español.
8º Discurso del H.´. Vicente P. Cacuri.
9º Cierre de los trabajos, por el H.´. Joaquín S. Cheli.
10º Sinfonía.

Además del crecido número de hermanos, tuvimos el placer de ser honrados por un núcleo distinguido de familias de los mismos y profanas, las que fueron obsequiadas con flores y manifestaron su satisfacción por el éxito de nuestros trabajos.

Las piezas arquitectónicas enunciadas, merecieron el beneplácito, siendo saludadas con estusiastas aplausos; pero nos merece especial mención la elocuente y vigorosa conferencia del distinguido H.´. Doctor Elicabe, porque en ella, no solo presenta una hermosa y bien inspirada alocución, digna de su reconocida preparación e inteligencia, sino que es un verdadero programa, amplio y sensato, de la ruta que en este momento histórico para esta República, de nuestros afectos especiales, debe desplegar la Francmasonería, para hacer sentir eficientemente su influencia benefactora en sus destinos. Es por este motivo que Gr.´. Cons.´. solicitó del H.´. Elicabe la autorización para publicarla, para que os lleve, con su inspirada frase, los ideales que este Gobierno alienta como su programa de mira, y que son los mismos que los HH.´. que tienen la honra de dirigir los destinos del querido Rito Azul, profesan y os han demostrado en todo momento.

He aquí su texto:

Señoras y señores:

Sea mi primer palabra de fraternal salutación para las altas autoridades de la Masonería del Rito Azul aquí presentes, en esta hora feliz en que todos festejamos el 10º aniversario de la instalación del Rito en esta tierra Argentina, que debe a la Masonería en general tantos beneficios.

La Logia 19 de Noviembre, a cuyo Templo me honro en pertenecer, no ha recibido sino estímulos honorables, nobles ejemplos y una colaboración eficaz siempre de las autoridades del Rito y por mi intermedio considera de su deber aprovechar esta ocasión para hacer públicos los sentimientos de fraternidad, respeto y sincero afecto por los hermanos que han ocupado y ocupan el Gran Oriente.

Es precisamente mi intervención en este acto, una de las tantas deferencias del Gran Oriente para con nuestro Templo, ya que a su honrosa invitación es que tengo el honor de dirigir mi modesta palabra a esta selecta concurrencia.

Cumplido este elemental deber que me impone la gratitud y las atenciones recibidas, antes de ocuparme del objeto principal de esta breve conversación, me resta aún disculparme con tan distinguida asamblea si me permito molestar su atención con mi palabra difícil; no todos poseemos, como los fluídos oradores que me han precedido, el don de fundir el pensamiento, a medida que va surgiendo apasionado, en ramilletes de flores del lenguaje que deleitan a los oyentes, en rayos que fulminan al adversario, o en fúlgidos diamantes que cristalicen la luminosa idea.

Pero todos, estimados hermanos, nos debemos a la verdad, a la justicia y a las sanas inspiraciones de nuestra conciencia y, ya que no las galanuras de la elocuencia, ese deber es el que invoco para solicitar vuestra atención por breves instantes para manifestar mi sincera opinión personal respecto de cual debe ser, en la hora presente, la acción efectiva, práctica y proficua de la Masonería Argentina, todo ello sometido a las oportunas correcciones de vuestro elevado criterio.

I

En primer término, pienso sinceramente que si la Masonería Argentina, sin distinción de ritos, aspira a ser un factor eficiente del progreso de nuestra sociabilidad, debe ser ante todo un foco de fuerza material a la vez mente, brazo y palanca, que sean capaces de conmover los cimientos mismos del error y las preocupaciones.

Actualmente de Rito a Rito y de Templo a Templo nos profesamos simpatías; nos auxiliamos tibiamente y nos conformamos con hacer una vida vegetativa sin más horizontes y objetivos prácticos que el auxilio fraternal dentro del Templo. Nuestra acción exterior, nuestra influencia sobre las masas de la población heterogénea que va conquistando, con el suelo argentino, todos sus factores económicos y todas las fuerzas sociales, se reduce, salvo honrosas excepciones, a aislados actos de propaganda teórica de los altos propósitos de la Masonería Universal.

