Como en las más góticas pesadillas, El País Semanal ataca de nuevo por Navidad. Fiel a su cita con el dislate y con la publicación de páginas sin control de calidad previo, confía en un reconocido y premiado autor en el mundo del vino (Lluis Tolosa) y le propone la publicación de unas pocas e impagables páginas de publicidad gratuita para su nuevo libro. Fiel, también, a mi estupidez de hacer (mínima, por supuesto...: conozco bien el impacto mediático de mi cuaderno) publicidad gratuita sobrevenida, mi pequeño "disgusto" dominical se convierte en post lunar. Y todo ello desde una perspectiva ridícula para mí, porque no puedo estar más de acuerdo con el Sr. Tolosa en su punto de partida. "Cata en el súper" es un muy concentrado resumen de su libro Los supervinos 2010, una guía para moverse en la compra razonada por los supermercados. Algunos hemos hecho, hace ya años (casi tres...), intentos parecidos y sabemos que el buen y barato vino se puede encontrar tanto en la tienda especializada como en el comercio generalista: sólo hay que saber buscar, con o sin ayuda.
Quede claro, por lo tanto, que no me molesta la esencia del artículo del Sr. Tolosa en EPS, al contrario, la comparto. Me molesta, en cambio, que de nuevo el lector de este periódico (El País) se vea acosado por medias verdades, por afirmaciones sacadas de contexto y por dislates varios que, aunque estén escritos desde la buena voluntad, enmascaran una aproximación intensa y veraz al mundo del vino. No todos tenemos que saber de todo, por supuesto. Sobre el vino, tampoco. Pero me permito aconsejarles, rebatiendo una idea que cruza el artículo del Sr. Tolosa, que para disfrutar de un buen vino, lo hagan desde una aproximación intensa y apasionada al mismo, y documentada en la medida de lo posible. Esta aproximación nada tiene que ver con la superficialidad y con las contradicciones internas que el Sr. Tolosa nos propone. Aunque sólo sea como lector, ¿qué confianza me puede merecer alguien que afirma "El mejor criterio es su gusto. Confíe y acertará", cuando antes decía "Compre vinos recomendados, ahorrará tiempo, dinero y disgustos"? Me produce perplejidad, claro, que lo haga alguien, además, que está vendiendo una guía de vinos. ¿Tengo que comprarla o no? ¿Me tengo que fiar de mi propio criterio, del suyo o del criterio del encargado de la sección del súper? ¿Qué hago cuando el criterio del Sr. Tolosa no coincide con el del encargado y ambos discrepan del mío...? En fin...cualquier escritor tendría que revisar varias veces aquello que escribe antes de publicarlo.
Ya desde la perspectiva del bebedor de vino, que vive con intensidad este mundo, aunque no viva de él (cada día que pasa llevo mejor esta condición), mayor perplejidad me producen algunas otras afirmaciones del Sr. Tolosa: no se puede ser imperativo en el manido "conserve el vino en posición horizontal". Si Usted pasea por los súpers (y entiendo que habrá hecho km por ellos), sabrá que muchos vinos de añada vienen ya envasados en tapón de rosca o en materiales que nada tenen que ver con el corcho (cosa que el Sr. Tolosa no dice...). No conserve ninguno de esos vinos en posición horizontal, por favor. No hace falta, incluso puede ser perjudicial. Tampoco lo haga con los espumosos y, por supuesto, tampoco es imprescindible que lo haga con los vinos tranquilos que compre. Aunque el almacenamiento en horizontal sea práctico y, según los lugares, atractivo, muchas de las causas de contaminación del vino proceden, precisamente, del húmedo contacto entre un corcho defectuoso (por mil razones) y su vino.
"Los vinos jóvenes sólo tienen un año de vida, no coja blancos o rosados de 2009 o anteriores". Esta afirmación es relevante por razones comerciales (para la rotación en las estanterías de los súpers y para la venta de los productores e intermediarios), pero no por razones enológicas. Para no moverme de los vinos que el Sr. Tolosa propone en este artículo, si Usted compra un blanco Pradonovo o un Viña Costeira que han sido guardados en el súper en buenas condiciones (eso tampoco lo dice el Sr. Tolosa, pero ya es más complicado que las condiciones de conservación sean óptimas) de una o dos añadas anteriores a la última en el mercado, los disfrutará más y mejor. Lo mismo sucederá con un rosado de Viña Aljibes o de Muga: están mucho mejor con un año de botella que sin él. Eso sí: no conviene que la gente lo sepa. No digo ya nada de los tintos porque el Sr. Tolosa no los incluye en su afirmación, Hace bien, claro.
