No pretendo haceros un master sobre vinos, pero siempre viene bien aprender a descifrar que vino casa con cada comida o mejor dicho, cual es el más adecuado para resaltar los sabores de ambos.
De toda la vida, siempre se ha dicho que el vino tinto es para la carne y el blanco para el pescado. Aunque no va desencaminada la idea, lógicamente, hay otros muchos factores a la hora de decantarnos por un vino u otro.
El maridaje del vino es un arte en si mismo, pero no es ninguna ciencia, por lo tanto, aunque existan unas pautas definidas sobre cada vino, el gusto y la opinión personal serán el factor definitivo a la hora de escoger un vino u otro.
Como decía anteriormente, las carnes en general aceptan muy bien un vino tinto, pero sobre todo las carnes rojas serán las más indicadas para acompañarlas con un vino con cuerpo, un gran vino. Podemos fijarnos también en la guarnición a la hora de escoger un vino mas joven o no, pero en definitiva un buen tinto sera nuestra mejor opción.
Para los pescados el blanco es la mejor opción, aunque un rosado en algunas ocasiones también podría ser una gran decisión, como por ejemplo un bonito con verduras.
No solo el vino blanco se utiliza para el pescado y una gran muestra de ello es su gran afinidad y buen maridaje con los entrantes ligeros, quesos curados e incluso algunos arroces.
La pasta es un plato que admite tanto vinos tintos como blancos. Todo depende de como se elabore y de la salsa que la acompañe.
Aquí es algo mas complicado escoger el vino, pero un buen truco sería fijarse en los ingredientes que componen la salsas, es decir, si hablamos de una bolognesa, una salsa con un buen fondo de tomate o en definitiva una salsa con cuerpo, nos decantaremos por un vino tinto. Si por el contrario es una salsa mas "blanca", de mar o en definitiva más cremosa, el vino blanco será una gran decisión.
Por último y para terminar no me quería olvidar de un tema muy importante, la temperatura. Hay un amplio margen de temperatura respecto a la conservación del vino. Es igual de erróneo tener un vino a temperatura ambiente como guardarlo en el frigorífico. El frío hará que el aroma del vino desaparezca y se vuelva totalmente neutro.
Como casi nadie tenemos en casa neveras especiales para el vino, bodegas subterráneas o medidas especiales de conservación, esto es más a título informativo. En general los vinos más jóvenes necesitan más frío y los que tienen más cuerpo menos, esto es válido tanto para los blancos como para los tintos.
- Los vinos blancos se suelen conservar a temperaturas de entre 8ºC y 12ºC
- Los rosados y los cavas entre 6ºC y 8ºC
- Los vinos tintos varían desde los 12ºC-14ºC para los más jóvenes, hasta los 16ºC-18ºC para los vinos de crianza.
Como veis el mundo del vino es muy extenso y no existe un vino definido mejor que otro. Mi consejo es que si os gusta el vino, sigáis estos consejos y vayáis probando diferentes opciones, seguro que al final encontraréis vuestro preferido.