Revista Arte
Cuando entré en la exposición que la National University of Singapore tiene organizada, me quedé con la impresión de estar ante una muestra de todos los estilos pictóricos del siglo XX y alguno más. Lo notable es que todos los cuadros procedían del pincel del mismo artista, Cheong Soo Pieng.
Cheong Soo Pieng nació en Xiamen (China) en 1917 y como artista se formó en los años 30 en la Academia de Bellas Artes de Xiamen y en la de Xinhua en Shanghai. Xiamen era una población industrial floreciente en aquellos años y en la que existía una fuerte tradición pictórica. Shanghai, donde luego continuó sus estudios artísticos, era en los 30 la ciudad más avanzada y más occidentalizada de China. Allí, entre otros, tuvo como maestro a Pan Tianshou, uno de los principales formadores en la tradición pictórica clásica china en aquellos años. En Shanghai, en aquellos años se debatía cómo integrar la modernidad que venía de Occidente con la tradición cultural china. Tal vez fuese allí donde Cheong diese con la fórmula que practicaría toda su vida: enlazar los estilos occidentales con las técnicas compositivas chinas y utilizar una temática realista, centrada sobre todo en los paisajes y las figuras, sobre todo mujeres, que le rodean. Al final se trataba de conjugar la creatividad occidental con el respeto a los maestros propio de Oriente, donde se aprecia más la fidelidad a la tradición que la originalidad.
Lo anterior, que puede que quede muy bien, posiblemente no pase de ser una paja mental mía. El propio Cheong comentó en cierto momento: “Desde luego no lo busco [un estilo] ni lo creo deliberadamente. Dudo que ningún artista lo haga. Pero está ahí. Es una manera de dar orden e inteligencia a lo que hace el artista.” Dicho de otra manera: que no me toquen los huevecillos los críticos con sus disquisiciones, lo que llaman estilo es algo que me sale, algo que necesito que me salga, sino quiero que me quede un churro.
En 1946 Cheong se instaló en Singapur, que era uno de los sitios más raros que un artista podía escoger para instalarse. Aunque la ciudad se había fundado en 1819, no fue hasta 1923 que tuvo su primer profesor de pintura, un tal Richard Walker, cuya función era enseñar acuarela tradicional por la simple razón de que era una materia que se había introducido en el curriculum educativo. En 1938 se creó la Academia de Bellas Artes de Nanyang que, a su manera un poco provinciana, intentaba repetir lo que se había hecho en Shanghai: aunar las técnicas occidentales con la tradición oriental. Pero cuando Cheong llegó a Singapur, las prioridades de los singapureños no pasaban por el arte, como prueba el hecho de que no hubiera ni una sola galería de arte en la ciudad. Su máximo afán era salir de la penuria en la que les habían dejado los tres años de ocupación japonesa y esclarecer su futuro político, después de que Gran Bretaña hubiera dejado claro que la futura concesión de la independencia a la Federación Malasia no incluía a la ciudad de Singapur.
Cheong fue durante 14 años profesor en la Academia de Bellas Artes de Nanyang y jugó un papel clave en el surgimiento de lo que se denominó “el estilo de Nanyang”, que tal vez exista o tal vez sólo sea otra paja mental de los críticos de arte. En estos años Cheong ya tenía su mente hecha en lo que a estilo se refiere. No obstante, aún pudo hacer nuevos descubrimientos en cuanto a temática, en los viajes que hizo a Bali y a Sarawak en los años 50. De esos viajes datan, entre otros, algunos retratos de mujeres indígenas que están entre lo mejor de su obra.
¿Picasso o Chieng Soo Pieng?
¿Klimt o Cheong Soo Pieng?
¿Zobel o Cheong Soo Pieng?
¿Van Gogh o Cheong Soo Pieng?