Y no es con esas simples manifestaciones de simpatía más o menos líricas, y con esos actos aislados de propaganda de ideales, con lo que vamos a ser fuertes y eficaces.

Por el contrario, hay que acortar distancias de Templo a Templo; hay que confederar a los diversos ritos en que se divide actualmente la gran familia Masónica de la Argentina, aunque conserven sus autoridades propias y su régimen peculiar, imprimiendo unidad y precisión al esfuerzo común, solamente, si se quiere, mediante una Cámara de Ritos común.

Así, con compromisos ineludibles, con deberes estrictos aceptados de común acuerdo, impuestos luego por la conciencia y exigibles por todos los Francmasones de la Argentina, a cada uno de nosotros, es con lo que debemos actuar en la época presente en que se ve alborear en la sociedad Argentina, la luz de un resurgimiento cívico y moral.

Solamente la Unión de los Ritos, compromisos ineludibles y deberes exigibles, pueden fundar una acción intensa y persistente como la que necesita la Familia Masónica Argentina para hacer imperar los principios de libertad, igualdad y fraternidad en el suelo argentino.

Os invito, queridos hermanos del Rito Azul y de los demás ritos a que meditéis sobre las ventajas y eficacias de esta primera indicación que modestamente someto a vuestra consideración, inspirándome solamente en la persecución de los más altos fines masónicos.

II

Luego debemos considerar que no es vivir, o meramente vegetar, el fin de las fuerzas que pretenden influir como factores en el destino de las sociedades humanas. Vivir, existir, son la primera condición, es cierto; sin ello no es posible alcanzar la consecución de ningún propósito exterior; pero ello no basta.

Cuando se ha asegurado la existencia, como actualmente ocurre con la gran mayoría de nuestros Templos es necesario emprender la obra externa, es ineludible propagarse y realizar los altos trabajos masónicos, los que tienden, no ya a guardar el Templo contra los enemigos exteriores o asegurar el salario de los hermanos de cada cuadro, sino a extender la verdad y la fraternidad a todas las clases sociales, hacer el bien no ya solo a los hermanos sino a todos los hombres de esta tierra que lo necesiten, en la medida de nuestras fuerzas.

¿Cómo se defienden de la incredulidad y del indiferentismo, en todas partes del mundo, y especialmente entre nosotros, las clases del clero secular y regular y sus afines? Pues lo hacen precisamente fundando, o simulando que fundan, instituciones benéficas y humanitarias, asilos nocturnos de desvalidos, refugios de huérfanos y menesterosos, etc. Y muchos, precisamente, por ese solo hecho, los sostienen y protegen, con independencia de sus ideas liberales y los dictados de su razón en materia de libertad de conciencia.

El eminente Hermano Lerminier ha dicho con gran precisión: Ser útil, por poco que sea, he ahí lo que importa. Y en efecto, las sociedades modernas se han convertido es algo así como un vasto mercado, en que cada uno puede emprender el negocio que estime conveniente: si el que ha elegido y practica es útil, la concurrencia le ha de recompensar con su atención; sino, no se le hace caso y se pasa a otra cosa de más beneficio.

Forzoso es, pues, para cumplir los altos fines de la Masonería, que los Templos se extiendan incorporando elementos eficaces a sus cuadros, lo que les asegurará, con la independencia económica, la existencia, y con ella la posibilidad de ser útiles a la sociedad en que viven. Y cuando lo sean, por los medios que dejo esbozados, veréis queridos hermanos, como se les tendrá en cuenta, se les apreciará y su influencia será real y efectiva en cada medio que actúen. Y veréis entonces, como, de reflujo, vendrán las olas humanas a llamar a la puerta de nuestros templos a pedirnos, a solicitarnos en todas formas, que les sea dado ver a ellos la luz.

III

Y la realización de esa obra externa, queridos hermanos, exige e importa la conquista de los medios honestos para llevarla a cabo. Y es forzoso aquí que bifurque esta breve conversación para ocuparme de los dos campos en que debemos arar y sembrar para conquistar esos medios.

Son ellos la acción educacional y la acción ciudadana, ambas fecundas siempre en repúblicas democráticas como la nuestra.

IV

Desde luego, el maestro y el alumno son los factores primeros en todo problema que quiera encuadrarse en el campo educacional.

