Noche de elecciones. Y yo me quedo con esta dulce y tierna historia de amor, que mucho tiene que ver al caso.
Ya desde aquel primer momento me prendí de ella. Y hoy, tras muchos de años con sus palabras en mi mochila particular, la recuerdo por estos lares.
Porque, al fin y al cabo, lo que cuenta es el amor. Lo demás, pues eso. Es otra historia. La de otro.
Así que eso, disfrutadla.
Buenas noches y, por qué no, buena suerte. Sea lo que sea.