sobre vinos que lleva más de siete años de vida, casi 1200 entradas, más de 13 mil comentarios (contestados) y casi 900 mil lectores desde hace cuatro años.
1. A la gente no le gusta leer textos largos en una pantalla.
2. Aquello que más apreciaba en un blog ni tan siquiera puedo ya hacerlo con los que sigo: la interacción, el comentario. Cada vez se da menos este intercambio libre de opiniones. Esto provoca cierta frustración pero es así. Ha dejado de ser una característica fundamental del blog.
3. La gente busca el titular, la noticia breve, el formato columna, la información más concisa que le oriente en su consumo antes que la documentación profunda o la investigación atenta.
4. Parece ser que la gente aprecia más el formato de texto breve a través de Twitter o el formato de impresión breve (foto) a través de Instagram.
5. Puede que me equivoque, pero Twitter e Instagram (todavía no he aprendido a crear contenidos específicos para Facebook aunque lo intento de vez en cuando) son casi por completo opacos a los buscadores. Cuando busco información sobre un vino o un productor, nunca me sale lo publicado en Twitter o Instagram.
6. En cambio, la indexación y las etiquetas son visibles a través de Blogger (o el programa que sea) en todo el mundo. Puede que la gente no tengamos tiempo de comentar posts, pero cuando buscamos información sobre un vino concreto, lo publicado en formato blog es visible y sale.
7. En este sentido, pues, aquello que uno comparte sobre lo bebido y comido con el resto del mundo sigue siendo útil e interesante a todos si se publica en formato blog.
8. La calidad de los textos, de la compaginación con las fotos, junto con la posibilidad de no tener que pensar "140" o "118", sigue siendo un atractivo de los blogs.
9. Los blogs van a la baja porque la cultura digital se orienta hacia otros formatos de comunicación, pero la información contrastada y nueva que ofrecen sigue siendo valiosa, aunque accedan a ella menos lectores que antes.
10. Conclusión: hay que comunicar de forma más concisa sin perder la identidad y cualidades que el blog ofrece. Hay que seguir ofreciendo buenas imágenes y hay que dar información valiosa. Ya no vale eso de "blog = mi diario de consumición" y es bueno porque lo escribo yo.
11. El blog se ha convertido en un medio de comunicación como otro cualquiera, que tiene que ofrecer información que dé algún valor añadido al lector. Si encuentra el camino para hacerlo, sobrevivirá. Si no, morirá.
12. Para mí los valores añadidos siguen siendo por lo menos tres: tu texto tiene que ser más breve, quizá, pero siempre lo más cuidado posible. Tu texto, sin mirar número de caracteres, tiene que dar volumen y palabra a los vinos que bebas. Tiene que transmitir aromas, sabores y texturas. No conozco a nadie que sea capaz de hacer eso en Twitter o Instagram. Tus imágenes tienen que tener la misma calidad que tu texto. Y, ya para acabar, aquello que se publica en formato blog es visible y, por lo tanto, detectable y útil a una cantidad mucho mayor de gente que lo que publicas en Twitter o Instagram. Por supuesto, hablo de mi experiencia y del rastro que de ella puedo seguir en la red. Twitter e Instagram son impulso que va hacia el agujero negro digital. Blogger es texto reposado, más accesible y recuperable por cualquier persona que busca información gratuita y contrastada sobre un vino o una bodega.
¡Seguimos!