Nuestra acción sobre ambos, y con ambos, es indispensable, si aspiramos a que el espíritu de las nuevas generaciones se halle en condicciones de comulgar con el nuestro, si aspiramos a que los soldados caídos en nuestras filas y los veteranos inválidos y gloriosos puedan ser reemplazados mañana por jóvenes activos y valientes que continúen la honrosa campaña.

Por eso, nuestra acción de propaganda debe dirigirse principalmente hacia las universidades y hacia las escuelas. Recordad cuan grandes beneficios recogió la Masonería Francesa, y con ella la gran Nación Francesa, de la fundación de La Ligue de L´enseignement, de la que han formado parte los más grandes educacionistas franceses desde 1866 hasta el presente.

Recordad, queridos hermanos, las palabras, ya célebres, de nuestro Hermano Francolin, en el Congreso de 1879: La Familia Masónica y la educación son una sola y misma cosa. Siempre frente a frente de la Internacional negra, que aspira a las tinieblas y la sumisión, debe hallarse la Internacional de los hijos de Hiram, que quiere la luz, la justicia y la libertad.

Recordad por fin, las palabras de nuestro ilustre Hermano Domingo Faustino Sarmiento en su célebre carta a los "Anales de Educación": Hombres, pueblo, Nación, porvenir; todo está en los bancos humildes de la escuela.

Consecuencia de ello es que deben ser reclutados entre el profesorado, el magisterio y los estudiantes universitarios y secundarios, buen número de nuestros hermanos si aspiramos a que mañana el verbo Masónico y la acción fraternal sean llevados, conjuntamente con la ciencia y la verdad, a todos los espíritus; si aspiramos a que, cuando se cierren para siempre nuestros ojos y nuestros corazones dejen de latir, ocupen nuestros puestos en las filas masónicas hombres ilustrados, dignos y capaces de regir los destinos de la gran Familia Masónica Argentina.

V

He dicho que la acción ciudadana es uno de los medios honestos y fecundos de éxito en democracias liberales como la nuestra.

Casi no necesito insistir en ello; bastaríame recordar los progresos de la Masonería Francesa cuando consiguió llevar a los altos cargos del gobierno de la gran República a Jules Ferry y los felices resultados para la campaña contra el error y las preocupaciones, obtenidos cuando nuestros hermanos de dicha República crearon e inspiraron la acción del célebre ministerio Combés.

Recordad, queridos hermanos, que el Gran Oriente de Londres trabajó en primera línea, y puede decirse dio el impulso inicial, a la grande obra de la independencia Sud Americana. Recordad la obra de alta política argentina de la Logia Lautaro, a la que pertenecieron nuestros grandes patriotas los hermanos San Martín, Belgrano, Moreno, Rodríguez Peña, Saavedra, Castelli, Rivadavia, Pueyrredón, Alvear, Balcarce, y otros muchos que han honrado con sus obras la historia patria. Nuestro Hermano doctor Gouchon, cuyo sensible fallecimiento acaba de ocurrir enlutando la gran familia Masónica Argentina, refiriéndose precisamente a la influencia política y ciudadana de la Logia Lautaro, ha podido escribir con mucho acierto, a mi juicio, lo siguiente:

La Logia Lautaro ha sido el fruto de la soberbia concepción de un carácter fuerte y altivo, de una alma llena de anhelo de libertad y dotada de una profunda sagacidad política: la acción que ha desarrollado representa la historia misma de la independencia del Río de la Plata, de Chile y del Perú y es, sin controversia, la más vasta y más completa que registran los anales de las asociaciones masónicas.

Después de lo dicho, y atentos a los altos fines de la Masonería Argentina, no debo ocultaros mi pensamiento tocante a la necesidad imperiosa de que en el campo de la acción ciudadana, consecuente con tan honrosas tradiciones, busquen y conquisten nuestros Templos los medios de alcanzar aquellos fines. Pienso, sinceramente, que esa es una necesidad imperiosa de la hora presente; que debe darse coherencia y objetivos definidos a la acción ciudadana de nuestros hermanos en vez de proclamar, como lo hacen algunos Templos actualmente, la prescindencia en asuntos que se refieran al gobierno y la política del país.