Los pasajes dedicados a "Saber elegir" (un vino) me dejan directamente atónito. Una perla: "blancos, rosados y cavas para aperitivos, entrantes, aves, pescados y mariscos". No me voy a alargar en esto, pero por decir una sola cosa: estoy harto de recomendar gran variedad de espumosos para los mejores platos de la casquería de este país, y me da igual hablar de tripa que de lengua de ternera que de riñones o sesos. Afirmar lo que afirma el Sr. Tolosa es, sin más, inducir a la cerrazón al lector y seguir manteniendo tópicos que los bebedores, con nuestra experiencia y atrevimiento diarios, hemos roto hace tiempo. Otra perla: "Elija el vino pensando en su acompañante...vinos más suaves si hay damas, vinos con buena imagen para las reuniones sociales y vinos buenos para los negocios". Asusta pensar que alguien que aconseja cosas así ha recibido premios: ¿pero dónde tienen la cabeza esos jurados? ¿Qué es un vino con buena imagen? ¿Quién lo decide? ¿Alguien conoce a una dama que prefiera un vino suave antes que un buen vino? ¿No habíamos roto hace muchísimos años la ecuación entre género y tipo de vino? Por cierto, ¿qué es un vino suave? ¿Insinúa quien ha escrito una guía así que un vino bueno es un vino caro porque es el que da buena imagen y ayuda a cerrar negocios? Sin palabras.
Las notas finales tampoco tienen desperdicio. Aconseja: "Olvide el lenguaje técnico y la retórica, nadie nota el aroma a nuez moscada con notas de violetas silvestres". Me "gusta" que aconseje precisamente esto alguien que, en sus notas de cata de los vinos que recomienda, propone cosas como "con matices de hierba fresca", "frutas maduras y exóticas", "aroma floral con gustos a manzana", "fresco y floral, con matices de fresa y pétalos de rosa", "muy masculino, con la carnosidad de las ciruelas negras. Intensos sabores a piel y cuero", "meloso", "frutas rojas y sensaciones de pimienta negra", "frutas negras, suaves matices de vainilla y recuerdos a clavo y pimienta". Paro. ¿Qué diferencia hay entre un pétalo de rosa y uno de violeta? ¿Cuál entre la nuez moscada y el clavo? Cuando un técnico habla de frutas maduras, ¿a cuáles se refiere? Cuando lo hace de exóticas, ¿en qué piensa? ¿Saben igual un mango y una papaya? Cuando habla de frutas rojas, ¿a qué se refiere? ¿Sabe igual una fresa del bosque que una frambuesa? Por supuesto, lo más importante lo escribe al final de estas delirantes páginas: "Hable en primera persona. En qué guía vio el vino, quién se lo recomendó y por qué, cuánto costó...no hace falta ser experto. Eso es una conversación sobre vinos". Tú cómprate la guía y explica con claridad de dónde sacas las ideas sobre los vinos que compras. Y, claro, no vayamos a decir algo con criterio y sentido: si hablas de vinos, no hace falta que sepas nada. Hoy en día, y tenemos montones de ejemplos en los medios públicos, puedes hablar de lo que quieras y no es condición necesaria que sepas del asunto. Como el Sr. Tolosa dice, mejor es tirar la toalla y decidir: "No hable mucho. Si sabe mucho no le seguirán; si sabe poco, hará el ridículo". Hacía tiempo que no asistía a una crítica tan poco fundamentada sobre la capacidad de progresar en el conocimiento de lo que sea que tiene el ser humano.
Si uno de nuestros medios más poderosos publica de vez en cuando así, si uno de nuestros preceptores en el mundo del vino, informa y forma de esta manera, tenemos un problema. ¿En quién tenemos que confiar los consumidores de a pie? Ustedes sabrán mejor que nadie en manos de quién se ponen. Y, por favor, en un próximo artículo en este periódico, sobre los supervinos de súper a buen precio y mejor calidad, no olviden los vinos de Jerez y de Montilla-Moriles. Será que no hay cosas interesantes en los súpers...Gracias.
La ilustración de este post es la de la página 132 de EPS n.1786.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 24 octubre a las 11:22
Pues si, la verdad es que hay demasiadas personas que "saben" de vino gracias a otros como éste señor, y los encargados de escribir las propiedades de un vino de 4ª categoría, de los de 0,60€/Litro, defendiendolo con los mismos argumentos que enseña un Arzuaga Crianza de 16€... Luego los ves tomando un Marqués de Cáceres con gamba blanca, asegurándote que no hay nada mejor... Pena de país con tanto sabelotodo, sin p* idea