Este libro presenta el conflicto entre la iglesia católica y el gobierno peronista en los años '50, desde su alianza primera, algunas escaramuzas subsiguientes y su violenta ruptura posterior, debido a notorias diferencias de principios y método político.
Si bien al comienzo los unió la ley religiosa obligatoria y diversas concesiones del peronismo a la iglesia, posteriormente se llegará al enfrentamiento debido a la comparación entre ambas instituciones y a la vulneración de valores esenciales para la iglesia católica, según ella misma estimó.
Eva Duarte de Perón fue ariete de las equiparaciones debido a sus peculiares ideas religiosas, aunando una militancia política y una obra benefactora sin igual. Fallecida prematuramente dejaría una imagen imborrable, creando un mito sin precedentes.
Posteriormente diversas acusaciones cruzadas entre ambos bandos produciría un agravamiento de las relaciones, conduciendo a la eliminación de prerrogativas religiosas, la violencia y la lucha de clases, que llevaron a diversos intentos de golpe de estado, a enfrentamientos y al incendio de las principales iglesias de Buenos Aires, desencadenando finalmente la caída del peronismo por obra de la llamada Revolución Libertadora.
La iglesia católica cumplió un papel fundamental en dicho enfrentamiento, aliándose y adoctrinando los principales partidos opositores, a militares y civiles, conduciendo a la defenestración de Perón y al final de la llamada "Nueva Argentina".
Que la sociedad argentina estuviera inmersa en el discurso religioso católico desde 1943 gracias a la obligatoriedad de la ley de enseñanza religiosa, no tornaba inverosímil la utilización del contenido religioso de parte del Justicialismo, aunque ello no justificara la suerte de revisionismo de la doctrina cristiana que causaría el enfrentamiento posterior.
Perón persiguió a sus opositores; también la Iglesia Católica, cuando a través de sectores ultramontanos hostigó la competencia de otros cultos, incluyendo la competencia oficial sobre la re-interpretación de cuestiones doctrinarias, a partir de precisas directivas del Vaticano sobre la defensa de valores considerados esenciales.
Influyeron decisivamente las incontables obras de asistencia social y las peculiares ideas religiosas de Evita; y posteriormente, el espontáneo mito popular gestado luego de su prematura muerte; también los variados manejos políticos que condujeron a la ruptura final -derogación de privilegios eclesiásticos e incendios de iglesias mediante-, logrando soldarse un amplio frente opositor que instauraría el reinado de una alianza oligárquico-imperialista, al defenestrar definitivamente al peronismo del poder.
Ver ficha del autor: José Oscar Frigerio