Indudablemente no es la misión de la Masonería intervenir en la lucha personalista de los actuales partidos políticos, porque no está llamada principalmente a discutir y resolver las múltiples cuestiones gubernamentales; pero una institución social y filosófica como la nuestra, que inscribe entre sus bases fundamentales todas las ideas liberales modernas, la separación de la Iglesia y del Estado, la neutralidad de la enseñanza, el divorcio absoluto, la supresión de proteccionismo económico, la responsabilidad efectiva de los mandatarios y la honradez de la adminisración pública, algunas de cuyas ideas importan la reforma liberal y pacífica de la Constitución Argentina, ¿tiene o no fines políticos?

La Constitución es la ley fundamental que organiza la vida política del Estado; pretender reformarla es en cierto modo hacer política.

Podrá no ser, y deseo que la Masonería Argentina no sea, un partido político en la acepción actual de estos términos; pero debe ser, es necesario, diré, que sea una fuerza social disciplinada que, entre sus altos y múltiples fines, inscriba y persiga algunos que son verdaderos fines de política trascendental.

Desconocerle el derecho de ejercer una acción ciudadana disciplinada, sería negarle toda influencia en el porvenir de la República, sería condenarla al fracaso y negar su propia existencia y sus más eficaces medios de acción.

La Masonería Argentina no puede ser simplemente una asociación de meros propagandistas. Por poderosa que sea en los tiempos presentes su eficacia, por intensa que sea la fuerza efectiva de la propaganda, ella no es más que una faz de la actividad humana en la lucha por la igualdad, la fraternidad y la libertad.

La acción del hombre es más compleja; la constituyen las ideas y los hechos; para ser eficaz, para triunfar, se requiere el consorcio de la mente que piensa y dirige, y del brazo que ejecuta.

Para obtener abundante cosecha, no basta lanzar a los vientos sobre la extensión de las dilatadas Pampas la semilla nueva; es necesario roturar el suelo profundamente con brazo vigoroso.

Para conformar la conciencia nacional con los ideales Masónicos, no basta lanzar a la publicidad en vanas declaraciones la simiente de la libertad; es necesario hechos y palabras; labradores vigorosos que desciendan hasta el llano de las multitudes y profundicen surcos capaces de dar vida al germen que se le confíe. Y ello es indispensable para que la simbólica acacia Masónica arraigue en lo hondo de las conciencias y sea en el futuro, como esas vegetaciones de las que habla el gran Zola, como esas vegetaciones de justicia, de verdad y de libertad que, enclavados en la entraña nacional, estallen triunfantes e indestructibles para servir de abrigo a las generaciones futuras y se perpetúen por los siglos de los siglos.

La Masonería Argentina, a mi juicio, no puede entrar efizcamente en combate contra el oscurantismo de los unos y la indiferencia de los más, con solo la débil arma de la propaganda. Por el contrario, debe ejercitar activamente la acción ciudadana, llevando a sus hermanos más caracterizados a los puestos dirigentes de la vida nacional; debe ascender las gradas del Congreso y de las Legislaturas provinciales; debe conquistar los Ministerios y los Consejos de Educación. De otro modo sus filas semejarían las de un glorioso ejército de inválidos pretendiendo tomar por asalto las posiciones artilladas del enemigo.

Yo sé bien que muchos hermanos tienen horror a la palabra política, sin detenerse a meditar que la verdadera y sana política no consiste en la satisfacción de ambiciones mezquinas y bajos apetitos; sin pensar que hay muchas maneras de hacer política y que la Masonería Argentina está en el deber de emplear para llenar sus fines, todos los medios honrados y legales.

Nuestros hermanos más caracterizados y honestos deben ser elevados a las alturas para que, desde allí, sean más eficaces a sus Templos y al triunfo de la Masonería Argentina. Los hombres equilibrados que descienden de la cumbre excelsa de las ideas al llano de las realidades, guiados por la luz de la verdad e inspirados por las virtudes masónicas, jamás dejan jirones de su conciencia en la aspereza del camino.

