Su primera (y fabulosa) película fue "Moon", gran triunfadora del Festival de Sitges cuyo ínfimo presupuesto (4 millones de euros), ínfimo según entienden en Hollywood, permitió a su director operar con total libertad creativa pero con algunas restricciones. Si "Moon" era un cruce entre "2001: una odisea en el espacio" y "Solaris", el supuesto nuevo proyecto de Duncan Jones ("Mute") se entiendía como un descendiente directo de "Blade Runner" y, bienvenido problema: para llevarlo a acabo necesitaba dinero, muchísimo más dinero del que contó con "Moon" que, por descontado, seguía sin tenerlo. ¿Solución? Aparcar proyecto y atacar uno nuevo que sirviera de puente para su ansiada obra cumbre. Fue "Código Fuente", un nuevo éxito de público que aún y así tampoco ha sido suficiente para reportarle el dinero necesario que para llevar a cabo su mastodóntica idea. ¿Nueva parada? Virgin Money, o lo que es lo mismo, el nuevo spot de una marca que se pasa de la música a la banca y lo hace bailando al son de Daft Punk.