Esta visita al mundo de la incomunicación, los prejuiciosos y los problemas familiares sin resolver, nos enfrenta a preguntas como: ¿Qué hacer con alguien que regresa después de muchos años en prisión y no aceptas ni comprendes las razones que le llevaron a terminar en esta situación? ¿Cuáles son los lazos que permiten recuperar la confianza y la fe en quien amaste tiempo atrás y a quien ahora crees haber olvidado y desconoces por completo? ¿Qué hacer con los lastres de dolor, resentimiento e incomunicación que tanto pesan para volver a comenzar?
Dilemas de este talante son los que constituyen el universo de la opera prima ganadora del Bafta 2009 a la mejor película de habla no inglesa, del director y también escritor francés Phillipe Claudel, quien reconstruye con veracidad y conmoción la relación de dos hermanas que se aman incondicionalmente a pesar de las circunstancias en el film "Hace mucho que te quiero"(2008). La actriz británica Kristin Scott Thomas merece los elogios y nominaciones que ha obtenido con tan impecable y recursivo trabajo (Candidata a mejor actriz en los Globos de Oro de Los Ángeles y el Bafta británico); porque con Jessica, su personaje de una expresidiaria que se sostiene en un doloroso mutismo, logra hablarnos sin palabras en la mayor parte del metraje, haciéndonos patícipes del universo mental y emotivo que la confronta con la sociedad a la cual busca reintegrarse con dificultad. El duro proceso de volver a comenzar de cero, se puede llevar gracias al amor incondicional de su hermana Lea (Elsa Zylberstein), quien sin comprender quien es esa extraña que retorna, apela al historial de afecto para tender el puente que les permita estar juntas de nuevo. La dupla actoral Scott Thomas - Zylverstein es a todas luces de lo mejor del oficio interpretativo: relación plena, transiciones, comunicación, familiaridad; facilitando de esta manera el camino que sostiene una historia plagada de escepticismo y crueldad, pero al mismo tiempo esperanzadora, en donde la sociedad y sus submundos: la familia, el trabajo, la intercacción social, siguen su curso sin contemplaciones ni atisbos de comprensión o consideración, frente a la penosa realidad de alguien que regresa del infierno sin lograr arrancárselo del todo.
Nota:
La notable carrera de Scott Thomas es envidiable porque le ha permitido trasegar por personajes diversos que le retan como actriz en varias latitudes del mundo. En 1995 fue una entomóloga en la moralista y pacata sociedad victoriana, mientras es testigo de un abominable secreto incestuoso en la magnífica película de Philip Haas 'Ángeles e Insectos' al lado de la diva Patsy Kensit. En 1996 protagoniza con Ralph Fiennes, la exitosa versión fílmica de Anthony Minghella de la novela de Michael Ondaatje ‘El Paciente Inglés’ ganadora de muchos Oscars, en donde es nominada a mejor actriz en el papel de una glamorosa infiel (que recuerda a la diva Carole Lombard) y quien muere en la soledad de una cueva. También estuvo a las órdenes de Roman Polanski en el film de 1992 ‘Luna de Hiel’ como la vacacionista de un crucero que ronda los límites de la degradación.