VI

Incidentalmente he tratado ya de la necesidad de que los Templos alcancen una relativa independencia económica que les permita, no solamente existir y satisfacer a los hermanos de cada cuadro sus salarios y beneficios masónicos, o sea los auxilios y protección eficaz que necesiten en sus adversidades, sino también que es necesario procuren, mediante la prosperidad de sus finanzas, colocarse en condiciones de costear instituciones humanitarias, de enseñanza y propaganda, de beneficencia, etc., que exterioricen, para la masa de la población profana, el poderío y la humanitaria acción de la Masonería Argentina.

Respecto de tan importantísimo asunto, creo que debe estudiarse un bien meditado plan de cooperación de Logias regionales, tendientes a costear en cada región, el sostenimiento, aunque sea en forma modesta, de establecimientos de esa índole.

¿Qué más bella muestra de acción humanitaria y altruista de la Masonería, para los profanos, que el de un asilo nocturno de desvalidos, que el de bibliotecas populares costeadas por las Logias de cada región? ¿Qué mejor manera de llenar algunos de los más altos fines de nuestra institución? ¿Qué mejor medio para hacernos amar y respetar?

Para llenar estos fines se impone conquistar la independencia económica, ampliando los Talleres por la incorporación de elementos eficaces, de miembros cotizantes y de amigos que, aunque no militen decididamente en nuestras filas, nos presten cooperación y auxilio para fundar y sostener instituciones de esa índole.

Como camino, pues, que conduce a la obtención de la tan necesaria independencia económica, considero conveniente que los Talleres del Rito Azul se preocupen empeñosamente de incorporar a sus cuadros los elementos liberales caracterizados que se destaquen en cada centro de población en que funcionen las Logias; de regularizar su situación financiera mediante procedimientos de buena y estricta administración; de engrosar a toda costa su fondo de beneficencia y de invertirlo con discernimiento, mientras se prepare, por quien corresponda, un plan racional y eficaz de cooperación de Logias, para el mantenimiento de instituciones benéficas y humanitarias en cada población importante, que puedan servir a los profanos de índice y exponente de la utilidad, poderío y nobleza de la obra Masónica.

VII

En el mismo orden de ideas, hay que fomentar la tendencia a que cada Templo constituya un centro de progreso intelectual, mediante la constitución en el exterior de sociedades de enseñanza y de estudios éticos y sociales para elevar el espíritu de los hermanos del cuadro respectivo y para que cada Taller Masónico irradie luz sobre los profanos del Valle en que ha erigido sus columnas.

Por último, también en apoyo de esta saludable tendencia, es necesario que en cada pueblo del país, sino un Templo, funcione por lo menos un Triángulo, que sea el órgano del verbo Masónico y la piedra angular del Templo futuro.

Para ello, es prudente, a mi juicio, atribuir jurisdicción y radio a las Logias constituidas, encomendándoles esa tarea de fundar o promover la fundación de Triángulos o nuevas Logias en todos los pueblos comprendidos en su jurisdicción, trabajo que no debe postergarse y que debe ser retribuído por el Gran Oriente con distinciones y beneficios diversos conferidos a las Logias que se destaquen por su eficacia en la realización de este importantísimo trabajo Masónico.

Pienso sinceramente que si la acción masónica se dirige empeñosamente en este sentido, dentro de cuatro o cinco años de labor, a todos nos sorprenderá la magnitud de la obra realizada y los óptimos frutos que de ella ha de cosecharse para la grandeza de nuestra familia y para su eficacia en el seno de la sociedad argentina.

VIII

Después de lo dicho, en que me he creído sintetizar breve y claramente cual debe ser la orientación general de los trabajos masónicos en la hora presente, réstame solo agregar pocas palabras para significaros que la augusta y respetable Logia 19 de Noviembre, a que pertenezco, ha dirigido insensiblemente su labor hacia estos objetivos en los últimos años.

Ha ampliado y mejorado notoriamente su cuadro lógico; ha querido su hogar propio; ha regularizado sus finanzas; ha cumplido extrictamente sus deberes masónicos para con las autoridades superiores del Rito; ha propendido por diversos medios, entre los que se encuentran la celebración de frecuentes conferencias, al progreso intelectual de los hermanos de su cuadro; ha iniciado en su Templo y bajo sus auspicios a numerosos profanos destinados a constituir nuevas Logias en poblaciones vecinas; y ha dado el ejemplo saludable de no abstenerse a la acción ciudadana, pues, sus obreros han concurrido a las últimas elecciones nacionales con candidato propio.

