La cultura es un idioma, un lenguaje. Crea y es conformada por vocabulario, gramáticas, usos. Sin un hábito y disfrute de la misma es complejo entenderla cuando la escuchas o la lees; mucho más lo es hablarla. Hay películas que no pueden asimilarse sin una cierta cultura, así como letras de canciones y, por supuesto, libros; desconocido el vocabulario, carecen de sentido. Me doy así cuenta de que la cultura es como cualquier otro idioma. De ser un código no compartido, puede separar a personas que, de otra manera, podrían entenderse con su lenguaje habitual: crea una especie de niebla entre ellas, incomprensión; hace aburrida o infructuosa la comunicación. Por el contrario, individuos cuya habla empezó a distanciarse en Babel hallarán, si han aprendido el lenguaje de la cultura, que tienen gran interés en lo que el otro pueda decir.
Librería de Liverpool. Interior (fotografía del autor)