De Matt Reeves, director de Déjame Entrar, llega la segunda parte de las nuevas aventuras de los simios. Y no decimos que es reboot por que no lo es, como aquel experimento desastrozo de Tim Burton en el 2001. En realidad, y para quien haya visto las originales (aquellas míticas películas de finales de los 60), sabrá que ocurren dentro del mismo universo contando la historia de lo que sucedió aquí en la tierra mientras Charlton Heston vagaba dormido en el espacio y regresaba a un planeta dominado por los simios, y descubría, en uno de los mejores giros de la historia del cine, que no era otro planeta sino la tierra misma.
Ahora, después de atestiguar hace 3 años el orígen de Caesar, el simio que iniciara la "revolución" de su especie, nos encontramos 10 años después, en una etapa en la que la pandemia ha cobrado la vida de la mayor parte del mundo. Los pocos sobrevivientes se han agrupado y buscan sobrevivir a toda costa, buscando arreglar una presa en la misma zona donde césar y su colonia se han establecido. De este modo, iniciará una confrontación no sólo entre humanos y simios, sino al interior de cada grupo, descubriendo que en realidad no somos tan diferentes.
Científicamente, sólo son 2 cromosomas los que nos diferencian como especie. Y aunque consideramos que inteligencia es hablar y comunicarse, hay personas que no usan su cerebro por el bien común. Quizá el verdadero fallo de todo este planteamiento es dotar a los simios de características tan humanas, creyendo que, si desarrollan su cerebro, lo único que harán es imitar el comportamiento de aquel humano que hayan tenido cerca: bueno o malo. Sin duda, más que ciencia ficción es una obra que podría dar para muchos análisis filosóficos, pero ese no es nuestro tema. Aquí nos encargamos de reseñar y recomendar películas y no cabe duda que El Planeta de los simios Confrontación es probablemente el mejor blockbuster de lo que va del verano: acción, ciencia ficción, entretenimiento y buen cine, bien pensado y bien ejecutado.
Y sin duda, deberíamos pedir a la academia que modifique un poco sus reglas, porque el trabajo de Andy Serkis y de Toby Kebbell como Caesar y Koba, respectivamente, es de lo mejor que se ha visto en el motion capture. Hasta miedo da de lo real que parece y de cómo mejoran los efectos incluso con respecto al primer filme de esta nueva saga que, como insistimos, no es reboot, es un capítulo más de na historia que puede seguir siendo más profundo y con más capítulos.
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