Actualmente la Logia ha nombrado un Triángulo al que ha encomendado la preparación de un plan racional y eficaz de acción masónica, para ajustar a él sus trabajos ulteriores, de cuyas tendencias son un breve reflejo de las ideas expuestas por este modesto obrero, de la augusta y respetable Logia 19 de Noviembre, en el curso de esta lectura.

Tan pronto como dicha arquitectura esté trazada y aprobada por los Maestros del Taller, la Logia tendrá el agrado de someterla a la consideración del Gran Oriente y recabará de él las indicaciones y correcciones que sus altas luces consideren convenientes para la unidad y éxito de la obra común.

IX

Y termino, mis queridos hermanos, expresándoos mi gratitud por la deferencia con que me habéis escuchado. Es probable que muchas de las ideas expuestas sean susceptibles de rectificación y mejora, porque la misma ley que rige al universo en su formación, determina el proceso necesario al pensamiento que se concreta en fórmulas precisas y perfectas. Siempre son, en su comienzo, nebulosas transparentes, la verdad que ilumina las conciencias y el astro que brilla en los cielos.

Nuestros queridos hermanos del Gran Oriente y de las diversas Logias podrán suministrar los metales preciosos; yo con esta simple lectura, he proporcionado el pobre estaño. Sean nuestros Templos el fino crisol en que, con todo ello, se funda el bronce con que erijamos todos la estatua de la libertad en el suelo argentino. Entre tanto, recibid todos, mis queridos hermanos, el triple abrazo fraternal.
He terminado". (14)

***

"Queridos HH.´. Si habéis fijado vuestra atención honda y serenamente, con el alto interés que la obra francmasónica lleva al cerebro y al corazón de los que juramos nuestros más caros ideales en el ara simbólica, ante la cual se cierne invicta toda la larga historia de nuestras luchas, de nuestros entusiasmos; ante esa simbólica ara en que otra hora solemne para las libertades se juró por nuestros grandes hermanos la libertad política sudamericana, dando al concierto civilizado el nacimiento de nuevas entidades políticas, como demostración palpable de la cultura mundial, focos hoy de progreso y civilización, encontraréis que ha llegado el momento histórico para los destinos de la libertad de que nos agrupemos nuevamente, de que ante el enemigo común nos vinculemos, nos organicemos y presentemos la Francmasonería Argentina, desaparecido todo prejuicio, todo convencionalismo, toda idea personalista, como el único y poderoso baluarte en el que irremediablemente se estrellarán todas las tiranías, todas las explotaciones, repitiendo su obra civilizadora que en cada era de cultura ha impreso la grandiosa falange de la escuadra y el compás.

Esperemos, QQuer.´. HH.´., que en un futuro próximo podamos festejar este anhelo, con la realidad práctica, y que todos los francmasones de la República, unidos en un indisoluble abrazo de fraternidad, levantemos por siempre en alto el pendón de la Unión Francmasónica, construyendo en sólidas bases el edificio indestructible que hará temblar los carcomidos muros en que reposa una larga noche de prejuicio, de fanatismo y de ignorancia. UNIÓN PARA TRIUNFAR, he ahí nuestro lema".

Sede del Gr.´. Cons.´., Sáenz Peña 1044 (1 piso), Buenos Aires, septiembre de 1912 E.´. V.´.
Gr.´. Maest.´., Ángel Sastre.
Sec.´. de Hacienda, Joaquín S. Cheli.
Sec.´. del Interior, Juan Sidoli.

***

Bibliografía, notas y fuentes citadas

(10) Con motivo de su fundación se acuñó una medalla, de la cual todavía no he podido conseguir copias. Cito la descripción aportada por Jorge N. Ferrrari:

Anv. En el campo, dentro de un círculo de granetería, la Piedra Movediza, superada de gran estrella de cinco puntas cargada en su centro de una letra / G / iluminada . La estrella flanqueada, a diestra de la inscripción / FUND / (fundada) y a la izquierda por el año / 1909 /. Abajo de la estrella, la abreviatura masónica / E. V. / (ERA VULGAR). En el perímetro, leyenda semicircular superior / AUG .·. LOG .·. GRAL. MARTÍN RODRÍGUEZ / (AUGUSTA LOGIA GENERAL MARTÍN RODRÍGUEZ ); y semicircular inferior / VALL .·. DE TANDIL / ( VALLE DE TANDIL ). Ambos segmentos de la leyenda separados por estrellas de cinco puntas. Gráfila de granetería.

Rev. En el campo, dentro de un círculo de granetería, encerradas en una figura romboide formada por un compás, puesto con las puntas hacia abajo y una escuadra, puesta con los extremos hacia arriba, dos manos movientes de los flancos sostienen una antorcha. Anepígrafe. Sin gráfila.

Metal: Bronce plateado. Peso: 18 gramos. Módulo: 37 mm. (circular)
Grabador: No figura.
Colección: Raquel Ramón Valor.


El General Martín Rodríguez participó en los combates de la segunda invasión inglesa de 1807, en la revolución de mayo de 1810 y peleó bajo las órdenes de Belgrano y en la batalla de Salta. En 1820 es designado gobernador y Capitán General de la provincia de Buenos Aires. Entre su cuantiosa obra de este período, destaca el establecimiento de numerosos fortínes para detener los malones indios. Así nació el pueblo de Tandil en 1823. Algunos testigos sostienen que fue masón, entre ellos, el abogado y notable masón estadounidense César Augusto Rodney, delegado del presidente Monroe -también masón- para viajar a los países sudamericanos. Según Lappas, en su correspondencia menciona como masones a Rivadavia, Martín Rodríguez y el deán Funes.

(11) Corbière, Emilio J., La Masonería. Política y sociedades secretas en la Argentina, Editorial Sudamericana, 1998.

(12) Estos Grandes Orientes de principios del siglo XX, al igual que la Masonería del siglo XIX, y muchas de las Logias actuales, se caracterizaban por una fuerte implicancia política, como la tuvo el Gran Oriente Español hasta la caída de la Segunda República y posteriormente el Gran Oriente Federal Argentino.
El Almirante Howard, jefe de la Armada Argentina y Gran Maestre del G. O. A. del Rito Azul, decía: La Masonería debe apoyar en los comicios electorales a los candidatos que convengan a sus intereses hasta apoderarse del gobierno por los medios legales que marca la Constitución.
Julio Belín Sarmiento, Gran Maestre del Gran Oriente Argentino de Logias Confederadas, expresaba: Si por política ha de entenderse las múltiples cuestiones que requieren solución y que directa o indirecamente afectan a una sociabilidad, entiendo que la Masonería debe participar activamente en la lucha política. No hay que confundir, sin embargo, esto con la lucha entre partidos más o menos personales que tienden a sobreponer sus intereses y conveniencias. Si hubiéramos de prescindir de aquella política sana a que me he referido sería casi inútil la existencia de la Institución entre nosotros.
Por otro lado, Carlos D´Amico, Gran Maestre del Gran Oriente Nacional del Rito Argentino, expresaba: No dejes nunca de cumplir tus deberes de ciudadano argentino. Concurre en todos los comicios a dar tu voto por el representante de las ideas masónicas, para que no te culpen de las miserias que puedan afligir al Estado. Una particularidad de este último Gran Oriente es que a D´Amico le sucedió en el cargo, hasta su muerte, Carlos Pellegrini.
Referencias básicas: Corbière, Emilio J., op. cit., y Verbum, Tercera época, junio-agosto de 1941, Año I, Núm. 9.

(13) Folleto editado por el Consejo de la Orden en el 10º aniversaro -19 de agosto- del G. O. A. del Rito Azul, 24 págs., Buenos Aires, septiembre de 1912.

(14) Manuel Elicabe (1874-1965), autor de este discurso, fue un notable abogado y periodista. Fue el organizador y primer presidente de la Escuela Argentina de Periodismo e integró el diario La Prensa, al cual pertenecieron muchos masones de la época y cuyo edificio está plagado de simbolismo masónico. Al respecto, la Comisión del Patrimonio Histórico de la ciudad de Buenos Aires incluyó un estudio en la edición habitual de uno de sus volúmenes. A partir de 1915, Elicabe fue Gran Maestre del G. O. A. del Rito Azul hasta su fusión con la Gran Logia de Cangallo, en 1917.

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